No he estado en los otros Bonafide que hay en Santiago, pero al del Costanera Center lo noto lúgubre y desprovisto de productos. Como si le sobrara espacio. Quería comprobar si aquí preparan el café tan feo como en Argentina y se nota que hasta en eso es igual: un café excesivamente torrado que combinado con agua hirviendo da un café fuerte. Tan fuerte que hago morisqueta cada vez que lo pruebo. Tomar café negro aquí es como inyectarse 50 gramos de caféína pura en las venas. Es recomendable pedirse un cortado o un café con leche. Bonafide está entre las cafeterías del mall que no son competitivas, ni en precio ni en calidad.