El Pessic

Restaurante con un trato excelente. La comida muy rica. Tomamos una fondue, ensalada de pollo, crêpe y hummus. Y para rematar una porción de tarta de chocolate enorme!

Me encanta!
Hemos probado la fondue de queso que está muy buena y para dos está muy bien de cantidad. Luego hemos probado el chuletón a la piedra y la carne estaba muy tierna, y al hacerla a la piedra la puedes hacer completamente a tu gusto. Y para rematar una tarta de chocolate muy rica. La comida está muy bien, para la próxima probaremos los crepes que tienen muy buena pinta. Además no es nada caro, 20 – 25 € por persona.
El personal muy amable y muy atento.
Tienen una terraza que en verano se tiene que estar genial.
Nos han comentado que sólo abren para cenas, pero que si reservas para un grupo de más de 8 personas, y concertas un menú, te pueden abrir el restaurante solo para tu grupo para comer.

Con el concepto de bistrot & lounge, está este local para ocio de amplio espectro (estancias vespertinas, cenas y la copa posterior), de inspiración claramente francesa pero sin incurrir en la escenografía propia de pequeña taberna. Más bien al contrario: la decoración apuesta por un carácter neutro y casi minimalista. El matiz francés queda, pues, para la carta: hay crêpes, galettes bretonas (imprescindible acompañar con sidra), fondues y «pierrade» (eliges la pieza de carne y te la asas a la piedra en la mesa, unos 16 € ración) y como postre, crêpes dulces y gofres belgas. Está bastante bueno y se degusta todo en un ambiente cuidadoso pero informal que hace las delicias de cualquiera que salive con la sola pronunciación de los nombres de los platos en el idioma de nuestro país vecino. Está todo preparado con su rigor de plato tradicional y queda al paladar del cliente valorar la densidad de algunas salsas (estos franceses), y las combinaciones (muy variadas las galettes) y las ensaladas. Sales a unos 20 – 25 € por cabeza y el ambiente y el trato dan pábilo a largas sobremesas nocturnas con copa.
Por otro lado, completan la decoración con exposiciones de mayor o menor fortuna y acierto. A mencionar también la terraza, con su parco mobiliario, pero que se constituye en una buena opción (si el tiempo acompaña) que complementa muy acertadamente las prestaciones del sitio.

¡Ultimísimo descubrimiento en Benimaclet! El otro día paseando me encontré con él, vi la carta, vi el local y me dije, aquí tengo que venir sí o sí. Y así hice, Fui, vi y vencí.
¡Menuda joyita! Es un restaurante pequeño, estrecho, situado en una casa vieja con patio incluido. Una de las paredes es una pizarra grande donde, si te apetece, puedes dedicarte a escribir o dibujar lo que sea. Y si no quieres levantarte, en la mesa tienes un vasito con tizas por si quieres dar rienda suelta a tu creatividad en la misma mesa.
El local me gustó, pero la cocina y el precio mucho más. Los dueños tienen la filosofía de hacer cocina sencilla y económica, de ahí que les guste ponerle al Pessic el apellido de Bistrot. En parte esto también le viene porque la carta es muy française, con crêpes, vol au vents, fondues… Yo me decanté por los crêpes. Impresionante el «Verde» con espinacas, queso, pasas y piñones. También pedimos una ensalada de queso de cabra con nueces y una patata asada, ambos entrantes estupendos. En el postre igual flojeamos, elegimos una fondue de chocolate que no estaba mal, pero la tarta de queso que le sacaron a los de la mesa de al lado tenía bastante mejor pinta que nuestras manzanitas mojadas en chocolate. Pero queda apuntado para la próxima vez.
Le doy cinco estrellas porqué me encantó. Relación calidad-​precio perfecta. El sitio perfecto también y los camareros majísimos. Altamente recomendable.