Otro local en El Paseo Orrego Luco que me dejó con una buena impresión. Sobre todo por su atención, porque sus meseros que son muy simpáticos y te esperan todo el tiempo del mundo para que decidas qué pedir y además, si les preguntas, te pueden hacer pequeños cambios en el pedido. Por ejemplo, lo que más tienen es sushi y en la carta no está la opción de pedir papas solas pero si preguntas te las traen igual(o cualquier cambio de ese estilo, siempre y cuando no les pidas nada del otro mundo) y te regalan empanaditas por cuenta de la casa. Lo mismo pasa con los tragos, porque en Happy Hour es 2×1 pero no se complican si es que pides dos cosas diferentes o si es que compartes la cuenta con tus amigos(no se hacen ningún problema si es que paga cada uno por separado). Un par de detalles que me gustan: sus mesas de la terraza son muy lindas y tiene buenos baños.