Como me queda a una cuadra de mi casa, siempre que ando con hambre y ganas de comer chanchadas ricas me paso por La Casona Azul, un excelente local ubicado en pleno centro, ocupando la primera planta de una antigua casa de principios de siglo XX. Aquí venden uno de los mejores chacareros y churrascos italianos que he comido. ¡Y ni que decir de las chorrillanas! Si te pasas a la hora de almuerzo, que no te extrañe verlo lleno de gente, porque los sándwichs que estas señoras preparan son realmente ricos. Otro de los puntos fuertes de este local — si eres un habitante de la noche, como yo-, es que siempre está abierto hasta tarde. Los viernes y sábados hasta las 1 de la madrugada, específicamente. Aunque no es el sitio más barato para comer sándwichs, sí es de los más ricos. Y te lo digo yo, que soy una tragona sin remedio y me conozco el centro de Santiago como la palma de mi mano. Recomiendo especialmente el «Campestre», un sándwich de proporciones inmejorables –que puede ser con churrasco, lomo, ave o hamburguesa– y que trae los siguientes ingredientes: lechuga, choclo, tomate, mayo y palta. Destacable es el Barros Luco Premium, que trae cebolla salteada y champiñones. Por lo demás, las señoras que atienden son muy amables. Quizá el único punto en contra es que el local carece de buena ventilación, pues siempre se siente el olor de la comida. Sin embargo, yo lo recomiendo mucho. Es una excelente picada para contentar la barriga. Dato útil: aceptan ticket restaurant y puedes hacer pedidos por teléfono.