Baquedano

Vivía al lado y lo visité muchas veces en las que lo demás estaba cerrado. Siempre lo encontré malo. Ahora he vuelto y está peor aún.
La atención es ruda. Las papas fritas (si es que hay) están café de tantas veces en la freidora. El huevo te lo dan medio crudo (a alguien le debe gustar) y si dejas poca propina la cara que te dan no es muy linda.
NO lo recomiendo.

El Baquedano tiene el mejor maestro sanguchero de la ciudad. Todos los sanguches le quedan ricos. Lo mejor? ese churrasco medio quemadito, crujiente, aceitoso, y con la medida justa de sal. Si es un chacarero, mejor aún.
Yo voy al Baquedano hace años. Comencé a ir con un pololo, luego con las amigas, luego hice reuniones, fuí a ver partidos de fútbol, y lo mejor de todo, es que cada vez que citaba a gente en el lugar, nadie se perdía, porqué dirá usted, porque nadie se pierde en la Plaza Italia! y el ilustre Baquedano, queda ahí, justo, justo en el ombligo de la ciudad, en nuestra querida Plaza Italia.
Hace un tiempo lo «amononaron», lo «hermosearon», le renovaron su cartel, y se vé muy bonito.
Recomiendo el lugar porque es un muy buen lugar. Hay garzones amigos, y uno se hace parroquiano del lugar. El almuerzo, los platos de comida, son impecables, y en verdad el servicio es muy bueno, la cazuela de vacuno es maravillosa. También son ricos los desayunos, una paila de huevos o un barros luco no falla. Pero yo, yo me quedo con mi barra. Sentarse en la barra del Baquedano es un placer. Nadie te molesta, y puedes comer tranquilo. Además, claramente ver al maestro sanguchero hacer los ricos pedidos, es un agrado, yo me quedó pegada.
Aunque el rey del lugar es el completo, con mayonesa casera impecable. El Baquedano es un lugar que debe conocer todo el mundo de esta capital.

Desde chica, cuando nos daba lata cocinar, llegábamos a este fuente de soda con mi papá por cualquier cosa que fuera terminada en «a lo pobre». Sigo yendo y poco y nada ha cambiado, de hecho están los mismos meseros (hay uno igual a Leo Caprile).
La cocina es abierta por lo que puedes ver al maestro en acción, y cuando digo acción es porque realmente está en llamas haciendo un as, un completo, una escalopa y más al mismo tiempo. Es un arte de la fritura, dios mío.
Para el almuerzo imperdible la media escalopa con papas fritas y huevo y un fanschop. En la tarde noche motívense con los amigos a comer chorrillana más fanschop.
Ojo que tienen una mayo casera maravillosa y que no cae mal.

Venía escapando de una mala cita, tarde, muy tarde y este lugar estaba abierto, así que entré y pedí un par de especiales tomate-​mayo y… ¡Guau! Tenían esa mayonesa casera maravillosa, algo aguadita y pan calientito, por supuesto, acompañado de una garza con Fanshop… Qué mejor!!!
Servilletas medias transparentes en un alto cucurucho y barra con los meseros que gritan: Sale un italiano, maestro!!! Eso es un clásico que nunca pasará de moda.

Una mañana de domingo me levante con las ganas de tomar desayuno fuera de mi casa, después de recorrer varios lugares de Santiago llegue a la Fuente de Soda Baquedano, ubicada estratégicamente en Plaza Italia, metro Baquedano, encontramos este atractivo lugar para tomar desayuno, once o servirse lo que uno quiera.
El local rememora las antiguas fuentes de soda, lo que lo hace un lugar muy llamativo y entretenido a la vez, puedes pedir desde una paila de huevos, pan con palta, hasta un elaborado sandwich, todo acompañado de un rico té, café o jugo de fruta natural, los precios son bastantes buenos al igual que la atención y el tiempo de demora en traerte tu pedido.
Si quieres rememorar los antiguos desayuno de la abuelita, Fuente de Soda Baquedano es el lugar que estabas buscando, donde comida, precio y ambiente resultan la combinación perfecta.