Sukine

Estuve viviendo en Toronto donde hay demasiados locales de comida koreana, baratos y ricos.
En Santiago, encontramos uno en pleno Patronato. Sukine cumple con mi expectativa de un plato koreano, aunque las entraditas son diferentes.
Me comí un Dolsot Bibimbap, una mezcla de verduras con arroz y un huevo frito arriba, todo viene hirviendo (así que mas te vale revolverlo rápido antes que el arroz se pegue en el plato!). Eso por 5.000CLP. Y viene con una pequeña sopa mas encima.
Te traen un jarrón con agua si lo pides, lo que muchos restaurantes chilenos NO hacen, ya que están acostumbrados a que les pidan bebidas (o aguas minerales… ¿Para qué, si el agua potable con hieloto es tan rica en verano?).
La atención es rápida.
Una buena experiencia para salir de la monótona cocina chilena.

It is such a comfort for me to find a traditional Korean restaurant here in Santiago. Although I haven’t been living here very long I really struggle to find good ethnic food. Coming from Toronto, where we have dozens and dozens of Korean restaurants, I can honestly say that the food here is the real deal.
Most individual dishes are 5000 CPL and include all the banchan dishes and rice on the side. We tried both the Dolsot Bibimbap (rice and vegetables with ground beef and a fried egg on top served in a steaming hot bowl) and the Kinchichiggae (spicy stew with lots of kimchi, tofu and pork) and both were great.
Owners are Korean but waitstaff Chilean. Food came out pretty quick. Don’t bother waiting for your bill, go to the front and pay when you are ready!

Es una gran alternativa si quieres probar algo completamente nuevo. Por 5 mil pesos puedes probar un típico bi bim bap junto s 6 pequeñas fuentes compartidas con distintas opciones de plato. Es buen interactiva la cocina coreana porque hay que revolver todo e interactuar entre lo que pediste y los bocados que te entregan. Algo peculiar es que te entregan naranjas de postre y va incluido en el precio. Los sabores son bastante exóticos y juegan con la mezcla entre dulce y salado. Lo recomiendo. Además, el dueño es bastante grscioso y te muestra cómo comer correctamente.

¡¿Qué?!
There’s Unilocal in Chile?! When did that happen?!
I regret not having Unilocal in Chile: depending on TripAdvisor reviews was hard!
Sukine is a pretty good Korean restaurant in Santiago, in the Patronato quarter. The owners are Korean, but the waitresses are all Chilean, so even you can pronounce Korean and want a dish that’s not on the menu (soondubu), they won’t know what you’re talking about.
I settled on some japchae with bulgogi, and found it refreshing amidst the sea of empanadas and choclo in Santiago. Also really enjoyed their selection of ban chan.

Si buscan un lugar donde los mozos nos hagan un show y abunde el lujo, este no es su lugar. Si por el contrario buscan calidad, entonces sigan leyendo.
Es un restaurante modesto y con una carta super amplia. El mejor indicador de que el lugar es bueno, es porque está lleno de coreanos y japoneses. A los occidentales nos podrán engañar, pero a ellos no.
Vayan con confianza y no duden en pedir cualquier plato (no decepcionan).

Best Korean food in Chile! I love this place so much.
The kimchi is excellent. The prices are cheap and the food is absolutely delicious!
The service is great, but they can get quite busy on weekends so be prepared to wait if you go during lunch time.
I highly recommend Sukine!

At the end of the month, this would be one of our go-​to places to come with work to enjoy flavorful (and spicy!) Korean food while going over the sales numbers.
I recommend making a reservation so you can get a private booth — this really adds to the experience!
They are best known for their parrilladas. Where you can share with a couple of friends, a mini bbq with lettuce, kimchi and other delicious toppings to create a very authentic Korean meal.
Although they have very good dishes, I don’t recommend their seafood (there are so many better, more fresh options).
Hands down their BBQ is the best, but if you are vegetarian, I recommend their spicy noodles (they are my favorite) and I like to accompany it with the sides they give everyone — especially their healthy and flavorful kimchi. You can also order a tortilla of eggs and veggies to share. The beauty of this food is that it is perfect to share with a group of friends or colleagues — if you come alone you won’t be able to try all of these great flavors you probably didn’t even realize you were missing.
Sukine also has a mini market where you can buy traditional Korean ready-​made food and products to take home with you as well.
One of my favorite restaurants this side of town!

No entiendo cómo antes no me atreví a probar la comida coreana, siendo que soy una fiel admiradora de la comida thai, las japonesa y la china, que aunque estas dos últimas están más que chilenizadas, de cierta forma igual nos han acercado a sabores un poco más exóticos que nuestro amado arroz con huevo.
El primero día que llegué, mi acompañante tenía miedo de que el Banchan (una especie de snacks coreanos) que van de acompañamiento al plato principal, me fuera a espantar, pero para nada, porque desde el primero sorbo de sopa, la primera experiencia con el tofu y el repollo en alcohol, se convirtió en un romance que dura hasta hoy.
El restorán es muy relajado, la decoración no cae para nada en el ímpetu de los restoranes internacionales de llenar de «cultura exótica» las paredes, y el mobiliario es simple.
La atención no es que bruto que rápida, pero los garzones van con mesitas con ruedas recorriendo todo el restorán, lleno de platos y posillos de greda negra.
Mi favorito, el Chab Che Bap y el Bi Bim Kuk Su, junto al ya mencionado Banchan, el arroz con sésamo negro, aunque también les recomiendo probar la parrilla a la coreana. Y mi menos favoritos son las sopas con tofu encima, ya que el tofu se deshace completamente y resulta una sopa con una textura de leche cortada nada agradable, al menos para mí.
¡Ah! El precio, para todo lo sano y abundante que van a comer, es bastante amigable.

Un amigo me había insistido mucho para que visitara este local y no me atrevía porque le tenía un poco de susto a la comida coreana por sus sabores radicalmente distintos… porque si creen que es parecida a la comida china, están muy errados. Finalmente acabé aceptando y fui.
Debo decir que es una de las mejores experiencias que he tenido.
Los sabores, por supuesto, son muy distintos, pero hay variedad suficiente para gente un tanto mañosa como yo. Además, con alrededor de $ 4000 sirven mucha comida entre plato principal, sopa y cosas para picar. Como es muy condimentada, obviamente da mucha sed. ¡No hay de qué preocuparse! Está la posibilidad de tomar agua fresca con refill ilimitado.
Es importante también saber que se llena mucho, por lo que recomiendo ir un día viernes tipo 7 de la tarde. De lunes a jueves está más vacío, pero, como dije, la comida tiene un olor muy potente y puede ser un gran problema para horarios laborales. En fin, todo lo que queda por decir es que realmente vale la pena ir.

Como ya lo he dicho, me trastorna todo lo que tiene que ver con la cultura coreana y una muestra de ello es que no puedo pasar un mes sin ir a comer al «Sukine». Creo que mucha gente piensa como yo, pues si llegas un sábado a la hora de almuerzo debes hacer fila para lograr una mesa.
Lo que me hace confiar en la calidad de la comida de este lugar, aparte del precio, es que siempre hay muchos coreanos almorzando o cenando allí. Esto es un buen indicio, pues deduzco que las preparaciones son fieles a las que ellos obtendrían en su país natal.
Mi plato es el «Bibimbap» y debo decir que lo preparan bastante bien. Lo mismo puedo expresar de la «Sopa de cola de vaca» o el «Banchan» (pequeños platos que se sirven antes de la comida y constan de kimchi, tofu salteado, pequeñas porciones de tortilla de cebolla, entre otras opciones).
Incluso, hay platos fríos como, por ejemplo, el «Mae Mil» (dos cajas de madera de fideos integrales acompañados de salsa con hielo) cosa que los hace más aptos para consumir en época veraniega.
Las parrillas en la mesa también son típicas, por lo que sales «un poco» pasado a comida. Así que no recomiendo ir antes de un matrimonio, fiesta o de visita a un hospital (como una vez me sucedió a mí)
Según lo que mencioné más arriba, casi siempre está lleno, por lo que la atención es lenta. Sin embargo, la cocina funciona hasta las 22:00 hrs. y, aplicando al ritmo de trabajo en Corea, abren hasta en días feriados.
Aceptan pago con tarjetas y te dan dulces al momento de cancelar.