Swung by here last night. They seemed happy to see us, offering myself and my gf a 15% coupon if we paid in cash or 10% with credit card. I loved the lay out of the restaurant, you can sit on couches with tables, a definite rarity at a restaurant of this formality. The rooms all have different color/themes. Our room was colored aqua and again I can’t stress enough how good of a restaurant this would be for a date. Just a great vibe. Our waitress was sharp, attentive and spoke English(although she had to tolerate my improving Spanish for the evening). I ordered the salmon ravioli after really struggling to pick something off the pretty diverse menu. It filled me up, they didn’t skimp on the portion size and while not the best pasta i’ve ever had, I would recommend it if you like to mix protein with pasta. I had a glass of Malbec wine, but I recommend just getting a 350⁄500 cc serving because the glass by itself was nothing to write home about. The bread accompanying the meal was tasty. I would return and the entire block around this restaurant is full of fun places to explore.
Pedro P.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Un lugar de ambiente mágico, ideal para ir en verano. Sus sabores y propuestas son originales. Posee ambientes de diferentes características lo que permite tanto ir con amigos como en pareja. La mesa que da a la ventana del salón verde es el lugar ideal para estar sin ruido. Buena carta de vinos aunque no mantuvo la calidad de años atrás, ya que la carta suele estar incompleta o tener faltantes de vinos sigue siendo un hermoso lugar. Antes la música brasileña de calidad era una hermosa característica del lugar pero no se respetó ese detalle del ambiente la ultima vez que lo visite
Valeria G.
Place rating: 3 Buenos Aires, Argentina
Conocí Lelé hace años por el fanatismo de una amiga por este restó. Me gustó mucho, no me enamoró tanto como a ella, pero seguí yendo por mi cuenta en varias oportunidades. Es super linda la ambientación, con distintas salas nominadas por colores y caracteristicas en lo decorativo. Creo que he recorrido ya todas, incluso la terraza que en verano es una opción muy agradable. Creo que en sus comienzos la originalidad de Lelé era más notoria porque no había taaantos lugares por la zona como ahora. Respecto a la comida, siempre comí bárbaro. La última vez, además de un risotto my rico, probamos una picada de comida árabe que recomiendo fervientemente. Es excelente y es como para dos personas mínimo. No soy fanática como mi amiga, pero Lelé es siempre un lugar amable donde ir de vez en cuando.
Jennifer D.
Place rating: 5 Buenos Aires, Argentina
Lelé hace mucho tiempo que está en la zona, según me contaron. La dueña, Lele, se sienta en una de las mesas a veces o se pone a trabajar como un empleado más. El lugar es muy muy lindo: una antigua casona del 1800, antes un conventillo nos contó Lele. Es enorme: tiene 2 pisos divididos en ambientes y una terraza. Cada ambiente se divide por colores y son realmente lindos. Recomiendo ir de noche y probar las pastas. Los precios son un poco más alto que el promedio pero vale mucho la pena la experiencia, porque eso es, Lele de Troya. Ah! Y tienen cocina a la vista.
Paloma P.
Place rating: 5 Buenos Aires, Argentina
Hace años que Lelé de Troya ocupa una de las principales esquinas de Palermo Viejo. Ubicado en una casona antigua con grandes plantas por todos lados, en este restaurant los comensales se distribuyen entre distintas habitaciones, cada una con diferentes ambientaciones. Como entran pocas personas por habitación, suele haber un clima intimista. Los platos son ricos y abundantes, siempre de cocina mediterránea. La última vez pedí ravioles en tinta negra rellenos de salmón. Riquísimos y para compartir. Lo único malo es la atención. No alcanza la cantidad de mozos para las mesas que hay y además, muchos de ellos, tienen muy mala onda al momento de atender. Los precios están acordes a la zona, si mejoraran la atención ya seríà la cereza del postre!
Marianela A.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Una casona restaurada ubicada en una esquina de Palermo. Suena a algo común en Buenos Aires, pero no lo es. Lelé de Troya te seduce desde el momento en que llegás, con su decoración romántica y muebles de estilo antiguo, velas, flores y espejos. La atención es buena, pero la comida tarda bastante en llegar, por lo que siempre es bueno pedir una entrada(recomiendo mucho las papas aztecas). Finalmente, vale la pena la espera: los ravioles de muzzarella con salsa de rúcula deberían ser probados por todo el planeta. Además de las pastas, campo en el que se destacan, también tienen ensaldas y platos con carne que, por devoción a lo italiano, nunca probé. Si el clima amerita, la terraza es el mejor lugar para pasar el rato: silenciosa y llena de plantas y acompañada por la misma personalísima decoración.