Casa Hortensia

El Centro asturiano de Madrid, el restaurante al que entras por el portal de un piso y subes por el ascensor de una casa, el popular Casa Hortensia ha sido testigo de mi visita, y hoy, de mi reseña. La verdad que es un sitio que me gusta mucho, por su estilo y por su calidad, a unos precios razonables.
Al entrar, crees que es un sitio escondido y que por lo tanto habrá sitio en una zona tan concurrida como la de Tribunal; nada mas allá, Casa Hortensia es muuyyy popular y lo normal es dificultad en encontrar sitio.
Normalmente acudo al bar, una pequeña zona de barra y otra de mesas altas. La variedad de comida, amplia, como cachopos, calamares, patatas al Cabrales, croquetas caseras, chorizo a la sidra, etc. Por lo general, los precios por ración no superan los 10 €.
Por supuesto, también puedes rociar esta cantidad de comida con sidra, servida con dispensador para facilitar la vida a la hora de degustarla. Esto, para los amantes de la sidra y para los profesionales de la misma (entre los que no me incluyo), hacen un «pero»; antiguamente, disponían de cubos en los que poder escanciar la sidra; tras la remodelación, esto lo eliminaron.

No es de las fáciles, desde luego. El conocidísimo Centro Asturiano Casa Hortensia es uno de esos lugares de Madrid que has de conocer sí o sí. Buena comida y botellas de sidra corren como si no hubiera un mañana, y la verdad es que el sitio tiene mucho éxito. Una reciente reforma lo ha dejado niquelado, aunque he de decir que me parece que la gestión de las mesas es muy mejorable: llegas, te apuntas en una lista, y el camarero va pasando gente según queden libres mesas… del tamaño de tu grupo, por lo que gente que llega después, a veces se sienta antes. Deja muy poco lugar a la improvisación, y desde luego está lejos de lo que una sidrería asturiana, más versátil, debiera ser. Al fondo, una sala con mesas de restaurante prácticamente vacía, que entiendo es para cenar. ¿Por qué no aprovecharán mejor el espacio?
La comida es rica: nosotros pedimos un pulpo riquísimo, y un lacón muy estupendo. Los camareros, una vez que estás sentado, son rápidos, y tengo que reconocer que bebimos más que comimos, pero a nadie se le ocurrió echarnos de la mesa, y eso que había gente esperando (bebimos bastante, salimos a 20 pavos cada uno, si no recuerdo mal). El sitio es bullicioso, y de vez en cuando a algún gracioso se le ocurre sacar una gaita y ponerse a tocarla (se nos puso un poco de dolor de cabeza). Creo que podría ganar muchos puntos si dejase sus intenciones de restaurante fino y se dedicase más al concepto sidrería.

Un restaurante y sidrería asturianos en pleno centro y en un sitio bien escondido, que prácticamente no se ve desde la calle. Eso si, no se puede decir que esté vacío o que sea desconocido, porque está de bote en bote. La sidrería esta en el 3º y el restaurante en el 2º (si no recuerdo mal).
Fuimos a cenar y cuando llegamos nos dijeron que teníamos que esperar media hora (que mágicamente se convirtió en 10 minutos, lo cual fue una grata sorpresa, ya que cuando en los restaurantes y demás cuando te dicen media hora suele ser 1 hora).
Las verdad es que cenamos muy muy bien, es un sitio barato y las raciones son enormes (pedimos 4 platos y nos costó acabarlas).
Las patatas al cabrales están buenísimas y tienen un sabor fantástico (eso si, si tenéis un plan íntimo después no las recomiendo). Aunque las croquetas de cabrales tampoco se quedan atrás, muy suaves y sabrosas.
El lacón a la gallega es enorme y está buenísimo. También lo recomiendo.
En total la cuenta entre 3 se quedó en 12 € por cabeza, aunque como ya he dicho casi tenemos que bajar a la calle rodando… Uff que llenos terminamos…
Muy recomendable yo seguro que vuelvo.

Casa Hortensia, es uno de esos sitios ocultos de Madrid, que es muy difícil conocer si no es de boca a boca, pero que una vez que lo descubres lo haces uno de tus sitios favoritos y de referencia.
Consta de dos locales, uno el restaurante y otro la sidrería. Cada uno en una planta del edificio de la Casa de Asturias situado en Tribunal. Al no tener entrada desde la calle es difícil saber que existe un bar tan genial dentro.
El restaurante no lo conozco, pero la sidrería es una de mis favoritas de Madrid, es un sitio donde comer buen pulpo, lacón, patatas al cabrales o croquetas, todo en raciones enormes y a un precio inmejorable.
Bien bebido, y bien comido (que más quieres cuerpo mío jeje) no te gastarás más de 10 – 15 € por persona.
Mi recomendación es pedir una ración por persona y compartir. No pidáis más que como os decía las raciones son enormes, y yo sé que nos gusta comer por los ojos!
Otra recomendación es reservar, si no reservas, lo que tienes que hacer es acercarte a la barra y pedir que te apunten tu nombre, es un local con muchas mesas, así que no se suele esperar más de media hora, que lo puedes hacer con una cervecita en la barra.

En el corazón de la Villa y Corte, se encuentra un edificio que camufla tres plantas dedicadas al arte culinario del principado. No es nada sofisticado pero tampoco es de una sencillez monástica, sin lujos pero muy cómodo.
Recientemente fui a descubrir este sitio del que me habían hablado, contándome que era lugar de culto para grandes comilones, yo que pertenezco a ese club, no lo dudé…
En la segunda planta de este extraño complejo de la Calle de la Farmacia, me senté a degustar un menú del día consistente en; un plato con cabrales como para 4 personas a modo de entrada, acompañado de una buena hogaza de pan y una botella de sidra (per capita). La cosa empezó a ponerse sería con el primero, una cazuela individual de fabes con perdiz de la que se podían «rascar» cuatro platos decentes si eres muy valiente. De segundo un bonito con tomate natural y papas fritas caseras. Natillas de postre como para bucear en el cuenco. Café y chupito: 20 €
Salir rodando por la escalera y en medio de Fuencarral cantar a gritos el «Asturias patria querida», Literalmente.

Casa Hortensia consta de dos locales, en la segunda planta del edificio nº 2 de la calle Farmacia se encuentra el restaurante, en el tercer piso está la sidrería en la cual se puede degustar la misma carta que en el primero con un toque más informal.
Las dos ocasiones en las que he visitado este local han sido dos celebraciones, una despedida de soltera y un cumpleaños, está muy bien para grupos.
Croquetas riquísimas, de cebolla, cabrales o mixtas, yo recomendaría decantarse por esta última opción para probar de todo (6,5 €).
El pulpo a la gallega (14,5 €), bueno, el pulpo y yo no somos amigos, soy de esa gente rara pues casi todo el mundo que conozco ama el pulpo, yo no, pero en una ocasión como ésta donde el cumpleañero lleva pensando en este pulpo desde su última visita y somos 4 personas muy juntas hago mutis por el foro, lo pruebo, intento que no se vea mucho que lo que cojo son las patatas cocidas casi todas las veces, le doy una oportunidad, pero… dicen que está buenísimo, yo no os puedo decir nada porque llevo desde los 18 años intentando abrirme a comidas baneadas durante mi infancia y adolescencia y el pulpo se me resiste.
Un amigo tenía antojo de patatas bravas, patatas ya había probado en la otra visita, son correctas, una ración generosa (todas lo son, sobre todo teniendo en cuenta cantidad — precio), caseras, bien fritas, y con el punto picante justo. Recomiendo cualquiera de la salsas porque todas están buenas (4,5 €).
Por último (tuve que pararles los pies a mis amigos, el cumpleañero rollo to’ pagao y otro famélico perdido) pedimos una tabla de quesos asturianos maravillosa (8,5 €), de la cual se nos olvidó preguntar las variedades pero recuerdo Cabrales y La Peral, yo que soy super ratón os digo que todos buenos. La tabla viene con un poco de dulce de membrillo como debe ser.
Nos puedo contar cuántas botellas de sidra nos bebimos, pero cada vez que miraba a Mr. 29 años estaba pidiendo otra, peligrosísimo.
Una muy buena experiencia que recomiendo a cualquiera que le guste la gastronomía de mi tierra, cuidado gente con morriña que tengo comprobado que es adictivo para algunos. Para mí no, yo estoy hecha de otra pasta.

¡ASTURIAS!
Definitivamente uno de mis sitios favoritos para tapear en Madrid. Lo descubrí hace años ya y no me canso de repetir. Ahora no vivo en Madrid, pero cada vez que vuelvo por vacaciones es una visita obligada.
Estuve allí hará un par de semanas y por supuesto ni dudé en ir a tomar unas ‘sidriñas’ y comer algo con unos amigos. Para mi sorpresa pude ver que han renovado el sitio. ¡Ha quedado genial! Mucho mejor que como estaba antes, más cuidado y limpio. Eso sí, que no falte esa pantalla enorme con el futbol de fondo y los señores con sus cervecitas viéndolo. Es una tradición entre los bares españoles (que no se debe perder)
Y que decir de la comida. Todo está para morirse. Nada bajo en grasas o calorías. Pierde uno el tiempo si busca eso en este lugar. Recomiendo altamente las ‘Patatas al Cabrales’, ‘las croquetas al Cabrales’ también. INCREIBLES. En serio, hay que pedirlo sin dudar. El ‘lacón’ está también muy rico igual que los ‘Huevos rotos con jamón’. No puedo dejar de hablar maravillas de este sitio. Son todo cosas buenas.
En cuanto a bebidas, yo siempre opto por sidra, que va genial con las tapas :)
Los camareros son muy agradables y campechanos. Siempre bromeando y sonrientes.
¡No puedo esperar a volver de nuevo!

El edificio es un centro asturiano. Yo fui a la tercera planta a celebrar la cena de mi equipo de fútbol, la sidreria. Como ya sabréis en este tipo de cenas se bebe más que se come. Tomamos varias botellas de sidra, muy buena.
Pedimos varias raciones:
* Patatas al cabrales, no puedo decir si buenas o malas porque no me gusta este tipo de queso.
* Tortilla de la casa (ración), es un trozo gigante de tortilla que tiene de todo: chorizo, pimiento, cebolla…
* Croquetas mixtas, un plato con diferentes tipos de croquetas, las de jamón las mejores.
* Huevos rotos con chorizo, era una bandeja bastante grande.
* Pulpo a la gallega, creo que estaba algo duro.
De postre:
* Tarta de queso con arándanos, no me sabía a nada.
La cena salió bastante económica. Éramos 9 y aún pidiendo varias botellas de sidra, la bebida suele ser lo que encarece el precio, salimos a 11 € por cabeza. Muy muy barato.
Recomiendo este sitio para alguna cena de este estilo, más cantidad que calidad. Si fuese con mi pareja iría al restaurante, pero tened en cuenta que allí los precios se disparan.
Por cierto, hicimos reserva.

Antes era un sitio cutre, pero con su encanto. Además de ser un lugar bastante económico dónde degustar la gatronomía y la bebida asturiana. Pero, recientemente hicieron reformas y lo han dejado muy pijo para mi gusto.
Personalmente, mi última experiencia fue desagradable. El sitio estaba a rebosar y acabamos en las mesas de dentro. Sí!! ahora tienen mesas y lo han dejado todo mu fino. Nos tomamos unas raciones y unas cuantas botellas de sidra (se nos fue de las manos). Para tranquilizarnos o pedir un préstamo, preguntamos cuanto costaban las botellas de sidra, a lo que una amable empleada del lugar nos dijo que 4,5 €. Quedamos conformes… hasta que pedimos la cuenta, cuando, Oh sorpresa!!! las botellas se habían encarecido en 1,5 €, pasando a costar por arte de birlibirloque 6 euros.
Por esto último y porque hacía 10 días había estado en Asturias degustando su afrutado elixir por 1,5 € la botella, no quedé para nada conforme. Me costará volver.

Un asturiano de verdad. Calidad muy alta y gran cantidad (pedir por menos de los que sois). Mejor reservar. Fabada espectacular, merluza rebozada de gran calidad. Relación calidad — precio buena.

Asturiassss, patriaaaa queridaaaaa, Asturias de mis amoresssssss!!! Asi salgo yo, siempre que voy a ver a la señora Hortensia. Sí, sí, la cocinera es eso, una señora.
Y la comida!!! Mira que a mi las judias blancas sólo me gustan en ensaladas… Pero es que esta mujer, tiene un toque para la fabada… Y todo de las mejores calidades. Y unas raciones, que parece que estás en el norte, norte. Muy asequible, además.
Eso sí, reservad con tiempo, que está petao.

Un asturiano como Dios manda. Comida espectacular, raciones abundantes y precios magníficos, en Casa Hortensia sirven la que se rumorea que es la mejor fabada de Madrid.
Y si no quieres comprobarlo, puedes pedir cualquier otra cosa, que te va a encantar igual. Carnes espectaculares, pescados buenísimos… en fin.
Está en un segundo piso, lo que además le da un toque más al sitio, pero eso sí, siempre está hasta arriba, así que paciencia.