Fausto Discoteque

Me contaram q era a balada gay mais antiga da cidade, que sobreviveu à ditadura militar e tudo mais, então eu precisava ir conhecer.
Funciona em uma casa antiga, com decoração opulenta, beirando ao kitsch, com molduras e detalhes rococó pelas paredes e tetos, junto com muitos espelhos.
A casa tem 2 pistas de dança, um fumodromo grande vários sofás pelos ambientes. Três bares diferentes onde a bebida é cara.
No dia que eu fui, quinta feira, homens entravam de graça e teve show de drag queens locais. A música se resume ao pop internacional e algumas músicas pop em espanhol.
As pessoas não dançam tanto quanto aqui no Brasil, mas estão todos lançando olhares.

Drag, glitter, house music and happy hour that kills… what more do you need on a girls night out?
Fausto, known for being the oldest gay club in Santiago (and possibly in all of South America), is not only a historical site, but is the hub of gay nightlife (there is a reason it has been around for 34 years).
Because of this and because I wanted to go somewhere with good house music, a fun atmosphere and a place where I could dance how I wanted without worrying about getting bothered by anyone, I chose Fausto for my Birthday (and it was by far one of my most favorite birthdays in Chile).
With a large group of friends (including my partner and some of his guy friends) we headed to Recoleta to the somewhat hidden, Fausto Discoteque. Because we arrived before 12am we didn’t pay an entrance but depending on the night, it can be anywhere from 3mil to 5mil.
The best part of the night had to be the drag show — the girls were dressed to the nines with feathers, glitter, fake eyelashes and bigger hair than Marie Antoinette.
The night ended perfectly. My partner and his friends received some free drinks, a friend ended up meeting someone and I was able to dance the whole night with my friends uninterrupted.
Tip:
Depending on the night (and your gender) if you get there early, entry is free!
Mondays are karaōke night. Come with friends and sing like no one’s watching!
Don’t miss the drag shoes on Thursday (check the event calendar on their site for more details).

He ido a Fausto una sola vez acompañando a una pareja de amigas. Nunca había escuchado ni la más remota señal de que existía esta disco gay. En verdad que sea gay o no, no es tema, lo importante es la música y el panorama que ofrecen.
Justo ese día hubo una fiesta de espuma, la cual nunca olvidaré. La razón: casi muero ahogada.
Con mis amigas fuimos muy lindas. Recuerdo que andaba con pantalones de tela una polera corta y unos zapatitos negros de charol. Cuando entramos me sorprendió ver la cantidad de hombres por todos lados, mujeres habían 0. Éramos como el centro de atención, lo que todos miraban cuando pasaban, y no por lo lindas o atractivas, sólo que en aquella época la entrada de mujeres era casi prohibida, un mito, una leyenda que rompimos.
Nos compramos un trago y a ¡BAILAR! presenciamos el show de una chica transformista la cual nos hizo reír mucho, posterior a eso pusieron más música hasta que comenzó a lo que íbamos.
Al principio todo bien, cerraron la pista más pequeña y empezó a aparecer la espuma en cantidades exorbitantes, tanto así que en menos de 10 minutos ¡¡ya me llegaba hasta el cuello! tuve que subirme a una silla para evitar morir asfixiada y aún así la espuma seguía subiendo. Llegó un punto en que sólo veía espuma, nada de gente y ahí me preocupé. Por el micrófono pidieron al chico que controlaba la máquina de espuma que parara porque era «too much» y ¡NUNCA LO HIZO!
Cuento corto: la máquina se averió, la cantidad de espuma fue una exageración, tuvieron que evacuar, llegaron los bomberos y los perlas que estuvimos en esa piscina de espuma nos morimos de frío camino a casa.
Conclusión: nunca más asisto a una fiesta de estas características. Por lo demás el local me gustó, los tragos tienen un precio moderado y la música se agradece. Buenos temas y en remix.

«Plumas, lentejuelas y mucha testosterona»
Durante la previa del cumpleaños de mi polola del año pasado y tras mucho debate de donde seguir el onomástico, una de las asistentes sugirió un lugar poco común argumentando que su música es genial y que los hombres no pagaban entrada, me pareció raro ya que por lo general es al revés pero también me pareció la raja la idea de ahorrar unas luks en entrada alguna vez!
Asi fue como terminamos en el Fausto un lugar con gente súper divertida y amistosa, si eres de mente cerrada recomiendo mejor no asomarte, pero si eres una persona respetuosa y que solo quiere pasar un momento agradable no es un mal lugar.
Algo para destacar sin duda son los shows que ofrecen sus artistas un espectáculo de plumas, lentejuelas y mucha testosterona que realmente vale la pena ver, este lugar esta abierto hasta altas horas de la madrugada y esta ubicado cerca de calles principales lo que lo hacen de fácil acceso.

Es la discoteque más antigua y provocativa de Sudamérica. En sus inicios se escribían crónicas sobre lo «escandaloso» del lugar. Pero en la era Ley Zamudio ya es un lugar de culto, donde se hacen shows de transformistas de alto nivel y muy divertidos, ¡risas aseguradas!
Depende el día en que vayas es el Fausto que te encuentras (primero si puedes entrar porque está muy camuflado). Los lunes en más la onda pub y karaōke. No he ido porque no soy muy fan de los karaokes y la gente haciendo show pobre cantando Paulina Rubio.
El mejor día: los jueves. Es gratis para los hombres toda la noche y las mujeres pagan $ 5000 pesos, que es una forma sutil de decir SÓLO HOMBRES. Pero yo voy igual convenciendo a mi amigo gay de que me pague la entrada si quiere que lo acompañe.
No hay Redcompra y tienen tres pistas de baile, una donde la música es llevada al extremo del remix (horrible) y otra donde ponen las originales. La otra pista no sé donde rayos está. Homenaje al pasillo oscuro que antes tenían y al que, obviamente, jamás entré.