Fonda San Diego

La verdad muy barato pero sirven muchísimo y para mí la tlayuda más x de Oaxaca, parecía una mega tostada sin sabor … Es más la fama del mercado a lo real

Quien no ha desayunado en el San Diego, no sabe nada de la vida y la glotonería. En verdad, los platillos que sirven son groseros, con ganas groseros.
Tuve la flamante idea de pedir un chocolate de leche con pan de yema y unos chilaquiles de coloradito con tasajo… imposible de terminarmelos, con el pan y el chocolate estaba ya satisfecha, y todavía faltaba mi gran plato de chilaquiles que en verdad era más grande que mi cara.
Cuando llegó el mesero con mi desayuno, aún brincaba el coloradito que estaba recién dejando de hervir –cuidado con las blusas– la sazón es buenérrima, sabrosísima y todavía me hicieron la grosería de pasármelo con un bolillo, era demasiada comida.
Mi acompañante pidió salsa San Diego, que es de chicharrón, queso y huevo. Yo tengo entendido que cuando cocinas salsa de queso, lo cortas como en rebanadas, pero en esta ocasión el queso lo sirvieron ¡casi entero! con toda su redondez aparte casi un cuarto de chicaharrón y media docena de huevos (bueno lo último fue una exageración, pero el queso si estaba completo).
Con un platillo comen dos personas — o hasta tres– así que no duden en compartir si no tienen un apetito voraz, y los costos son accesibles, un costo aproximado por platillo de 70 pesos, más el chocolate y el pan, serán de 100 a 120 por persona. Vayan al San Diego, pero lleven itacate.

Tiene poco que conozco este comedor, la primera vez que llegue ha este lugar fue porque la fonda que visitamos con regularidad estaba cerrada, era un lunes.
Iba yo con mi esposa, así que decidimos probar un nuevo local, y bueno que les cuento fue una muy buena decisión, ya que este lugar tiene muy buen sazón.
Ni bien te vas acercando al lugar y los muchachos que atienden luego luego te ofrecen los platillos que sirven, así como también las bebidas.
Como les dije, decidimos probar un nuevo lugar, nos sentamos, inmediatamente nos recitan el menú, en esa ocasión me desayune unas enfrijoladas con dos estrellados, pan dulce y un chocolate de leche.
Primero me traen el chocolate, mmm delicioso, lo genial de aquí es que el chocolatito te lo sirven a una temperatura perfecta para saborearlo luego luego, y te dan un pan dulce, muy rico también.
Luego me pasaron mis enfrijoladas, wauu! Me he quedado sorprendido, mes un platisimo enorme de comida, lo bueno es que soy de buen diente, eso si tuve que soplarle un poco, ya que como estaba recién preparado, me lo pasaron calientisimo, una vez que ya lo pude saborearlo, me percate de su delicioso sabor.
Los precios están muy económicos, para lo que te sirven la verdad están muy bien, el personal que te atiende muy bien, parece un negocio familiar.
A partir de ese momento la fonda San Diego se ha vuelto una de mis favoritas para ir a desayunar. Muy recomendable.

Grandes porciones de comida!!!
Este lugar se caracteriza por servir platos muy grandes de comida, yo rara vez me termino todo lo del plato, las enchiladas de coloradito son exquisitas, el chocolate que preparan aquí es muy bueno y lo mejor es que no te lo sirven taaaan caliente para que puedas disfrutarlo, desde que te lo sirven, con un pan dulce.
Todos los platillos son preparados al momento así que cuando llegan a tu mesa están suuuuper calientes!!!
Las mesas son grandes, decoradas con manteles y flores naturales; ideales para ir en familia o con un grupo de amigos. Las instalaciones están limpias y en buen estado. Me gusta que pongan muchos cubiertos en la mesa para ir tomando lo que necesites sin tener que esperar a pedirlos y que te los lleven.
La carta es muy extensa en comida y bebidas, todos son platillos oaxaqueños!!!
El personal siempre es muy amable y están al pendiente de que no te haga falta nada.
El consumo promedio por persona es de 80 pesos.

La Fonda San Diego está dentro del Mercado de la Merced (que realmente se llama Mercado Democracia, aunque nadie le dice así). Exactamente en el patio de la comida. Es fácil reconocerla por sus sillas, mesas y vestimenta color verde de los que ahí sirven.
Yo soy fanático de este lugar, sobretodo de los Chilaquiles. Puedes pedir Rojos, Verdes, de Frijol o de Guajillo, y acompañarlos con tasajo, cecina enchilada, pollo o huevos. Lo que hace diferente este lugar a otros además de su delicioso sabor, es que aquí los sirven en un plato de barro muy caliente, así que cuando te los pasan, la salsa esta aún cocinándose y burbujeando. Esto hace que comiences a saborear el platillo antes de probarlo. Y claro están exquisitos. Sirven porciones inmensas a precios baratisimos. Acá entre nos, yo le llamo «Los Burbujeantes».
También sirven otros platos, y es recomendable llegar a desayunar. Además cuentan con Wi-​Fi y el personal es super amigable y eficiente. Muy bueno para un sabadito con la familia o un domingo después de una buena fiesta.