Si hay algo que me gusta es la repostería, no hacerla, comerla. Por ello visito los pequeños cafés que hay en Santiago, producto, muchas veces, del emprendimiento de gente joven con ansias de progresar. Uno de ellos es Ghigliot. Un local en el corazón de Providencia que llama la atención por su decoración «vintage», además de su carta precisa y bien armada. La especialidad son las medialunas y croissant, que por lo demás siempre vienen calientes y recién salidas del horno. El café es muy bueno, por lo que vi, manejan la marca Lama(peruana y muy rica). Hay sándwiches a la plancha realmente bueno, de queso, jamón, palmitos, crema, entre otros. Con $ 5.000 pesos se compra un buen desayuno para partir con mucho ánimo el día.