Entrar al Lung Fung es transportarse derechamente a otra época, con otras personas como un salto en el tiempo cuático. Después de bajar la escala que lleva al subterráneo y pillar cosas como un telefóno público de los 80 que aún funciona, ya se sabe que este lugar es muy especial, donde además puedo decir que es la comida China(cantonesa) más rica que he probado hasta ahora en Santiago. No es un lugar barato como normalmente se tienen en cuenta en este tipo de locales, pero la experiencia vale la pena donde rodeados de vegetación y vidrieras con pájaros o peceras, de verdad te sientes en un real restaurant de allá de la China. Todo aderezado además con pantallas gigantes donde se transmite música de artistas Chinos reconocidos o programas de televisión de remotos parajes. Recomiendo absolutamente el arroz chaufán el cual es maravilloso, nada de seco y realmente graneado, la carne mongoliana, las variedades de pato acompañados con una copa de vino y así. Lo recomiendo porque además de todo el local es relativamente rápido y aceptan red compra, las garzonas son muy amables y el servicio es de calidad.
Milena P.
Place rating: 5 Santiago, Chile
Caminhando pela rua Agustinas, aí pertinho do Teatro Municipal, existe uma galeria com um restaurante subterrâneo que passa despercebido para a maioria dos transeuntes. Ao descer uma escadaria acarpetada, você vai topar com a porta do restaurante Palacio Imperial Lung Fung, um restaurante chinês com comida ótima, detentora de prêmios gastronômicos. Mas além da comida, a ambientação do restaurante é um show à parte. Repleto de detalhes curiosíssimos, quadros que retratam a china ancestral, móveis em madeira talhada e até mesmo um viveiro de periquitos(!). Há também uma seção de objetos à venda. Fui com alguns amigos e pedimos cada um um prato diferente para compartilhar. O meu preferido foi o frango(«pollo») tausí, o tempero estava muito bom. O preço do restaurante é acima da média do que normalmente se encontra em outros restaurantes chineses(que abundam em Santiago), mas a comida é realmente especial, e se você é um entusiasta da comida cantonesa, vale à pena a experiência. As garçonetes são amáveis mas reservadas, e o serviço foi rápido.