Pozo

Llegamos aquí a comer de menú del día y nos recibió super amable el RRPP, que nos mostró todas las zonas del restaurante, incluido el salón abovedado del sótano ideal para eventos privados. Tras eso nos puso como aperitivito una tapa de buenísimo chorizo ibérico, la cosa prometía.
Nos sentamos en uno de los semireservados, un tanto pequeño pero sin llegar a ser incomodo. Rápidamente nos tomaron nota de la comanda y tras un periodo razonable llegan los primeros, una paella de marisco y unas lentejas estofadas.
La paella se quedó sin comer a más de ¾ porque estaba bastante sosa y las lentejas correctas, quizás un pelin sosas y faltas de «chicha» pero a mi me gustan así, por lo que nada que objetar.
De segundos eran gulas a la bilbaína, demasiado poco picantes bajo el prisma de mi partener, que tuvo que ser reforzado con unas guindillas extras. Lo mío era el filete de ternera poco hecho, muy correcto todo pero igualmente soso.
Y llegaron los postres, nos decantamos por postres caseros, una tarta y un flan, nada del otro mundo. La tarta de chocolate tenia muy buena pinta, pero al hincarle el diente se notaba bastante falta de sabor, no sabia apenas a chocolate, un chasco…
El flan estaba perfecto, con su caramelito tostadito muy rico.
Y después un cafetín, muy normal, no destacaba por nada.
En resumen un sitio normalito, un tanto soso, le falta algo de personalidad, que por los 10,50 € del menú del día con 4 primeros, 4 segundos, bebida, postre y café pues no se puede pedir más, bueno si se puede pedir, que le pongan un poco más de sabor.

Local que me gusta mucho porque no engaña. Es un bar de tapas y raciones y eso es lo que te ofrece, ni más ni menos. Lejos de decoraciones presuntuosas y postureos de alta gastronomía, es ideal para ir con los amigos a beber cerveza (marca Estrella Galicia creo recordar) y a picar raciones de las de toda la vida: bravas, morcillitas con pimientos de padrón, huevos rotos con chistorra, tortillas, embutidos, etc. Todo bastante rico en general, he ido varias veces y he probado muchas de las raciones que ofrecen. Pocas defraudan. Los precios son ajustados para estar al ladito de Sol. La atención es buena y tardan poco en servirte. Si no quieres complicarte la vida para tomar algo por el centro, este local es ideal.

Buen lugar para tapear o almorzar. Cocina típica pero de gran calidad. Cerveza Estrella Galicia. Recomiendo paella, fabes con almejas, papas arrugadas o una riquísima morcilla de arroz con cebolla caramelizado. Trato cordial y precios razonables. ¿Qué más se puede pedir?

Ideal para tomar unas raciones a buen precio.
Cuando aparece el primer rayo de sol ya tienen puesta su terraza que es muy confortable ya que es una calle muy chiquitita y da la sensación que estás en un pueblo.
En cuanto a las raciones, merece la pena probar los callos (tan madrileños…) y la cecina de León.
Te atienden bastante rápido y sobre todo, las raciones son muy económicas.

Es un sitio de raciones, mariscos y lo mejor las copas, son en jarras grandes individuales por solo 3 € al pedir un numero determinado de consumiciones.