Bombete

gran local para celebrar cumpleaños, celebraciones, fiestas por todo lo alto
Su dueño, Rubén, será el mejor anfitrión así como animador principal,
Botellines helados a 1 € /​Copas a 5 bien servidas /​Música y cachondeo en el interior.

Descubrí este bar de copas por casualidad. Fue una noche en la que salimos mi pareja y yo con unos amigos. Éstos nos preguntaron si conocíamos el Bombete, pero nunca habíamos escuchado hablar de este local. Al parecer los dueños son Los Morancos y sentí mucha curiosidad por ir.
Pues nada, allí nos presentamos. Al entrar me llamó mucho la atención la decoración: todo muy pintoresco y vivo. Nunca había visto nada igual. Es diferente al resto de pubs que hay en Sevilla. Hasta me atrevería a decir que se encuentra entre los mas originales.
Además con cada pedido nos ponían un cuenquito de frutos secos, golosinas y palomitas… cosa que me encanta que hagan en un pub ya que es perfecto para acompañar las copas. Y también recuerdo que nos regalaron un chupito, que no puedo decir de que era porque no me acuerdo, pero estaba bastante bueno. Por otra parte es evidente que tengo que hablar de algo que me llamó mucho la atención: los baños también muy llamativos y con unas puertas de lo más singulares. Daban ganas de ir al baño cada dos por tres para sólo pasar por las puertas… jaja!
La verdad es que pasamos una noche muy buena.
Un pub muy original y por supuesto con mucho arte ;)

Bombete es un bar de copas de los Morancos, bueno creo que solo de Jorge. El sitio, como estos humoristas, tiene toda la gracia del mundo, destacando una decoración muy llamativa, basada en muchos colores y lunares…
Por ahí le llaman «sucursal» de los Morancos y por lo visto el sótano fue utilizado para los ensayos de esa chirigota que hace un par de años, dirigida por «el canijo» de Carmona, llevó el arte sevillano a mi querido teatro Falla. ¡Cuánto se habrán reído esas paredes con todos esos personajes por ahí pululando!
El local está muy bien para pasar un buen rato y si te gusta eso de ver en «er vivo y diresto» a algún que otro famosillo, aquí tendrás bastantes oportunidades. También, en ocasiones, hay actuaciones en directo y si no, la montan algunos de los clientes que no dudan en arrancarse en un cante tan «jondo jondo».

Este sitio está situado en una zona en la que no proliferan mucho los sitios «modernos».
Ya desde la calle llama la atención. Por un lado el rótulo con el nombre, bastante llamativo, y por otro, una cristalera que deja ver el interior.
Fui con una amiga a la que hacía un montón que no veía, entramos al sitio este y, a pesar de todas las cosas que teníamos que contarnos, estuvimos un buen rato comentando la decoración.
Es todo de colorines. Muchos colorines y muchos lunaritos. Motivos flamencos siempre que hay oportunidad. Grandes dibujos en las paredes. Sillones de lunares. Puertas de «Saloon» para entrar al baño, por supuesto también de colorines.
¡¡Un piano de pared! que nada más entrar pregunté si podía tocarlo pero estaba desenchufado… vaya hombre…
En fin, todo un espectáculo de lugar. Desde luego no deja indiferente a nadie que entre.
Estuvimos allí un buen rato porque como además estaba vacío y teníamos tanto de que hablar pues decidimos relajarnos.
Y claro, si te sientas en un bar vacío y la gerente/​camarera es un pelín cotilla/​habladora… pues ¿qué os voy a contar… sólo os digo que acabó sacando una tela de estas rojas de la que cuelgan relojes… así, como os lo cuento.
Pero merece la pena ir, aunque como en este tipo de sitios, suben un poquito el precio. Supongo que para amortizar lo que se han gastado en pintura de lunares.