Durante todo mi primer año de universidad tenía 20 minutos para almorzar y este tiempo nunca fue realmente tiempo suficiente para hacer una fila enorme, esperar a que preparen mi pedido y comer con calma dentro del casino de la u, por tanto yo y mis compañeros buscamos algunas opciones cercanas, cómodas, ricas y baratas. Así conocimos a la tía de los«pancitos», porque hasta esta reseña yo nunca supe cómo se llamaba realmente. Resulta que este es un negocio típico de barrio universitario, pero tiene la diferencia y, según yo, lo mejor que hacen son los panes, marraqueta o frica de palta, pollo, mayo, queso, quesillo, jamón o cualquiera de estas mezclas a precios bastante convenientes. Por ejemplo yo siempre compro marraqueta ave-palta-mayo a 650 pesos. La simpatía es otra razón por la que voy a este lugar ya que cuando no hay del pan que a mi me gusta me lo hacen en un ratito y tiene una buena cantidad de palta –real, no como esa palta con agua o de bolsa– y pollo que me quita el hambre y me deja muy feliz.