Que suerte que estaba Fabián en el negocio, porque de verdad creo que no tengo paciencia para las elecciones infantiles de calzado, dígase de zapatillas concretamente. Pero, él hace que mis compras sean muy divertidas y me distiende enseguida. A veces creo que soy yo y mi mala predisposición para las compras, aunque después pienso que soy tonto si no disfruto de estos momentos con mis hijos y me cambia la cabeza. Su local es muy amplio y tiene aquellos márgenes de precio accesibles a todos los bolsillos que no reniegan con la calidad. Fundamentalmente se dedica al cazado infantil, pero también encontrarás calzado sencillo para grandes, alpargatas, chatitas con suela de goma o modelos de lona para todos los días. Mi hijo se sentó y el hábilmente lo hizo parar y mirar, buscando saber que era lo que llevaba en la cabeza, para no estar sacando veinte cajas. Cuando mi hijo señalo lo que le gustaba, en dos minutos estábamos probando las zapatillas para el cole y todo anduvo como la seda. Siempre le agradezco lo ameno de su conversación y la psicología que hace que yo me la pasar bien comprando con mi hijo. Tiene muchos modelos en un margen de precios que no sobrepasan los 300 o 400 pesos. Ni hablar de lo contenta que esta mi billetera.