Fui años al mismo peluquero y era muy feliz, hasta que un día caminé hasta la puerta del local y me encontré con un hueco. No tengo idea que fue de mi peluquería y mi peluquero, y yo acá sucumbiendo ante la desesperación. Una señora un poco más canchera en la zona de Retiro me dio la dirección de este lugar y me prometió que eran buenos y no me iban a matar con los precios. Mi experiencia en este lugar fue justamente así. Queriendo experimentar(cosa que no se debe hacer jamás en una peluquería desconocida, pero whatever), el peluquero me entendió todo lo que quería hacerme y me cortó correctamente. El problema fue cuando me dijo que quería «agregarle movimiento» a mi corte y metió unas mechas cortas donde no tendría que haber tocado nada. Yo se lo permití, pero después me resultaron incomodísimas y las odié por un tiempo, hasta que crecieron y las pude atar con el resto del pelo. Si no son tan tímidos y lelos como yo y saben imponerse a las recomendaciones de los estilistas, lo súper recomiendo. Suele haber mucha gente en el local, así que se ve que son furor en la zona.