Shout

El ambiente es divino, la comida genial. Los tragos son de autor pero un poco pretenciosos, más de 10 ingredientes por trago me parece demasiado. Además pedí un trago y no lo tenían, pedí otro y tampoco. También tiene almuerzo y desayuno así que volveré!

Excelente Shout! En mi recorrida cafetera de Microcentro pasé unos minutos a disfrutar un cappu Illy con muffin de arándanos. Bastante tranquilo por la mañana, ideal para mí gusto y relax. Established 2015.
Al haber poca gente, pedí permiso para recorrer el lugar. Pablo, personal amable del lugar (ignoro si es Barista) me mostró el primer piso de este petit hotel de antaño. Hay una destacable barra con buena carta de tragos y demás para un after office (me da ganas de volver a capital). Completo con sillones y mesas, y una excelente deco que recuerda a NYC.
Por lo que leo de reseñas, parece ser del gusto y frecuencia de extranjeros. Vamos a ponerle pilas y clavar nuestra bandera con más reseñas porteñas! Ah, sugiero evento Unilocal aquí, si no es que ya sucedió. La última estrella la guardo para cuando venga al bar, participante de la semana de la cocteleria.

Sería mas un 3.5 pero bueno.
Fui a Shout con motivo de la semana BAcóctel. Hace bastante que tenía ganas de conocerlo. Me lo había anunciado uno de los bartenders del Pony Line cuando fue su apertura, creo que porque tiene algo de relación con el bar del Four seasons (ahora no me acuerdo cual).
Ubicado en una zona no muy concurrida de noche y un tanto no-​grata, que lleva a tener mucho cuidado por donde uno se mete para llegar y al irse, se encuentra este bar. Es una especie de casona, con una escalera larga, techos con partes de vidrio, y ventanales gigantes que dan a la calle. Es muy linda y a la ves sobria, no llega a ser ostentosa dándole un ambiente cálido y una forma de ser elegantemente informal.
La carta de tragos es amplia y esta dividida según el sabor de cada uno (punto a favor para los bares que hacen esto). Como yo probé tragos especiales de la semana de la coctelería no podría recomendar ninguno de los que ofrecen siempre, pero todos tenían buena pinta.
Si puedo afirmar que los cócteles que probé estaban muy bien preparados y presentados, como cualquier otro bar de primera.
Ofrecen comidas que se basan mas que nada en parrilla. Tienen muchos platitos que son ideales para compartir. Pidiendo dos platitos y un plato principal todo para compartir uno queda muy satisfecho.
Nosotros probamos las mollejas, que estaban ricas aunque un poco grasosas, el camberbert tibio, del cual destaco mas que nada el acompañamiento que trae que es muy rico, y como plato el corte de cerdo que era bondiola. Estaba sabrosa. La acompañamos con un «side» de tomate al horno que a su vez traía otros vegetales y especias que super recomiendo.
Entre otros platos ofrecen pesca del día, pollo, y pasta (esta ultima es la única opción vegetariana de plato principal que tienen).
No es una gastronomía que se destaca, pero no esta mal tampoco. Fue una lástima que siendo Sábado a la noche había como 3 platos que no tenían.
El salón tiene mesas con sillones para grupos numerosos. La atención es un poco lenta y distraída, especialmente por las chicas que te sientan en un principio. Nada grave igual.
Quizás no logró a encantarme, pero Shout esta muy bien y es una buena opción para variar un poco.

Segunda visita a Shout, esta vez durante el BACoctel.
Es genial que bares así se sumen a estas movidas, porque quizás por sus precios mucha gente se queda afuera de conocerlo o, como es mi caso, de poder ir seguido. Los tragos especiales estaban $ 85, vs. los $ 125/​$ 150 de la carta regular.
Repito la máxima de mi reseña anterior: cualquier trago que pidas va a estar rico, es siempre una apuesta segura. Probamos 4 de las 6 propuestas de tragos, uno más rico que el otro. Además, dónde vas a probar un trago con hinojo y exclamar «riquísimo!», solamente en Shout.
La atención es impecable, la ambientación es un 10.
Picamos algunas cosillas: aceitunas, quesos, berenjenas, empanadas de cordero y papas bravas. Todo fantástico.
Larga vida a la Semana de la Coctelería!

Shout podría estar en Palermo, más que en la zona de Retiro. Tiene todo lo que quiere un jueves de after o un sábado de picada y tragos.
Shout está bueno. A un par de cuadras de Santa Fe, sobre Maipú, con Plaza San Martín de fondo, y cuasi escondido, está Shout, un bar, restó, lugar cool de tapas, con algunas mesas en la planta baja, algunos lugares más comunales y barra en el segundo piso, y un SOBERBIO tercer piso con aire luz que corona la casona donde se ubica.
Buena carta de tragos, buena carta de vinos y buen tamaño de propuesta gastronómica.
Fuimos de after con gente del laburo y pedimos de todo. Si bien todo estaba rico, las porciones andaban medio escasani. Como la «Fecha de los Clásicos», que estuvo escasani de goles (reseña escrita el 25 de abril de 2016, #FuerzaGago #SoyDeRiverPeroLeMandamosFuerzaIgualmente).
Para destacar, la compota de tomates y alcaparras que acompañaba un pequeñito queso brie, las papas bravas, y las chistorras (rapiditas rellenas de salchicha parrillera y buen picante).
El precio, saladito, como agua de mar. La acústica no se banca un grupo de 20 personas «alegres» pero es entendible.
El lugar, hermoso, la comida, muy rica (mas un poco efímera). La atención, excelente. Excelente, 11 puntos, súper atentos los camareros. Aplausos para ellos.

Dudaba en ir porque no se ve mucho movimiento en la puerta. La recepción intimida un poco. Pero me lo habián recomendado tanto. Los precios están en la pared, se puede comparar y no es caro. La comida estuvo muy buena. El ambiente es muy lindo. La atención fue excelente. Me gustó mucho el tereré, probé el Mendieta. Lo negativo es que abren después de las 20, un poco tarde para los tragos.

El lugar es muy lindo, está muy bien ambientado. Recomiendo tomar tereres, la propuesta es original y estos tragos tienen buena relación precio calidad. Lo único para criticar es que siendo las 18 hs la mayoría de los bares de este tipo tienen 2×1 y este no y que los platos para picar son bastante pequeños. El resto excelente

Fuimos un jueves tipo 10 de la noche, ya no estaba tan explotado de gente como dicen está a la salida de las oficinas, así que estuvimos bastante tranquis. Nos asesoraron sobre los tragos, nos sugirieron algunas cosas, la atención es buenísima, da gusto que haya lugares así en BA.
De las opciones de Microcentro creo que es una de las mejores. Sin dudas vamos a volver.

Me gustó mucho.
Comimos un tapeo con papas bravas, bolitas de cerdo y batata, un pâté delicioso con pan brioche, sandwich de chorizo casero (lo hacen ahí mismo por lo que me dijeron) y de carne. De postre, waffles con mascarpone y durazno, riquísimo!
Los tragos muy ricos.
Lo recomiendo!

So based on Nolan L. We went there to check it out and we’re very pleasantly surprised. Great small plates optiins w great flavor.
Good beer variety and even better wines and spirits. I had two drinks one with grape juice honey and vodka and another one a bloody Mary like with grilled tomatoes and beets. The bartenders and overall staff were amazing, caring and dropped their current task to serve beers and cocktails or food. That grabbed our attention. Patrons were utmost importance.
Even hostess went out of her way from arrival to departure she was so nice.
The place is not cheap but very well worth it. Good value for the night.
If I get picky I think DJs could play songs w actual lyrics current or older popular bands not just elektronica.
Restrooms clean as they can be. There is a semi open terrace 3^rd floor that is nice too. But we spent the night on main bar second floor. Also great semi open kitchen to watch plates go out.
I definitely would be back. Good value!

Extremely loud and extremely dark. I had to use my phone to read the menu… It made me feel like I was ancient. The atmosphere felt like it was trying too hard to be trendy. The empanadas were good and priced very well. The steak was very rough and overpriced. I would not recommend coming here for a meal, but I can see how it could be a really fun bar for after work drinks or going out with friends.

Esta es la versión diurna, almuerzo friendly del bar Shout. La puerta de entrada está al lado de la del bar (que está en el primer piso) y apenas pasás te encontrás con un mural de stencils. Hay mesas altas ahí adelante y si avanzás vas a encontrar el salón principal, con barra y más mesas.
Fui hoy al mediodía a probar la hamburguesa y va a mi grupo de favoritas de la ciudad: 50% carne de vaca, 50% carne de cerdo, salsa criolla (la clave), queso provola ahumado y tomate confitado. Los panes caseros, por supuesto Susana. En vez de salir con papas, vienen con pickles de pepino, para variar, vió?
El café es impecable, tienen una máquina italiana de la que sacan ristretto, espressos, americanos y cortados. No probé nada dulce, pero no saben la pinta que tenían los alfajores! Dos puntos más a favor: buena música y aceptan tarjeta de débito.
Decoración, comida, atención, baños, ambiente. Todo pulgares arriba, marchen 5 estrellitas!

Fuimos porque Juli dijo. Este es el lugar!
La entrada creiamos que era de un edificio. Muy amablemente nos recibe Angie. A mi escaso conocimiento en lugares me parece la mejor recepcionista. Conocimos la terraza que en verano debe ser lo mas. En el momento que estuvimos estuvo fresco. Cosa que nos habia avisado.
Minutos mas tarde nos indica que tenemos lugar en la barra. Muy gentilmente nos atendio Ani que es un amor y una genia.
me quede maravillado por el frente de barra. Y el orden de la mise and place. Soy un bartender amateur, me encantan ver esas cosas de este lado de la barra.
En el salon te enamora el humo de la parrilla.
Los cocteles muyyy ricos. lo que pedi lo disfrute
recomiendo conocer Shout.

We found this place on Unilocal.We walked in and ordered the standard beer and wine. However, after watching the bartender mix up a drink for someone else we had to get in on it. I told him I liked makers and he made me some kind of amazing awesome old fashioned. The guy was better than most bartenders in premium spots in the US. The ambiance in the spot is amazing. Very chill, but not overrun with tourists (until you all read this). Highly recommend that everyone stops by.

Shout hace que digas ¡Que lindo es el centro!
No suelo andar por ahí, generalmente estoy en ese lugar enorme, superpoblado, sobrevalorado y sobre-​cobrado que adopta diversos nombres con la palabra «palermo» en algún lado. Shout es una opción excelente para escaparse de todo eso.
El ambiente es muy lindo, del estilo industrial: madera y hierro, banquetas altas Bertoia y cocina a la vista. A mi personalmente, me encanta esa declaración de sencillez y estilo. Sumado a las cuadras que podés caminar desde donde estaciones hasta el lugar, pasando por el plaza hotel y unas cuadritas adoquinadas, termina siendo un paseo muy lindo para los ojos.
Nos sentamos en la barra y nos atendieron con muy buena onda, incluso cuando declaramos que no teníamos ni idea lo que queríamos tomar. Nos acompañaron por la carta, nos preguntaron que nos gustaba y prepararon, en consecuencia, cosas espectaculares.
No probé la comida, pero estoy tranquilo porque voy a volver y a volver y a volver.

En los últimos años, nos acostumbramos a que si queremos tomar un buen trago, probablemente signifique batallar contra hordas de clientes y esperar una mesa. Tal es la experiencia en grandes lugares como Florería, Frank’s, Victoria Brown, Verne, etc.
Imaginen mi sorpresa cuando visité Shout un viernes a la noche, donde bebí y especialmente comí como los dioses pero SIN las multitudes. Is this the real life? Is this just fantasy?
Cuando llegas, la recepcionista te cuenta la historia y los proyectos del lugar, como si fueras a comprar el edificio. Había una cantidad saludable de gente y buena música (aunque un poco alta como para charlar).
Su carta de tragos es completísima y además tienen Stella tirada. Por suerte, es otro bar que se suma a la tendencia de ofrecer grandes platos: pueden elegir varios «platitos» a degustar o bien ir por principales como risotto. Yo elegí tapear unas celestiales mollejas asadas, carpaccio de ternera y camembert buenísimo.
Cumple todo el checklist de gran bar y te ahorras la espera. Solo con bajar un poco la música (sí, soy afiliada al PAMI), se convertiría en perfección.

Me encanta Shout, es uno de los lugares a los que siempre termino volviendo porque es garantía de un buen momento.
El principal motivo por el que voy es su carta de tragos GLORIOSA, que presenta reversiones de tragos clásicos a precios completamente normales. Ingredientes de calidad, muchos aperitivos y mucho juego con los aromas (siempre hay flores, hierbas o condimentos en los tragos).
La comida es exquisita, con opciones geniales para picar algo y buenos platos principales. En este sentido, me incomoda la falta de variedad en los postres (ya probé todos y ninguno es tan glorioso como para volverlo a comer hasta el infinito) y que las porciones sean tan chiquitas. Lo bueno es que lo segundo se soluciona pidiendo más de todo :)
Me encanta la atención, me encanta el ambiente, y sobretodo, me gusta ir los días de semana.
Vengan a Shout cuando quieran charlar, beber y reír entre pocos.

Excelente! Un lugar descontracturado con buena coctelería y una atención muy esmerada y con buena onda.
Probamos varios tragos y todos destacaban por ser muy precisos y con identidad muy propia, cerrando casi siempre con aromáticas que aportaban no solo a la decoración final del producto sino a jugar con los sentidos.
La próxima vez, voy a atacar la carta de comidas porque parece estar a la altura de la buena calidad de la coctelería que nos sirvieron. Después les cuento más.

Ubicado en pleno microcentro porteño, en donde abundan bares que sólo ofrecen cerveza y tragos típicos, Shout se distingue. Este bar ofrece tragos de autor y muy rica comida para cortar con la rutina de la semana.
Fui con una amiga con motivo del Bacóctel y pasamos un excelente rato. Como era la primera vez que íbamos, la recepcionista nos contó acerca del bar y nos acompañó hasta la barra.
Los tragos son originales y ricos (yo tomé una reversión del tereré que no defraudó) y comimos unas ricas papas bravas y chipirones. Los bartenders son súper atentos y se nota que conocen su oficio a la perfección.
Con seguridad recomiendo este bar, joyita en medio de tanta mediocridad de bar de microcentro.

Cuando vas a un lugar así, uno se replantea todas las reviews de 5 estrellas.
Como hablan varias reseñas, desde que pisas la puerto del local hasta el final, la atención no es otra que un 10. Solamente es comparable con restaurantes por los cuales uno paga más del doble que lugares como este. No es un lugar súper económico, pero tampoco es un lugar caro, uno paga por la experiencia, y en ese sentido el precio es un regalo.
Nos atendió una recepcionista que nos indicó cual era el objetivo y la idea del restó, de una manera muy amable nos acompaño a nuestra mesa.
Bueno, intento poder seguir a pesar de la baba que tengo… Disculpen… Que excelente experiencia.
Comenzamos con un trago exquisito La Niña Bonita, ufff, la acompañamos con unos patacones fritos que fue lo único que no fue 5 estrellas. El platito de pulpo español la puta madre… Espero ir otra vez y que me enrede ese bello pulpo nuevamente. El corte del día era vacío y lo acompañamos con las papas bravas. Puta madre! Puta madre! Que rico!
Para ponerle el broche de oro pedimos un waffle que para variar fue un 10!
Ultra recomendable, gracias Florería Atlántico y Shout por existir, dos increíbles lugares con similares características, pero con experiencias totalmente diferentes!!!

Como siempre Shout no defrauda, un tip con Restorando+Amex hay un 20% de descuento.
Fuimos con una pareja amiga, que vino de Lima y quedaron fascinados! Al ser lunes había poca gente, intimo y amable. El trato es siempre excelente, el barman Seba Garcia y sus allegados siempre con la mejor predisposición!
Comimos unas tostadas con miel y pâté! y unas papas bravas de entrada!
Para luego pasar a una Bondiola y Pulpo a la gallega. Riquisimo todo!
Acompañado de tragos de autor excelentes… «Quilombo» una versión del Old Fashioned que cambia el bourbon por Pisco… el ya mítico trago tipo «terere» «El chanta… así como también tragos con vino y caipirinhas todos ejecutados con gran exactitud!
Me encanto y la pasamos excelente, gastando solo $ 700 los 4!

Tengo sentimientos encontrados con este lugar, porque mi experiencia no fue de lo mejor. Como el comentario es mixto voy a separar lo bueno de lo malo y dejar que decidan ustedes. Sabiendo que la mayoría de las reseñas son favorables, primero voy a señalar
LO MALO: Yo había reservado ese mismo dia al mediodía una mesa para 4 para la noche. Llegue a la hora señalada, me reciben en la entrada con la mejor onda, me confirman que mi reserva estaba, me cuentan todos los beneficios del lugar, etc. Pero, hete aquí que cuando subimos al primer piso (donde esta el bar) la recepcionista le dice a la moza que me lleve a la mesa y NO HABIA MESA. Obvio que nadie me dijo que mi mesa no existía, sino que me dejaron parada en el medio del bar un ratito diciendome «ya vengo, eh». Como no había mesa y no habían llegado lass otras personas, me ubicaron en una silla en un rincón a esperar. Llego una de las personas que había invitado y aun no teníamos mesa, pero rápidamente nos vinieron a decir que el lugar ya estaba listo. Ahora, la «mesa» que armaron estaba ubicada en un lugar a medio metro (more like 40 cms) de la boca de la escalera y a menor distancia de la mesa de al lado. Dicha mesa, donde había una mujer que se venia a sentar desde otro lado del bar y pasaba a molestar cada dos minutos (esto no es tema del bar, no los culpo). Lo que si es para matar a los del bar es que cuando ya habiamos llegado los 4 que eramos y viendo que venia la mujer esa a sentarse en la mesa de al lado nuestro, donde, repito NO HABIA ESPACIO, la recepcionista del bar le dice a una de mis amigas si le podía ceder su silla a la mujer y que nos daba otra a nosotras. Cara de orto de por medio, la mujer que venia a sentarse dijo «no quiero molestar» y se fue. A todo esto, cuando todavía eramos dos habíamos pedido unas papas para ir picando tipo entrada. Paso 1 hora y ni noticias. Pedimos los tragos, el resto de la comida y ni noticias. Llego la comida y la moza nos dice «perdona, las papas fueron a otra mesa. Ahora te las traigo». 1 hora. Comimos las papas de postre.
Ahora, aparte de esto LO BUENO: La comida y los tragos eran deliciosos. Pedimos varios platitos (patacones fritos, mollejas y papas bravas) y un par de platos (pollo y ternera) para compartir en la mesa. La carne se deshacía de tierna. Todo estaba en un punto perfecto. Los tragos, por otra parte eran muy elaborados (no entendimos la mitad de los ingredientes) y deliciosos todos. yo tome el concord, que era un cocktail de gin, y en la mesa pidieron el dandy y el giacomo (creo que se llamaba asi) que eran muy buenos tambien.
Con todo esto en cuenta, saco este puntaje promedio. La comida y los tragos eran geniales, pero me pasaba el tipo que salia con la basura a medio metro de mi cena. Los precios no son baratos, encima, como para justificar (que no se justifica ni que estes en McDonald’s) la mala experiencia. Era mi cumpleaños y festejaba que me recibí de la facultad, por lo que era una salida importante para mi que se vio aguada por todo el quilombo de por medio. No iba a salir a pedirles una compensación, porque no es mi estilo. No me gusta el quilombo, pero en este caso creo que estaba muy correcto reclamar. Lo máximo que obtuve fue un «perdón» de la recepcionista cuando estábamos yéndonos.

Such an amazing experience. I stopped in while traveling here for work from chicago and found an amazing dinner spot. I had the chorizo and the cheese and a few glasses of wine. Everything was great, the ambiance was lovely and the service was excellent. One of the bartenders spoke English and really went out of his way to make sure I had good wine and good food. Highly recommend if you are in the area.

Un nueve contender para el puesto a mejor bar de Buenos Aires.
La entrada de Shout es super discreta, a media cuadra de plaza San Martín, un caserón antiguo con un pequeño cartel que dice Shout y una puerta de hierro que lleva a un hall vacío.
Al momento de apertura te espera una recepcionista que te indica subir las escalares y uno llega al primer piso del bar/​restaurante con su barra moderna y completísima y cocina a la vista.
El lugar está decorado e iluminado a la perfección. Moderno y clásico, con iluminación justa y un ambiente íntimo y de primer nivel. Con mi amigo nos sentamos en la barra y nos atendió Nicolás, uno de los barmans más cordiales que conocí en mi vida. Nos paseó un poco por las ofertas de la carta y los tragos de autor especiales. También pueden realizar cualquier tipo de otro trago clásico a pedido.
Tomé 3 tragos, los 3 excelentes.
Pero Shout no se queda con ser un bar, también es un gran restaurante de brasas y parrilla.
Degustamos un plato de Paté de hígado de pato sublime con unas tostadas caseras y salsa de durazno. También probé un pulpo a la parrilla con papas a la provenzal que era genial, aunque un poco escueto.
Lo que me quedé con ganas de pedir fue platos de carne, porque todos se veían excelentes en la carta. Voy a volver un día a cenar propiamente dicho y comer unos buenos bifes o asados.
El bar tiene 1 piso más y una terraza al aire libre para hacer eventos corporativos. Es una belleza y de la mejor calidad posibles.
Eso sí, los precios acompañan al servicio y calidad. Vayan preparados y la van a pasar genial.