Habiendo reservado con días de antelación nos sientan media hora más tarde sin disculparse ni tener un mínimo detalle. Nada más traernos la carta pido una botella de agua que no llega pese a que el camarero viene a la terraza dos veces con agua a otras mesas. Me toca volver a pedirla. El camarero que nos toma nota, mascando chicle, demuestra poca paciencia. Al poco vuelve y me dice que vino blanco de la casa no queda. Pido tinto. Comemos dos principales sin que nos hayan servido ni platos ni el pan. Al servirnos la pizza se dan cuenta que faltan los platos. Los traen sin disculpa alguna. A todo esto durante la cena tres camareros pasan intermitentemente por las mesas haciendo como que miran pero parece que lo hacen por una pasarela de moda. Pido café y la cuenta. A por el café van a Bolivia por lo que tardan. Finalmente me la traen y veo que me cobran 8 € por el servicio. Le hago saber que no nos han servido ni pan ni platos. Me pregunta:¿ por qué no se los he pedido?.Me niego a pagar los cubiertos y reclamó que se presente el propietario. No viene y me toca ir. La dueña ni se toma la molestia de fingir por lo menos de entrada y pedir disculpas por su pésimo servicio y me dice que para que quieropan si he pedido pizza. La señora olvida que tomé zuppeta de mejillones con salsa de tomate y fritura de calamares. Decido pagar y pasar del tema. Penoso el servicio y el trato al cliente. La comida y la pizza bien eso si. Me dio la impresión de que no les viene bien el turismo ya que gozan de clientela del lugar. Que le vaya bonito señora…