Crepes muy buenas y originales, tanto saladas como dulces. Y todo lo que las acompaña en la carta pinta muy bien. El trato muy bueno, y el servicio rápido. Muy recomendable!
David D.
Place rating: 4 Valencia
Se come muy bien. Los crepes deliciosos. El trato correcto, el sitio muy acogedor aunque pequeño. Tiene una sala para niños. Muy recomendable.
Josep Manel B.
Place rating: 5 Emperador, Valencia
Trato de recordar cómo acabamos cenando en el Uma y todo se me antoja muy confuso. Pero tras unos minutos de testaruda concentración, la niebla que envuelven los reminiscentes pensamientos que evocan aquellas horas nocturnas se disipan poco a poco, poco a poco, poco a poco… Recuerdo que había quedado con un amigo, habíamos tomado varias cervezas, quizás más de la cuenta, porque decidimos dar un paseo para desembotar nuestras mentes, nos gusta pasear por Benimaclet, con ese aire de pueblo y espíritu alternativo, como si te susurrase al oído –Eh tú. Ves, otra ciudad es posible. Descreído– El caso es que recuerdo haber visto un grupo de chicas que caminaban distraidas, enfrascadas en una animada conversación. Pese a nuestro estado, o más probablemente debido a él, no se nos ocurrió cosa mejor que ponernos a su rebufo. Nos miramos y sin necesidad de mediar palabra nos dijimos, están buenas eh. Como siempre en estos casos, uno no se da cuenta de lo patético que puede resultar hasta que rememora aquel momento en el que todo parecía más natural e inocente, qué vamos a hacer, los hombres somos así. La cosa es que sin apenas darnos cuenta nos vimos pidiendo mesa en el Uma, junto a las acosadas chicas. ¡Ea pues! ya que estamos aquí cenemos. Con un ojo puesto en la carta y otro en las féminas colindantes pedimos una ensalada y un par de crepes, y crepes para nosotros es sinónimo de sidra, y voilà! sidra al canto. Seguíamos escrutando al grupo de chicas que a estas alturas ya se habían percatado sobradamente de nuestras lujuriosas miradas, las cuales unas recibían con desdén e incluso irritación, y otras con agrado y por qué no decirlo con halago. Unos minutos después, mientras elaborábamos nuestra sofisticada estrategia de abordaje, nos trajeron la ensada. ¡Joder qué rica! nos la comimos con deleite, creo que hasta ese momento no nos habíamos dado cuenta del hambre que teníamos, y me refiero a la relacionada con el aparato digestivo, no a la otra. La cosa es que nos supo a gloria, acompañada con la sidra bretona, dulce, ácida y espumosa. Creo recordar que para cuando nos trajeron los crepes ya habíamos pedido la segunda botella. ¡Los crepes! ¡qué ricos! crujientitos por fuera, con su untuoso relleno, magnifique! y más traguitos de sidra que entraban solos, la compañía perfecta. Y a la que nos descuidamos nos vimos compartiendo un postre, casero, dulce pero sin empalagar, creo recordar que era tarta de queso, bonísima. Para cuando nos pedimos los cafés y el licor de hierbas ya no nos importó que el grupo de bellezas que nos habían llevado hasta allí ya hubiese pagado y desaparecido. ¡Qué bien cenamos! A partir de ese instante la niebla se hace prácticamente impenetrable, ¿Nos tiramos por el tobogán de la zona infantil? ¿nos pintamos las caras? No sé, esa parte ya no alcanzo a recordarla. En definitiva, un sitio genial, cenamos estupendamente, a un precio justo. Regresaremos a degustar sus pastas y algunos de sus entrantes que prometen. ¡Y tienen tobogán! ¿Qué más quieres?
Ricardo M.
Place rating: 3 Valencia
Local de aspecto moderno, no muy grande pero con una terraza interior que descongestiona mucho. El servicio fue agradable pero algo lento y eso que sólo había tres mesas además de la nuestra. Fuimos con unos amigos por la recomendación de ellos que ya habían estado antes. Pedimos algo para el centro y un crep para cada uno. Se equivocaron con la comanda y trajeron uno de los creps equivocados, con la mala suerte que a la persona que le cambiaron el crep era alérgica a uno de los ingredientes del nuevo crep. Se lo tuvieron que cambiar. Cenamos por lo tanto descompasados, algo que me da bastante rabia. Cuando algunos ya estábamos pensando en el postre empezaba a cenar el afectado por el error. En cualquier caso, los creps no están mal y la cena en líneas generales estuvo bastante bien. Eso sí me pareció demasiado caro para cenar un crep.
María José G.
Place rating: 4 Madrid
Estuve una vez para cenar y me pareció un sitio muy agradable y con unas crêpes muy ricas. El local no es muy grande y está decorado con gusto, moderno. Además tienen una terraza interior a la que no salimos, pero parecía muy chula. Tienen una carta extensa de crêpes y pasta. Esa vez pedimos cada uno una crêpe. Todas muy ricas, la verdad. El postre para compartir estuvo muy bueno. Creo que fue un brownie. La única pega que le pondría es que precisamente ese día iba con el peque y tardaron mucho en servirle la crêpe pese a insistir en que por favor, se dieran prisa. Creo que había una persona en la cocina y otra sirviendo. Y pese no haber mucha gente, la espera se dilató bastante.
Maria V.
Place rating: 4 Valencia
Esta creperia me gusta por una razón de peso: la tengo cerca de casa. Esto lo convierte en un sitio muy recurrido cuando apetece salir a comer fuera y te faltan ganas de irte lejos a buscar un sitio que este bien. Los dueños tienen varios restaurantes por la zona, como el «Uma, lomitos y fajitas» o la pizzería «Bajo Flores», y algún que otro negocio más. Digo esto para que no os equivoquéis y no pidáis crêpes en el lomitos y fajitas. Conozco casos. En líneas generales esta creperia no está mal, igual no es de las mejores que he probado, pero su carta es variada, los crepes están buenos y su precio no es excesivamente caro. Yo cuando voy a cenar a Uma suelo pedir una ensalada para compartir, las hay muy buenas y muy exóticas, y luego un crêpe por persona. Respecto a estos últimos yo me quedaría con uno que tiene jamón serrano, emmental, cebolla caramelizada y pimiento. Impresionante. Siguiéndole de cerca estaría uno de verduritas y queso de cabra. Muy bueno también. Me pondría aquí a nombrar más crêpes, pero creo que lo mejor será que vayáis vosotros y lo experimentéis en vuestros propios paladares. Recomiendo dejaros un huequecito para los postres, son caseros y todo el mundo sabe que los postres caseros son un mundo aparte. No olvidar, obviamente, los crêpes dulces. El de chocolate es el mejor sin duda alguna, sencillo y básico pero buenísimo. Igual, pidiendo postre el precio de la factura sube un pelín, pero tampoco tanto. Yo creo que una cena para dos no puede llegar a los 30 €, aunque pidiéndo con conocimiento podemos cenar por bastante menos.