Café del Poeta

Fue una grata sorpresa toparme con este lugar, solo queríamos tomar un té y terminamos pidiendo sandwiches, panqueques y jugos naturales.
Los panqueques son riquisimos y esponjosos, pareciera que comieras una nube.

Una visita a Valparaíso es sinónimo de una visita al Café del Poeta, ubicado en la Plaza Aníbal Pinto, y si no se busca, se encuentra indefectiblemente. La mayor atracción del local porteño es la mesa que preside el espacio, con unos invitados de lujo: unas figuras a tamaño real de los poetas Pablo Neruda y Gabriela Mistral. Un buen sitio donde descansar un rato después de recorrer los cerros de Valparaíso y tomarse un refresco o una bebida caliente según sea la temporada. Además, al estar la plaza, el local dispone de una terraza donde también se puede uno tomar algo mientras repasa la guía turística. La estética del local reproduce un pasado de la ciudad que el transeúnte adivinará no tan lejano como a priori parece.

Café del poeta
Siempre te dicen que Valparaiso tiene bohemia, que es un lugar al que debes
ir si la cultura es lo tuyo. La ubicación de éste café es justo donde deberías
comenzar: al lado de la plaza anibal pinto. Apenas entras te das cuenta que
si hay preocupación por los detalles, encontrarás una estatua a Pablo Neruda
y Gabriela Mistral, la típica foto. Además si tomar té es lo tuyo, venden
hermosas teteras y tazas whittard.
Los desayunos son muy completos: pruebe si o si los panqueques, la torta de
trufa es de las mejores que he probado, after eight también. En general no hay puntos bajos en relación a la comida, solo respecto a la atención asi que armese de paciencia. Pero no importa, si tiene suerte puede escuchar musica en vivo, generalmente jazz.
Respecto de los precios, estan en el promedio: por 2mil puede tener un café y medias lunas, si quiere algo mas completo generalmente saldra 4mil por persona. Local cuenta con recompra.

Odio almorzar sola, a pesar que soy bien independiente, el almorzar sola es algo que jamás toleraré, pero cuando estoy obligada a hacerlo, trato de que sea siempre en un lugar lindo, o con rica comida, o con alguna distracción extra. Y bueno, en un fin de semana «forever alone» que tuve en Valparaíso, me tincó la idea de almorzar sola en el Café del Poeta, y créanme que terminé no sólo chupándome los dedos, si no que además, extasiada del lugar.
El lugar tiene una ambientación maravillosa, con un aire a historia, que va llenando las paredes en su justa medida, con colores caoba e iluminación tenue.
La terraza, es una mini fortaleza hecha de ligustrinas, junto a extensos quitasoles, que hacen que los comensales se sientan en una agradable privacidad, pero que al mismo tiempo participen de la siempre movida Plaza Anibal Pinto.
Como buen santiaguino (huaso) que somos, les recomiendo probar el pescado, ya que al menos aquí lo preparan maravillosamente. Yo probé una ensalada con diferentes quesos, lechuga hidropónica, palitos de ajo al horno y un suculento filete de salmón ahumado con especias, que fue realmente delicioso, el que acompañé con una copa de vino blanco de la casa. Y sobre precios, por un almuerzo puede gastar unos $ 8000 promedio, no es el lugar más barato, pero es sin duda uno de los más buenos del puerto.