Barandarian

If you’re a tourist looking for a good meal and a good drink, this is the place! A must try is their Reineta Ceviche or their Lomo Salteado with the best «Pisco Sour» you’ll ever have in Santiago. Portions are big and can be shared, keep in mind that everything is costly in Chile but it’s totally worth it!!!

Caro para la calidad de comida. Pedimos menú de niños y en la cuenta llegó como el plato más caro. Hay mejores opciones en la zona

After a huge hike in the parque, we came back down exhausted and starved for some good food. We stopped here and had a really good experience. The service was super friendly and helpful, and the food was flavorful.
We started with some Pisco Sours Peruvian style which were excellent and refreshing. Ice cold with a great zing. The apps of ceviche were wonderful. Fresh and flavorful with onion, lemon and cilantro were just what I needed. The choclo was probably good but not totally to my taste. The main courses which I sampled all were great… it was around this time that the food coma sunk in and I needed a nap. At least it was well earned today.

Aunque soy tan chileno como los indios pícaros, en mi corazón (y estómago) hay una parte importante reservada para gastronomía de nuestros hermanos nortinos.
Hace unos días atrás para la celebración de mi cumpleaños con mi familia, fuimos a buscar lugares a bellavista. Era un viernes en la noche, así que ¡sorpresa! el local al que ibamos a ir originalmente estaba lleno y decidimos dar vueltas.
Encontramos a este otor local, una casona roja, igualmente llena pero lo suficiente como para poder esperar a la chilean way para luego apotingarnos en una de las varias mesas,
Pedimos una entrada de «apetizers» de tamaño algo pequeño pero que estaban bien de sabor, en especial el pulpo. Para tomar, unos pisco sour ENOOORMES y buenos (cuidado conductores, nosotros pedimos los medianos y eran de aproximadamente unos 400mL). De platos de fondo ají de gallina, carne a la chorrillana (de la peruana), cordero con salsa verde y una «trilogía de carnes» consistente en camarón, pollo y vacuno. El precio por persona era de aproximadamente $ 11 000
Los platos estaban todos en calidad buena, nada muy sobresaliente, pero rico. El que se llevó el elogio de todos era el ají de gallina, bien condimentado pero a la vez suave.
De postre pedimos unos suspiros limeños, aunque para mi gusto estaban muy avanzados en la reacción de Maillard (caramelización) así que olvídense los que no les gusta mucho el dulce.
En conclusión estimado chungungo, si pasa por el local le recomiendo pedir el ají de gallina junto a un pisco sour pequeño para no quedar dando vueltas.