Efectivamente, un camión poco convencional. Este trole, junto con su similar El Foro, fue donado por la embajada de Japón al pueblo mexicano para transitar por la ciudad. Seguro fue buena la intención, aunque no muy eficaz dada la ubicación del volante. De día está inactivo, pero es imposible pasar junto a él sin ver su contrastante decoración. De noche, luego de encontrarle un buen uso, se decidió utilizarlo como foro de teatro con capacidad de 28 espectadores ¿o pasajeros? La experiencia acerca al actor con el espectador, que escucha historias en las que se involucra, sumando cualquier sonido y evento que ocurra en el exterior del trole. La idea fue sacar al teatro del encierro y lo lograron. Ayudados con árboles que funcionan como soporte de la iluminación y en un entorno definitivamente más íntimo, los actores enfrentan menudo reto en cada función: reducir sus movimientos a un pequeño espacio y valerse de su astucia teatral para ser convincentes aún dando la espalda a los pasajeros. Este 2014 cumplió 2 años de llevar teatro poco usual, sobre ruedas, llamativo, sin la barrera de un telón y al alcance también de los niños.