Vrindavan

¡Me encanta! Es un lugar decorado al mejor estilo hindú pero medio kitsch, con predominio del color rojo por todos lados y estatuillas de sus íconos o dioses. Hay una tv gigante en el medio del salón que pasa en loop video clips (con audio) de esa cultura. Algunos medio ochentosos, otros más actuales, te quema un poco la bocha pero está bueno y completa la experiencia.
La atención es servicial y siempre van a encontrar alguna excusa para meterte un 20% de descuento, ya sea porque pagás en efectivo, o porque tenés pelo ondulado, o porque es la primera vez que vas…
Cuando abrís la carta, la misma se divide en platos picantes, platos suaves y platos agridulces, cosa que no te equivoques. Luego, dentro del menú, todo parece igual: una lista interminable de ingredientes en donde en todos los casos la estrella es el condimento. Las variaciones suelen estar en las especias, por lo que todo suena bastante parecido (y rico).
El pan (nan) te lo cobran aparte si elegís los saborizados (los hay de queso, de cebolla o de ajo), pero de por sí cuenten que les van a llevar una cesta de pan sin saborizar con tres salsitas, una de ella picante, las otras no.
Vuelvo cada vez que estoy antojada de este tipo de comida, ya que los precios son buenos y el lugar es ameno.

Fui con reserva de Restorando (que ofrecia tambien un descuento) y pedimos que nos recomienden porque nunca habiamos comido comida hindu.
Tienen una opcion, que si nunca probaste, es la mejor, porque es una degustación de lo mas tipico. Comimos excelente, un pan de ajo, una pasta de berenjenas, pollo al curry, sopa y un arroz muy bien condimentado.
Muy buena experiencia!

fuimos con unos compañeros de trabajo y todos coincidimos que el sabor de la comida de vrindavan es de naturaleza divina!!! las berenjenas: un beso de dios en la boca, con lengua! POR FAVOR!
pedimos degustación de platos y no nos equivocamos. en su momento fuimos con una promo y el valor final era justo.
tengo ganas de volver y comerme todoooo!

Me encanto venir! Seguramente vuelva.
Le había pasado por la puerta mil veces pero por algún motivo pensé que era medio sucucho. Me llevé una súper linda sorpresa.
Es bastante caro, no da para ir seguido, pero sé que tienen algunos descuentos. Nos hicieron un 15% por ser la primera vez que íbamos.
Fuimos un sábado temprano (no eran ni las 9). Para 9.30 se empezó a llenar!
además de la comida que fue excelente (pedimos algo así como un mix de carnes cocidos al tandoor) me encantó el ambiente: música pop actual en Hindi, mozos y cocineros de la India y una súper buena onda.
Lo recomiendo muchísimo.

Medio caro, pero siempre hay promos, y además es tan pero tan rico. Amo el curry de acá (el suave), y esos platos con ochenta especias y condimentos distintos, en particular el que tiene leche de coco.
Pidanse unos naan para entrarle mientras esperan la comida, y después de la entradita de pan con salsitas (una picante, otra como de crema agria y la otra felicidad de cilantro, ergo felicidad).
De postre, hay un pseudo arroz con leche que está buenisimo. Nótese que amo el arroz con leche.
La decoración es muy linda, muy de la India, supongo. La gente que atiende es de ahí y pasan música en el idioma.

Vrindaban no esta mal, tampoco esta bien. Cuando digo no esta mal quiero decir que no es que tenga mal gusto o sea desagradable pero es dificl sentirse satisfecho con la comida etnica, sea cual fuera, luego de haber probado en el lugar de origen y en ciudades como Londres y New York donde las comunidades Indias son muy importantes. Aparentemente este lugar esta manejado por Indios asi que supongo que la comida no esta bien lograda porque entiendo que en Argentina es muy dificil conseguir los condimentos adecuados ademas de ser muy muy muy caros si se consiguen. Pregunte si servian arroz basmati, algo infaltable en este tipo de cocina y me aseguraron que si y yo entiendo que lo que me sirvieron es un arroz «tipo basmati» (El arroz basmatti que crece y se riega con el agua de los Himalayas es caro como comprar Oro o dolares en Argentina) y tiene un aroma muy particular que este arroz no lo tenia. Vrindaban es un palido refeljo de la exquisita comida India muy alejado de unas de mis cocinas favoritas

Muy buena propuesta de comida Hindu, tienen unos pancitos saborizados muy ricos, recomiendo el que tiene coco, queda muy bien con cualquier plato picante, la carta de vinos no es muy variada, volveria a seguir probando platos. Hay descuentos del 30 o 40% con algunas tarjetas de descuentos, sino es carito.

Hace unas noches atrás estaba caminando por Palermo — Hollywood, así le dicen– y me llamó la atención este restaurante hindú que no conocía: Vrindavan.
El lugar es bastante chiquito con mesas un poco juntas pero la decoración y el mantra que suena de fondo lo hacen un lugar acogedor. Fui un domingo y era bastante tarde así que no había tanta gente, nos atendió la mujer del dueño de manera muy amable.
Cuando te sentás en la mesa te traen las típicas salsitas para acompañar el pan naan, la verdad estaban buenísimas todas.
Para tomar innovamos y nos pedimos una jarra de limonada que viene con jengibre (muy recomendable). En cuanto a la cena nos despachamos con un Vhindaloo (un plato que lleva papa, curry, clavo de olor, pimienta y en nuestro caso pollo — aunque puede ser con mariscos o cordero) y con un curry verde de vegetales buenísimo.
Todo acompañado con arroz basmati. Debo decir que si bien suelo comer comida india bastante seguido, el arroz basmati que me sirvieron en Vrindavan fue el mejor que probé por lejos.
Los precios no son súper baratos pero tienen descuentos con casi todo, hay días que podés tener un 40% menos sobre tu factura (te recomiendo que averigües!) Un nuevo lugar que agrego a mi lista de comidas étnicas!