Bajo Flores

Otra vez más cenando en bajo flores, qué decir de este sitio podría destacar sus empanadas criollas, sus pizzas hechas en horno de piedra a leña, los provolone al horno , su carta de vinos, pero sobre todo una de las mejores cosas que tienen este sitio es el trato y la amabilidad de Su dueño y la gente que trabaja allí .llevo años viniendo y seguiré viniendo por muchos mas

Estuvimos cenando aquí el pasado domingo. El ambiente y la música me gustaron mucho. La cena en general estuvo bastante bien. Pedimos unas empanadas de entrante y de segundo una pizza para cada uno. Todo estaba muy bueno, pero yo que soy comilón, me quedé con un poco de hambre.
No es un local que añadiría a mi lista de visitas semanales obligatorias, pero no está mal para ir en ocasiones puntuales, ya que el trato y la comida son correctos. Tal vez si el precio fuese ligeramente más bajo iríamos con más frecuencia. Con esto no quiero decir que la comida no valga lo que cuesta, sino que quizá haya otras opciones parecidas y con mejor precio.
De todos modos, doy mi enhorabuena a la gente de Bajo Flores, ya que se agradece que haya locales con tanta personalidad y buena comida.

Me encantan las pizzas a la piedra de este sitio. Punto final… que noooooooo! Las empanadas de carne están exquisitas, para comerse 3 o 4 de una sentada, los provolone buenísimos con el pan calentito que te sirven, las ensaladas bastante completas y un buen entrante al resto del menú. Aunque como ya he dicho, me parecen destacables las pizzas, se nota que están hechas con buen gusto, buenos ingredientes y con el toque de la piedra, que le da un gusto crujiente buenísimo. La carta de vinos no está mal, siempre hay vinos buenos. Los crepes de dulce de leche mmmmmmmmmhhhhhhhh a destacar! pero el resto de postres suelen ser caseros y son un buen punto final a la commida. De precio muy muy asequible y sales casi rodando. Para repetir!

Benimaclet es uno de esos barrios que también está conquistado por los estudiantes, por lo que no es raro verlos a menudo merodeando por la zona. Este restaurante es uno de los puntos más frecuentados.
La historia está en que quedamos mi amiga Laia y yo para cenar y ponernos al día de nuestras ajetreadas vidas de «jóvenes con muchos estudios y poco futuro». Si a mí la Pampa me encanta, imagínate cómo de agusto estoy «bajo flores» ya que los dueños son argentinos. Acabamos pidiendo unas deliciosas pizzas hechas al horno de leña, os recomiendo la de rúcula. Para compartir, nada mejor que una ensalada, cualquiera me vale ya que tienen una gran variedad. Pero todo esto se acompaña de un buen zumo de cebada, como nos gusta a nosotras (mi amiga Núria nos decía que bebíamos más cerveza que los hombres). Tienen una oferta muy amplia de marcas y sabores así como orígenes.
Ojo que hay que reservar porque siempre acaba «petándose». Otro sitio ideal para una primera cita”.

Restaurante con regencia y aires argentinos ubicado en el barrio de Benimaclet cuya especialidad son las pizzas hechas a la piedra en horno de barro.
Tiene un ambiente muy acogedor e íntimo para cenas en pareja, aunque podemos encontrar también grupos de amigos. Es una casa antigua, de las que aún encontramos en este barrio, acondicionada como restaurante, y también dispone de una pequeña terraza interior con encanto y muy poquitas mesas.
La relación calidad-​precio es bastante acorde al local y su trato correcto; la última vez que cenamos allí el precio rondó los 60 euros. Pedimos como entrantes una ensalada, una tabla de quesos y un par de empanadas de carne, típicas argentinas y de las mejores que he probado. Después pedimos una pizza para los dos, ya que los entrantes nos habían saciado bastante, y como colofón, unos crepes de dulce de leche para chuparse los dedos.
Acompañamos la cena con un vino rosado. Su carta de caldos no es muy extensa pero encontramos para todos los gustos, incluso argentinos. Sin embargo, tienen una buena variedad de cervezas.

Os pongo en situación amigos de Unilocal.Fuimos a cenar 4 amigos a los que nos gusta reunirnos una vez al més si podemos. Por nuestra mesa desfilaron 5 tercios de cerveza, una botella de vino, dos pizzas grandes hechas efectivamente y como reza el cartel a la piedra, una ensalada, 4 empanadas argentinas (había de varios tipos, yo pedí la de carne y creo recordar que era la mejor), una tapa de quesos y un surtidito de postres.
El resultado, 17 € por persona y la sensación que el lugar, calidad/​precio era muy a tener en cuenta pero que desgraciadamente, superaba el presupuesto de máximo 12 € que marcamos cuando establecimos el ritual de quedar una vez al mes.
Por lo demás las pizzas eran de un tamaño acorde al precio. Excelente sabor para los no expertos en pizzas como yo. Luego supongo que en más de un Restaurante Italiano las harán mejores pero estas son recomendables. Nada que objetar a las empanadas, empanadas y tapas que pedimos, muy buenas. No recuerdo especialmente como fue el servicio, así que supongo que al menos malo no era ya que tengo tendencia a recordar más los sitios donde te atienden con bordería.
¿Terracita? No :(