Fuente Mardoqueo

El mejor lugar para el guatónismo armas tu sandwich a tu gusto ciento por ciento recomendado para gordos y flacos

Literalmente para quedar con el ombligo afuera, tiene 2 aspectos débiles:
1.- Estacionamiento (solo 4 lugares en el local)
2.- Precio (bebida + sandwich promedio $ 8.000 p/​p)
Los puntos fuertes son la mayonesa y la variedad de los aderezos, la higiene y la rapidez. El gran valor es la contundencia y pornsupuesto la decoración. No espere un lugar muy íntimo, ya que sin dudas es comida rápida.

Es un lugar agradable por la experiencia, la decoración, ver cómo te preparan la comida y el uniforme del personal a primera vista es muy grato.
La comida es buena pero no espectacularmente emparedados son clásicos y muy grandes. Pero les falta magia, innovación y picardía es un lugar agradable pero pero a veces no es suficiente le falta alma.

No se porqué tiene tres estrellas si la verdad es una buena sandwichería. A favor, es un sandwich caliente incluyendo el pan, tienen exquisitos ingredientes frescos y naturales.
Osea se nota cuando el tomate es ¡the real!
Volvería.

Fui a la de Bilbao con Hernando de Aguirre, imperdible el chacarero y hay shop de miles de cervezas y gran variedad de cervezas embotelladas chilenas y extranjeras. Da para irse de «cata» cervecera. Característico por sus tamaños: chico o normal ?! (El chico es enorme)

Débil. Reconozco que no pedí lomito y opte por un barros Luco (que viene en churrasco) pero lo cierto que la carne estaba dura y el pan un poco seco. Además muy caro. No entiendo el hipe. Eso sí, buena selección de cervezas.

Solamente escribir que la Fuente Mardoqueo es un lugar ideal para comer en el horario que tú desees (desde las 09:00 hasta las 23:00). Recomiendo los sandwich chicos, pues el tamaño normal excede al nombre. También encontrarás una gran variedad de aderezos para el deleite del paladar. Otro punto es la ambientación del lugar, la cual permite rememorar situaciones del pasado (máquinas de costura, espadas, cuadros, etc). Tanto el lomo como el churrasco tienen un gusto a los platos que hace la abuela, con el sazón que buscas para estar satisfecho después de comer…

Los mejores sándwiches de chile sin lugar a duda, bueno, harto pero no barato. De repente pagar algo mas caro pero mas rico y de buena calidad se aplaude.

Bien débil la cocina, me quedo con las cervezas. En una ciudad que tiene muchas sandwicherías quedar al debe no se lo pueden permitir.
Noto calidad en la idea e intención, pero pésima ejecución, sobretodo x tener churrascos pre cocidos en agua, baja calidad del queso, falta de sabor y planchas tibias.
Decepcionante.

Como muchas fuentes de soda de inspiración bávara, los sándwiches son abundantes, ricos aunque caros. Pero lo que realmente distingue a este local es sus sistema de bancas, que es como se usa en los biergartens de Alemania, su decoración basasa en diversas colecciones y también, su personal, que al parecer es estrictamente caribeño.

Cantidad, no calidad. Ese pareciera ser el titulo de la canción aquí. Sándwich es muy difíciles de terminar por lo grandes, pero no particularmente ricos.

Antes de que leas debo decir que soy fanático de los lomitos italianos, por lo cual hablo con propiedad.
He probado muchos en distintos lugares de Sgto., pero un amigo me desafío y me dijo «Anda al Mardoquero, quedaras loco» como buen admirador de los lomitos italianos fui, además que el local de Providencia me queda cerca. (Av. Fco. Bilbao 2639, entre Luis Thayer Ojeda y Hernando de Aguirre), Providencia) iba con hambre, así la exigencia siempre es mayor. De entrada todo bien, local no grande, pero si cómodo, mesas grandes y todas con servilletas, salsas, mostazas etc., en algunos lugares debes andar pidiéndolas a otras mesas, acá están bien cubiertos con eso. Además tienen una persona exclusiva para atender las mesas.
Y los lomitos? La verdad de 1 a 7 un 6.0. Buenos, contundentes, y buen sabor. Muy buenos.
La atención es rápida, pagas al final de comer todo y lo puedes acompañar con un shop de distintas marcas de cervezas, pero de las buenas. El shop no es aguado y es servido en jarra grande y helada.
Los precios… no es barato, tampoco muy caro, pero es un precio bien en cuanto a lo que se recibe. Un buen sándwich esta en los 5 a 6 mil pesos, dependiendo el que escojas.
Recomendable y ojo tienen otros locales que puedes verlos en su página web.

Fui a la Fuente Mardoqueo de Bilbao, porque conozco su sede original en Santiago centro. La verdad es que me llevé una pequeña decepción…
No es que sea malo, para nada, igual si estás por el sector lo recomiendo. Pero no es para cruzar la capital por el local de Providencia. Sí por el de Yungai.
Más pequeño que el original, conserva su mismo estilo y también preparan los platos a la vista. Platos que son de las mismas monstruosas proporciones. Ojo, un amigo, –fanático y conocedor del lomito-​, dice que la calidad del de acá no es la misma.
En la mesa, las mismas variadas opciones de mostaza (me encantan!), salsa de ají, salsa de ajo-​oliva, esperan para condimentar aún más el plato. Sin embargo, siento que no está a la altura del Mardoqueo del centro. Lo bueno, es que es mucho menos concurrido.

Tentada de ir por un sándwich (en adelante, sanguche) tradicional, sabroso y de proporciones monstruosas al clásico Mardoqueo del Barrio Yumbel, me encontré con un local del mismo restaurante, en plena Providencia.
Fui a comerme el respectivo chacarero (el chico, porque el grande es para comer de a dos) con abundante y suave mayo casera, que se puede complementar con las salsas del mesón: barbeque, mostazas variadas, salsa de ajo-​oliva, salsa de ají verde. Rico. Para quedar con el ombligo parado.
Más rico aún con el shop Grassau de piñones: un poco más ácido que las otras variedades, pero intenso y refrescante, que hace sinfonía en la boca al tomarlo seguido de una mascada del sanguche de turno.
Hay que decir que pese a que mantiene la decoración de su casa madre –aparatos de todos los tiempos, cuadros, cámaras de fotos — el local de Providencia no tiene la misma onda, la mística (tal vez por lo poco popular del barrio o porque no está atiborrado de gente). Pero es una ventaja, ya que nunca hay fila y tampoco dan número de atención como en el Mardoqueo original.
Picada, no por el precio (ref: Chacarero Chico, cerca de 5 mil pesos) sino por lo sabroso y abundante. Abierto de las 12 del día a las 11 de la noche.

Conociendo ya la fama de la Fuente entre muchos avezados amantes del lomito, partí a probar la Fuente que –peligrosamente– se instaló al lado de mi casa. Las 2 veces que fui, siempre fui en busca del lomito italiano.
Igual que en la otra Fuente, de Barrio Yungay, hacen los sánguches ahí mismo a vista y paciencia del hambriento comensal: una torta más que un sánguche, una gran capa de lomo, gruesas rodajas de tomate, cucharones de palta y lo mejor, esa mayo casera que arregla cualquier problema.
El lomito estaba rico, si, pero nada del otro mundo, distinto a la Fuente de Yungay, cuyos lomitos te dejan llenos de comida y felicidad.
He ido un par de veces más y se nota la diferencia entre una y otra vez, me parece que va por el lado de las variaciones en la calidad de los productos, no sé, pero me quedo con Yungay de todas maneras.
El lugar es muy amplio y tienen varios (VARIOS) tipos de salsa en las mesas para hacer más sabrosona la experiencia, a mi me gusta, pero he escuchado que a varias personas les molesta tanta salsa que no deja espacio suficiente para comerse el sánguche como corresponde.