Goemon

Fui con mi pareja hace relativamente poco, el local es pequeño pero tiene su encanto.
Hay que tener ojo porque se llena rápido y recomendaría hacer reservas con su buen tiempo de adelanto.
En mi experiencia la comida fue excelente, vale el precio.
Por que no le pongo más estrellas? La verdad la anfitriona del local tuvo un trato muy condescendiente con nosotros cuando fuimos, qué en verdad mato el ambiente y no dejó del todo disfrutar la comida.
El local es muy accesible tanto a pie como en cualquier medio de locomoción.

Comida japonesa de verdad y eso se nota en la cantidad de japoneses que van al local (eso habla de lo bueno que es). Atención muy cordial, donde están dispuestos a explicarte cada uno de los platos, y su historia.
Fuimos en un grupo de 3. De entrada nos llega por cortesía de la casa unas berenjenas, las comimos con desconfianza y estaban exquisitas! Luego seguimos con una degustación de cervezas japonesas con sashimi mixto, gyossas de cerdo (las mejores de la vida) y Kara age de camarón (básicamente un chicharrón de camarón). Todo impecable.
Para cerrar y totalmente recomendado, un Shabu Shabu. Y aquí me tengo que detener… te llega una cocinilla a tu mesa sobre la que viene una especie de olla con verduras y cortes de wayu que uno mismo va cocinando. Una experiencia entretenida y sabrosa.
También tienen menú de almuerzo digno de probar.

Espectacular, como estar en Japón otra vez.
La atención es de primera, la comida con un auténtico sabor japonés, la ambientación es tremenda.
El menú de almuerzo es preciso

Después de un viaje muy largo en auto desde la argentina. Con un hijo de 1 año que le encanta la comida japonesa. Llegamos a este restaurant por recomendación. Y sin duda será nuestro segundo hogar en Santiago. Atención excelente! Comimos sashimi, ramen, katsudon muy rico !!! Todo muy fresco!!! Muy recomendable

Meh, nothing to write home about, really, pretty basic stuff. Miso was too hot. They forgot my order of gyoza, and the sashimi was ok, but not impressive.

Si quieren comer comida japonesa de verdad, no pueden dejar de ir a Goemon. Es realmente muy tradicional, y tiene un montón de platos calientes difíciles de encontrar en otros lugares.
El chef es un señor japonés muy calladito que hace con mucha dedicación cada plato, así que tienen por seguro que comerán algo hecho con cariño.
Cuando vayan, no se extrañen que esté lleno de asiáticos, es que este lugar se ha vuelto una picada bastante popular entre ellos. Y para que no se quede sin mesa, le recomiendo que reserve con antelación.

As an North American in chile it is hard to find decent Japanese food, until now! Better than in the US. I’m used to mock crab, so you can imagine my excitement to see real crab! Will always come back when visiting mi familia!

Comida japonesa no es sinónimo de sushi lleno de queso crema y palta.
Aquí van a poder comer como en un izakaya, tienen una variedad amplia de tapeo japonés que se puede disfrutar con una buena cerveza japo (Asahi, Kirin o Sapporo).
Pero el fuerte aquí es tomarse una buena sopa de ramen o lo más atractivo a la vista que son el sukiyaki y el shabu-​shabu. Ideal para compartir entre amigos.
Fuimos seis personas y pidiendo un sukiyaki y un shabu-​shabu terminamos conformes. Pero si son de mejor comer, pueden pedirse antes unos gyozas, tal vez los más ricos que he probado en Santiago.
He ido varias veces y la atención siempre ha sido la misma: excelente.

Que lástima.
Era uno de el mejor restaurante japones aqui en santiago.
Especialmente dentro de comunidad japones, era muy popular.
Pero hoy fui al comer y note algo habia sucedido. o sea habia cambiado el sabor y toque. Pedímos 2 Ramen, y un plato de sushi.
Era muy autentico japones, pero ahora, algo mas o menos.
Me dijeron que el maestro de Sushi (era japones) ya no trabaja por ahí.
El chef (chico chileno) estaba bien, pero no era como antes.
Ya que servicio lamentablemente demasiado lento, y el menu tambien ha cambiado.
Ahora no sé a donde podría ir, cuando queramos comer comida Japones…

Un lugar con cocina bien tradicional japonesa. Y de la buena.
Te lo digo yo que como arroz desde que soy feto ;)
Más allá del sushi, no hay que dejar de probar los platos típicos, desde las sopas hasta los teishokus (set con varios platitos).
De verdad vale la pena conocerlo y probar nuevos sabores.

Con mi novio nos gusta buscar restaurantes de diversas nacionalidades y probar la comida. Por lo mismo, buscamos un restaurant japonés que sirviera más que sushi y quedamos gratamente sorprendidos.
Siendo una partidaria de que todo lo que hay en la mesa es para compartir, pedimos varios platos para prbar entre los dos, de los cuales destaco la albacora… ¡¡maravillosa! De hecho la recordé y se me hizo agua la boca. También pedimos unas hamburguesas, gyosas, camarones y ramen.
¿Se han dado cuenta que la comida tiene mejor sabor cuando está hecha con cariño y dedicación? Eso sentimos en Goemon, probamos en nuestros paladares el amor del chef por la cocina y cada uno de los platos que prepara.
Para mi gusto, un punto en contra es la decoración: hace falta más nipón y no tanta decoración japonesa de Patronato.

Llegué a este restaurante por recomendación del la gente de Zomato, resulto ser un pequeño y acogedor local que a mi parecer le falta un poco de cariño, dispone de uno que otro toque decorativo tradicional nipón. Salta a la vista inmediatamente, gracias a los letreros de su parte exterior, que saben lo que hacen, o por lo menos que dominan el japonés como idioma, prueba de ello fue ver la carta y escuchar mientras pensaba que ordenar durante ese mediodía al chef transmitiendo al personal de sala alguna que otra palabra en japonés de utilidad para la atención en un restaurante de esta temática… Sin embargo, las señoritas ignoraban lo que eran edamames.
Comencé mi aventura con unas gyozas artesanales que estaban en su punto, con un sabor en su relleno equilibrado, muy bien elaboradas al igual que su aliño, demostrando un buen dominio de la técnica, cosa que es muy difícil encontrar en estos días. Desafortunadamente para mi, no contaban con toro, por lo que pedí unos nigiri de maguro (atún), los cuales a mi parecer estaban sobredimensionados, el atún era de una calidad media, me enviaron dos piezas con distintos cortes y a pesar de que el shari se desgranaba en el paladar como es debido, le faltó vinagre, me imagino que está adaptado al público local. No obstante lo mejor que he probado en Chile hasta el momento. Exquisito el tori karaage, elaborado con el contramuslo de pollo, crujiente y poco grasoso, sin indicios de la abundancia de aceite que se suele ver en otros restaurantes, por tanto excelente en su ejecución. La disposición de los elementos en cada plato fue sencilla y bien presentada. Aunque el gerente se encontraba aparentemente muy a disposición de los clientes frecuentes, faltó un poco de esmero para los nuevos que allí nos encontrábamos, el personal de sala fue simpático aunque no tan profesional, faltó orden en la atención.

Al Goemon llegué el año pasado con mis compañeros de japonés para celebrar el fin de las clases. Necesitábamos un lugar que cumpliera con dos condiciones no negociables: que fuera realmente japonés y que los precios no fueran excesivamente caros. Goemon destacaba en ambas categorías.
Como formaba parte del comité creativo, me tocó ir a testear el lugar antes de tomar la decisión final. La primera vez, porque fueron varias veces, no puedo tomar una decisión de ese calibre con poca información, pedimos un sukiyaki que fuimos preparando nosotros mismos en una cocinilla portátil que ponen en la mesa. El sukiyaki del Goemon consiste en finos, ultra finos, cortes de wagyu, cebollines, tofu, y tallarines de arroz, todo cocinado en una mezcla maravillosa (aquí está la magia del plato) de salsa de soya, un poco de azúcar y mirin.
La segunda vez fui a la hora de almuerzo y pedí un tendon. Delicioso. La tercera, también a medio día, me decidí por un teishoku, es decir, por el almuerzo del día, que incluía un cuenco de sopa, plato de fondo, arroz y un postre de extraño atractivo por su salsa a base de soya y azúcar.
Lo que más me gusta del Goemon es el ambiente íntimo del pequeño local. Está atendido, gestionado y cocinado por japoneses (muy ceremoniales). Lo otro que me gusta es que la carta es chiquitita pero la complementan con piqueos del día durante las tardes. Es, por lejos, mi restaurant japonés favorito de Santiago. Lo recomiendo para días en que te puedas tomar el tiempo de disfrutar de un buen plato en un ambiente acogedor, sin prisas ni urgencias.

Este local japonés fue todo un descubrimiento para mí.
Entré un día y me recibió un amable señor japonés con una reverencia y un «konichiwa»… Ahí yo dije: «Ahhhh… Acá la cosa es japonesa de verdad». Así que nada de sushi, iba a probar comida japones tradicional, así que pedí el menú del día. El menú era bien completo, traía unos apanados de cerdo con repollo, arroz, unos tipos de gyosas, sopa y una especie de repollos agridulces. Lo más extraño era el postre que parecían yemas de huevo, pero duras y dulces… Fue una experiencia diferente y agradable.
También he pedido sushi para llevar. Muy rico, pero al estilo tradicional (nada de queso crema ni palta).
Recomiendo 100% el probar algo distinto al sushi y aventurarse con otros platos de la cocina japonesa. No es barato, pero vale la pena.
Los señores japoneses que atienden se ponen muy felices si te despides con un «arigato» y una pequeña reverencia y te contestan con un gesto ídem y un «arigato gozaimasu».

Cada vez que pensamos en comida japonesa, lo primero que se viene a la cabeza es el barquito de sushis con los jengibres de adorno, pero hay más! Y Goemon lo trae.
En Goemon el cliente puede hincar el diente al menú del día (Teishoku) que comprende un plato de sopa, ensalada, fondo c/​arroz y postre, o echar un vistazo a la carta. A la carta encontramos los clásicos sushis; distintos rolls, sashimis y nigiris. Todos con los más frescos productos del día.
Si quiere comer algo más calentito, tienen variados platos individuales y otros para compartir, así que si va, no deje de probar el katsudon (chancho apanado, huevo, cebolla) o el ika yaki (calamar asado).
Para tomar puede probar 2 tipos de cervezas japonesas, o inclinarse por la cortita pero interesante carta de vinos con varias cepas para acompañar los platos.
La atención anda bien, te explican con mucha buena onda todas las preparaciones y las 6354 dudas que tengas ante una carta variada y novedosa de comida japo.