La Carmela

Viernes, 12 de la noche, celebración de mi cumpleaños, nos abordan por la calle y nos convencen para entrar; 3 € la pinta+1 chupito gratis son determinantes en ese momento en el que vamos sin rumbo concreto.
Entramos 13 personas en un local grande y VACÍO, así que empezamos a juntar mesas. De repente, un camarero con muy malas formas nos dijo que así no se hacía y nos separó las mesas para juntarlas de otra forma. Mis amigos se quedaron tan pillados por la mala educación del camarero que me vi obligada a acercarme y decirle que no era nuestra intención causar molestias, que si éramos un grupo muy grande nos podíamos marchar. Soy muy de dar segundas oportunidades a las primeras malas impresiones. Esta vez me equivoqué, porque cometí el error de quedarme.
Llegamos a ser 19 personas, consumiendo sin parar, hasta las 2.30 de la mañana. En ese momento se acercaron con la cuenta y nos invitaron a marcharnos, así que fuimos a pagar. Con tarjeta. ERROR. Derrochando la misma falta de educación que en un principio, me dicen que no van a cobrarme con tarjeta porque hace 4 MINUTOS que cerraron la caja. Si, si, 4 minutos, tal cual. Claro, mis ojos ya habían saltado de sus cuencas y rodaban por el suelo ante semejante situación surrealista y faltas continuadas de respeto, así que les digo que, una de dos, o me cobran con tarjeta tal y como permite el cartel de la entrada, o no me cobran y me lo tomo como un gesto para resarcir la mala educación que habían demostrado tener. Me cobraron, si.
Pero ahí no volvemos.

La calidad de la comida fue pésima, las copas estaban sucias, el servicio demorado y para rematar nos cobraron el pan. Al sentarnos a la mesa y sin preguntar nos trajeron 7 panes, uno para cada comenzal, al final nos cargaron cada pan a 1.50 EUR. Desafortunadamente era la cena con la que concluimos nuestro viaje de 24 días por europa. Nunca en ninguno de los otros restaurantes que visitamos nos sentimos engañados como en este. Amigo turista no se deje abrumar por el colorido del restaurante, la verdad es el peor que he estado en toda Europa.

I’ll admit, I was sold by the giant banner that is hanging outside claiming to have the best paella. My wife and I were ushered in by a bus boy standing outside trying to get people in. Food was bland with no flavor. I’ve had better paella back in the US than this place.

TOURIST TRAP! got dragged here. They speak English, they have menu in English but the food is so horrible and so expensive!!! Also one of our people almost choked on a plastic string (like fishnet consistency). Avoid places where they have people trying to lure you to their restaurant. Blah!

Great dinner! Paella was amazing and apps were all good. Loved the sangria. Worth waiting for a table.

Gazpacho andaluz was excellent (5 stars), Sirloin steak (4 stars) and aubergine starter was excellent. Copa size beer was larger than most, and very cold. Highly populated with locals who were able to order off the menu not available for tourist. English menu translated on opposite side. Lively outdoor patio scene. Service was good, friendly house manager.

solo por la atencion de los meseros hay desorganizacion y demorado priorizan la terraza. carecen de sonrrisa de bienvenida hoy es domingo quizas esten cansados pero la comida es buena .
el secador de manos esta rotoy no fienen servilletas en el aseopara las manos.
todo puede mejorar son muy jovenes los dependientes

Buenos desayunos… Gran taza se café con leche, pattiserie, bollería y jugo de naranja por 3 €. Muy Buenos precios! La atencion del personal muy buena, super predispuestos. Lindo ambiente y toilettes agradables. Cerca de puerta del sol.

Servicio malo
El camerero ha dejado caer el café sobre todos nuestros vestidos y no se preocupo de nada, es un lugar para turista pero de verdad NO VENGAN.
La paella era sin sabor, de mala calidad y con ingredientes avariados. Las entradas con demasiado sal, al final la peor experiencia que tuve en Madrid, y vivo en Madrid desde hace 2 anos!
CORREN CON PRISA!

Uno de los tantos bares que está por Huertas. No sé cómo acabamos aquí, el caso es que como te suelen enganchar los relaciones públicas por la calle (más bien te asaltan), el chico que nos ofreció probar suerte en éste bar nos «medio-​convenció», pero un poco también porque nos pillaba con la guardia baja y no teníamos un destino fijo.
El caso es que éste sitio nos gustó porque nos pudimos sentar en terraza con esas estufitas que colocan en lo alto de la fachada del local. Su «oferta»: 2 copas 8 euros. Lo que todos buenamente conocemos en éstos sitios. Algo parecido al alcohol que solemos tomar por 4 euros.
Una amiga y yo pedimos nuestros combinados en vaso de balón, pero OH, no tienen. Mal. Odio ya los vasos de tubo. Me he vuelto sibarita con las copas. Pero bueno, estamos acomodadas ya en mesa, no nos íbamos a marchar por ese detalle.
El interior es bastante amplio y la terraza es también bastante grande. Es una taberna muy «típica madrileña». El nombre lo dice todo. Se está bien. Hay bastante afluencia de gente, tanto fuera como dentro. Lo normal en esta zona. De hecho, el mayor público de ésta zona es guiri, ármate de paciencia por si te toca una mesa al lado con un grupo de unos cuantos un poco «perjudicados». De todas formas, aquí tenemos de eso casi siempre, así que no creo que os asuste mucho más. Lo que sí es de armarse de paciencia es con los típicos indios vendiéndote hasta su alma por unas rosas de plástico y cualquier complemento para ponerse en la cabeza, con o sin luces (anoche si no pasaron unos 10, no pasaron ninguno. O era el mismo, fijo.)
Y lo curioso es que tienen enfrente otro local con el mismo dueño, que se llama «El Son» creo recordar, donde dan clases de salsa…