Teatro Antonio Varas

Esta sala de teatro me gusta mucho. Es muy bonita, con una entrada muy a la antigua y encontré que las butacas eran cómodas, además que como no es muy grande no importa donde te sientes se verá y se escuchará muy bien. Entre el exterior y la sala de teatro, hay otra salita intermedia en donde te puedes quedar esperando hasta que empiece la obra.
La última vez que fui (con una amiga) compramos la entradas para quedar sentadas más o menos cerca del escenario, pero me quedé esperando afuera a que mi amiga llegara y terminamos entrando muy justas a la obra, así que optamos por sentarnos en la parte de atrás. Aún así, no nos perdimos de nada.
Eso si, gracias a esa experiencia descubrí que en este lugar son muy estrictos con los horarios. Empieza muy puntual y te empiezan a avisar un ratito antes para que entres y quedes bien acomodado. Y lo normal es que no te dejen entrar si es que llegaste tarde, y con tarde me refiero a 3 o 5 minutos de retraso. Son súper exigentes con eso.

Este teatro es de la antigua escuela, dependiente de la Universidad de Chile, hasta hace poco todavía te entregaban ticket de cartón y cuando entrabas te los cortaba un acomodador y te llevaba hasta tu asiento, los que son duros como piedra. Acá vi mi primera obra que me dejó marcada, Juana la Loca, mi madre estaba obsesionada con ir a esa obra y yo como era una gran acompañante, fui con ella, termine llorando con la muerte de Juana.
Este Teatro era el premio de fin de mes por tener buenas notas, mi madre pasaba a la chocolatería que estaba al lado y me compraba algo rico antes de entrar, era el panorama de la vida, amaba sus escaleras con barandas «de oro» amo todavía su entrada y lo que más me gustaba, era ir a ver las pruebas de finales de año de los actores que estudiaban en la Chile.