Un lugar bueno para comer y tomar con amigos y familia. El menu uno distinto cada dia con dos opciones. Buen precio. El establecimiento es lindo y climatizado. El baño es limpio. Que para mi es importante.
Tomas V.
Place rating: 3 Rosario, Argentina
Hilaria es un cervecería ubicada en la esquina de Lamadrid A San Martin en la zona sur de la ciudad. Es uno de los bares mas concurridos por los vecinos. Conocí el local en una despedida de año con amigos. Uno de ello vive por ahí y lo recomendó para el acontecimiento. Llamamos, reservamos mesa para 12 y listo. En esa oportunidad pedimos unas picadas im-pre-sio-nan-te. Acompañamos con cerveza helada(12, una por comensal) Es un lugar amplio y con mucha capacidad para poner mesas en la vereda. Ahí no acomodamos porque muchos fumamos y no nos gusta salir a cada rato para tener que disfrutar de un puchito. Tiene en el techo una pantalla gigante donde se pasa publicidad(nada que envidiarle a la Av. Pellegrini). Es un bar muy familiar y tranquilo. Siempre que paso esta a full. Miestras esperábamos nuestra picada veíamos desfilar las bandejas llenas de ricas cosas: milanesas y papás fritas, rabas(que olorcito), carlitos, etc. Para brindar y bajar la comida pedimos unos Fernet con coca, y en la carta vimos que hay de todo tipo de tragos. Pero nosotros somos clásicos. ¡Mozo la cuenta!
Vicky G.
Place rating: 3 Rosario, Argentina
Hilaria es otro claro ejemplo del avance del centro en la zona. Su decoración, arquitectura, gráfica y dinámica…para nada se adaptan a la idiosincrasia del barrio. Grande, imponente, con ventanales enormes, muy iluminados, mobiliario de metal y moderno, una pantalla gigante de led en el techo… como Colon a América, este modelo de bar vino a invadirnos y a imponer su cultura. La cosa es que esta siempre lleno, evidentemente los vecinos están conformes con este giro. La esquina en la que se ubica Hilaria es de las mas grandes de la zona. El local esta muy en lo profundo, habilitando mucho espacio para disponer mesas. Si bien es una esquina bastante ruidosa, es lindo sentarse en sus mesitas a la tarde a comer un Carlitos con cerveza bien fría. Pero no hay que ir muy tarde, ya que en temporada se llena. Su carta es bastante básica: pizzas, sangucheria, minutas, pastas… los clásicos! Pero es un lugar muy confortante para pasar en familia o con amigos.
Natalí C.
Place rating: 4 Rosario, Argentina
Soy visitante de zona sur porque padre vive por allá y de vez en cuando nos toca movernos a nosotros. Muchas veces, la mayoría cocina, pero algunas otras prefiere descansar, entonces el elegido para la cena es Hilaria. El lugar, como describen las otras reseñas, es grande, moderno, de colores atractivos y super concurrido. Todas las noches que fuimos siempre estuvo lleno y alternamos entre el interior con el aire acondicionado o las mesas sobre la vereda, delimitadas por las piedritas grises del suelo. En verano, estas últimas se llenan de amigos o familias cenando alguna de las otras opciones de la carta y adentro, parejas, más familias y otros grupos que prefieren entretenerse al ritmo de la música o el televisor de las paredes. Acá la carta es muy variada: picadas de fiambres con milanesas, papás fritas o rabas, empanadas, sandwiches, carlitos, pizzas de muchísimos sabores, minutas y pastas son alguna de las opciones. Nosotros, compartimos una pizza a la piedra de 12 porciones: mitades que cambian entre especial, cantimpalo, roquefort, napolitana o champiñones con una cerveza bien fría y alguna gaseosa. ¿Los precios? No soy muy buena para determinar si son razonables, para mí juega mucho el lugar y la calidad de la comida, si mal no recuerdo no llegamos a gastar $ 150 en total, con eso hagan sus propias conclusiones! Tienen opciones de postre y otros tragos, pero a nosotros nos gusta más completar la noche con un helado de Charlotte, una heladería artesanal que está a una cuadra del lugar!
Sofía M.
Place rating: 4 Rosario, Argentina
No recuerdo qué había en la esquina de San Martín y Lamadrid antes de que llegara Hilaria, tan habituada estoy a verlo abierto día y noche, su estructura amplia y vidriada y la vereda ancha de piedritas llena de mesas y sombrillas grandes. Circulo en colectivo por Av. San Martin prácticamente todos los días e Hilaria es una de sus postales. A la tardecita/noche suele estar lleno de gente y siempre me dio curiosidad así que un día que había ido al banco aproveché para parar a comer. Era jueves pasada la una y no había mucha gente. «¿Quiere el menú del día o la carta?» nos preguntó la moza apenas nos sentamos. Esa fue mi primera sorpresa: ¿tenían menú ejecutivo? No lo sabía. Preguntamos qué era y nos dijeron lasagna, más bebida y postre. ¡Compro! Pedimos y no tuvimos que esperar mucho a que nos trajeran la comida. La segunda sorpresa fue lo casero de las pastas y lo delicioso de la salsa. ¡Ni hablar del postre! Yo pedí budín de pan con dulce de leche, caserísimo(y enorme) también. Además de la calidad de la comida, el lugar es amplio y cómodo; adentro tiene aire acondicionado y calefacción, y hay wifi. La música estaba suave y se podía conversar sin estar a los gritos, y los televisores siempre encendidos entretienen a aquellos que comen solos o están aburridos. Se pueden hacer reservas para eventos, de noche las luces de la planta alta están bajas y tiene más onda pub, y se puede pagar con tarjeta de crédito. Una muy muy buena opción para comer en el sur de la ciudad.
Erne F.
Place rating: 3 Rosario, Argentina
Andaba haciendo compras por las calles más comerciales de la zona sur y de repente veo a «Hilaria». El bar ocupa toda una esquina. El interior se ve íntegro desde la cuadra de enfrente a causa de los grandes ventanales que van desde el techo hacia el piso. Además, como esa cuadra tiene la suerte de contar una vereda muy(demasiado) extensa, Hilaria tiene un espacio al aire libre que fue el que me cautivó de inmediato. Sobre un piso de piedritas grises varias mesas se disponen con gente a su alrededor, algunas tienen sombrillas. Me senté en una de ellas y esperé que me atiendan. El espacio es muy grande y las mozas parecen no dar a basto con todos los pedidos. Así que tuve que esperar un rato para que me atiendan. Pedí un café y quise unas medialunas. Como llegué demasiado tarde, ya se habían terminado, así que pedí un carlitos simple. Pasé un lindo rato disfrutando del aire libre y me entretuve bastante con el enorme caudal de autos que pasa por Avenida San Martín. Si hubiera estado cansada, probablemente esos ruidos me hubiesen molestado, y hubiese preferido el aire acondicionado del interior.