El Rincón de Los Canallas

Una verdadera canallada.
Llegamos, esperando un lugar acogedor, con una buena atención, y con una buena mesa.
El lugar, de acogedor, no tiene nada. De hecho, tanto papel colgado es un tanto asqueroso, parecen rollos de confor colgados de las paredes de un hospital psiquiátrico; horrible, y con una apariencia de falta de higiene.
La atención, ahí no mas. El pan que te sirven no tiene niun brillo, es algo añejo diría yo, y el ají, verde, tiene la apariencia de haberse reciclado de forma constante desde los años 80.
Ahora bien, con respecto a la comida, una verdadera estafa, aún estoy mascando lo penca que es ésta porquería de boliche. Primero que todo, más de la mitad de la carta no servía ya que solamente habían prietas, longas, pernil y arrollado. Pregunté por las longas, pensando que las traían de Chillán o de algún pueblo de mierda donde los sabores son mas amigables, y la garzona, sin asco, me dice «no, son PF», de cagao no sirven longas Til.
Pedimos el Arrollao con longa, y agregado, el cual costaba $ 10.800 !!!, es que no lo puedo creer!!, evidentemente que me aweoné en pedir eso, practicamente que ni vi el precio, pero tomando en cuenta que el arrollado con agregado en el mítico y excelente «hoyo» cuesta no más de $ 7.500, pensé que no podía superar ese valor, pero bueno, tanto mi Sra., y yo no nos fijamos, y bueno, gol de media cancha.
El plata era muy decepcionante. Un arrollado muy mal hecho, con poco sabor, con una grasa incomible, con una longa til, una porción de arroz sacada de una olla de comida para regimiento, un par de vetarragas y lechuga escarola, todo en el mismo plato. Ni siquiera fueron capaces de servir la ensalada aparte !!!
Pedimos una bebida de litro, la cual costó $ 3.000, (Fanta), ya que obviamente no habían más que dos marcas /​sabores para elegir.
En definitiva, nos gastamos 25 lucas por una atención mediocre, y una comida horriblemente mala. Me importa un soberano %&$! lo que significó éste local en tiempos pasados, y el supuesto misticismo que tiene, pues no existe !!!, la comida es horrible y carísimo.
Siempre se define a un local ideal con las Tres B, verdad?, bueno, bonito y barato. Pues bien, yo definiría a esta porquería con las Tres C: Caro, Cochino y Canalla !!!
NO VAYAN !!!

100% recomendable si quieres probar Comida Típica Chilena. Los especiales durante el almuerzo son baratos y buenísimos, aparte con un ambiente genial donde el Gran Canalla va relatando lo que pasa en el local con un micrófono. Cosas como: «hay veneno para todos» «tenemos convenio con las pompas funebres» se podrán escuchar, para después dar paso a un cantante de música típica chilena que incluso le hizo una canción a la Selección Chilena.
Especial para extranjeros!

Canalla llamando canalla! Un restaurante acogedor, mantiene el encanto de su historia, en el que la gente podía «pasarla bien» en medio del caos que se estaba viviendo, el primer canalla Don Víctor Painemal que pese a las adversidades ofreció un espacio a sus vecinos, familiares, amigos y a quien lo necesitará para escapar al menos unas horas, pasarla bien y compartir una rica comida.
Ahora es una lugar divertido, con comida y bebida típica de Chile, en las paredes se ven los mensajes de todos los que pasaron por ahí y dejaron su huella como buenos canallas.
Hay platos individuales y para compartir con nombres divertidos, nos toco comer un Refugio 33, que alcanza para 4… Y más.
No olviden hacer su reserva que hay veneno todavía!

Lugar lleno de encanto popular y un pasado historico, Victor Painemal Martinezoria primer canalla, como nace «Los canllas“es una historia entretenida, emocinante y valga la redundancia llena de historia, se refleja la identidad del verdadero chileno… si pueden se meten a su página y la leen.
En cuanto a la comida encontraremos, perniles, prietas, longanizas, arrollados, chuletas, hay por ejemplo para dos personas el refugio de los 33 (2 prietas, 2 longanizas, 2 chuletas un pernil) cambie longanizas por prietas, con una papa cocida, un arroz y ensalada, pebre y pan, alrededor de los 12.000,el encanto es la ambientación y sabe que fue un lugar lleno de historia, entran a cantar música popular y las paredes están llenas de notas de gente que ha ido dejando a través del tiempo.

El Rincón de los Canallas, un clásico restaurante atendido por su dueño, Víctor Painemal. En los tiempos de dictadura este local hacía de sede para quienes estaban en contra del régimen militar, como había toque de queda se quedaban a contertulizar. Para entrar había que decir una contraseña. Luego de la dictadura se estableció como «Chile Libre». Yo fui cuando estaba en la calle San Diego. Almorcé un plato de fideos gigante con salsa de tomates aliñada con hojas de laurel, así lo hacía mi abuela. Genial, además puedes degustar parrilladas de entrañas, con chunchules, prietas y papas cocidas, lengua, pernil, todos los platos de la carta son alusivos a política. Un buen pipeño para acompañar. Hay gran variedad de vinos. Un lugar mágico y con historia. En las paredes se lucen mensajes que han dejado los visitantes. Hoy está ubicado en calle Tarapacá. También tiene página web

No hace mucho que lo visite, teniendo una experiencia un tanto dividida.
Por un lado, representa mucho de la identidad de los clásicos bares populares característicos de hace algunas décadas. Dada la mezcla de la idiosincrasia popular y ese folklore del típico «roto chileno».
Destacando su legado por las innumerables dedicatorias que recorren tanto las paredes, techo, cuadros, mesas y cualquier espacio en el cual se pueda estampar.
Ademas su connotación política libre que es lo mas llamativo, con obvia inclinación mas enfocada al pueblo.
Lo que me causo gracia fue el hecho del trato de la gente que trabajan en el lugar, ya que no eres un simple pelagato, sino un «CANALLA», algo que le entrega aun mas identidad.
Sobre los tragos y la comida, puedo ser un poco mas critico, ya que, deberían mejorar la calidad de los perniles, el arrollado prepararlo con mucho menos grasa, las prietas son muy secas y a las empanadas ponerles un poco menos cebolla.
Los precios creo que hace rato dejaron de ser popular, pero aun así vale la pena, ya que es unos de los lugares típicos en Santiago, que para de alguna forma, sacarle el rollo a la idiosincrasia popular de todos los que nos consideramos rotos chilenos.

Existe un lugar en el centro de la capital, ubicado en el barrio Bulnes que está en el inconsciente de todos los santiaguinos y que es imposible no visitar.
Se trata del «Rincón de Los Canallas», un bar restaurante con más de 30 años de historia y que fue muy popular en la dictadura. Ya que era unos de los pocos lugares que en ese tiempo funcionaba clandestinamente de «toque a toque», con música en vivo y comidas típicas chilenas.
El lugar sigue manteniendo su mística y encanto encarnada en su dueño, «El gran Canalla» Víctor Pinemal, un llamativo «viejito» que hace de anfitrión y controla todo el lugar. Tocando su popular campana y gritando los «santo y señas» que en la década de los 80 eran requisito para entrar al lugar como, «¡¡Chile libre canalla!!» O «¡¡Puro veneno!!».
Sin duda alguna este es un lugar que deben visitar para conocer su llamativa decoración, muy chilena y especial, donde cada rincón de la pared está cubierto con un cuadro, banderas o fotos que reflejan la idiosincrasia de un Chile popular. Y además disfrutar de los perniles enteros con marraqueta, sopaipillas, pebre, colaciones de“mechada con arroz”, cazuela de vacuno, ponches, bueno vinos o de un terremoto.
Horarios de atención:
Lunes a Jueves, almuerzo de 13:00 hrs a 16:00 hrs y Cena de 19:00 hrs a 00:00 hrs
Viernes a Domingo almuerzo de 13:00 hrs a 16:00 hrs y Cena de 19:00 hrs a 01:00 hrs
Sitio Web:
Facebook: