El Mosquito

parilla libre y a la carta con opciones para celiacos papas fritas, provoleta y chorizo y entienden todos los mozos del tema. para ir siempre.

De las parrillas mas destacadas de Buenos aires, un clásico, el mosquito es lo mas parecido al asado que se come en el interior de la provincia de bs as (que es de lo mejor que podes comer). Parrilla libre por un muy buen precio y de postre los que hacíà la abuela cuando éramos chicos

Si hubieran 6 estrellas le pondría 6! Impecable el lugar, la atencion y el precio. Parrilla libre (menos mollejas que se pagan a parte), fritas libres y por dios el Crumble de Manzana con frutos rojos y helado, no tiene comparación con nada.
Recomiendo fervientemente esta parrilla, que además, tiene fotos del Diego y los individuales tienen su firma!
Aguante el Diego caretas.

Un lugar ideal para ir a comer una parrillada con amigos! La atención es super buena y la parrilla la libre el plato tipico, tiene muy ricas opciones de postre!

Gran lugar para acceder a un rico asado al estilo de campo, nada que reprochar de la carne, y por supuesyo vayan a comer parrilla libre, que sale unos buenos pesos pero despues del lechón lo va a a valer!!! Super recomendado

Recordaré siempre al Mosquito por tener ARROZ CON LECHE. Las ensaladas son riquísimas. Se nota que son frescas y la atención es muy buena. Ideal para grupos grandes

La primera vez que fui me resultó bastante decepcionante. Me quedé con la sensación que el precio y la calidad de lo que me ofrecían no tenían nada que ver, uno estaba muy por sobre el otro y claro está que esta vez fue el precio! No pedimos el menú de parrilla libre, no recuerdo si fue porque no existía o qué fue lo sucedido! Quizás ahí estuvo el error.
Esta segunda vez, fui sin mucha elección dado que era el lugar de encuentro con amigos, fui con una expectativa baja en relación a la comida pero dispuesta a pasar un buen momento.
El lugar es bastante común, se podría decir como esos lugares donde uno va a pasar un día de campo pero trasladado al medio de al ciudad.
Esta vez optamos por la parrilla libre, no escatiman para nada en cantidad, si vos pedís te traen, pero la calidad sigue siendo media baja.
Yo soy una gran fanática de la tira de asado y si bien estuvo mucho más tierna que la vez pasada, me dio la sensación de estar recalentada y por cómo se llenó el lugar confirmo que es bastante probable que eso haya sucedido.
La atención fue muy buena, la moza estaba muy atenta y eso que éramos una mesa de 8!
Volvería??? Y quizás en estas situaciones, donde no elegís el lugar y lo principal es pasar un momento con amigos!

Mil elogios para este clásico de Almagro.
Es una parrilla libre donde podes comer de todo sabiendo que no van a escatimar con las porciones o con la calidad. Es ideal para ir con grupos de amigos!!! Es un ambiente muy calido y familiar, lo recomiendo mucho para las cenas de fin de año que se aproximan y surge la gran duda de «Donde nos juntamos antes de fin de año?»
La realidad es que nunca pregunté si tomaban reservas, siempre que fui esperé un promedio de 40′ por mi mesa. Pero teniendo en cuenta que van grupos grandes, les aconsejaría mucha paciencia para esperar.
En cuanto a los precios, es super razonable. Ni caro ni barato, lo justo por la relación calidad, cantidad y precio.

El Mosquito es una típica opción segura para ir con grupos de amigos. Creo que en plan grupal todos buscamos masomenos cosas similares, que la comida zafe, precios razonables, lugar cómodo. En estos ítems esta parrilla cumple. El ambiente es asi, familiero y amigable.
Ahora pasando a la comida, como me pasa en la gran mayoría de las parrillas porteñas, como dije antes, la nota es «zafa» con lo justo. Y lo dije en otra reseña, asados de tira medio pelo es lo que corona la mesa en estos lugares. Si sos de comer buenos asados, es algo que se nota a la legua que acá estas comiendo lo más barato de la carnicería.
A favor, son generosos, como eramos muchos fuimos por parrilla libre y no escatiman nada y te traen lo que vos pidas, no lo que ellos quieren.
Las mozas buena onda y esmeradas aún con local lleno.
En resumen, la pasamos lindo, porque cualquier grupo de amigos+parrilla funciona. Aunque desde luego, no vayan con el paladar parrillero exigente, es lo que hay.
Bonus track: muy buenos postres (copas, volcán, etc.) y podes pedir gaseosas/​agua de litro y medio para acompañar los vinos :-)

«Ya no es lo que era» es la frase que mejor cuadra para esta famosa parrilla del límite entre Almagro y Caballito.
No volvería por motus propio, pero es una buena opción para ir en grupo ya que cuentan con precios accesibles, parrilla libre y salones amplios. Las achuras y la provoleta están incluidas y son muy buenas, pero la carne deja mucho que desear (desde ya que ni te preguntan a qué punto de cocción la querés, y aunque lo pidas, rara vez te lo cumplen).
Eso sí, los postres son una bomba! La tarta tibia de manzana con helado y frutos rojos es una locura.

Yo no soy muy carnívora, pero si me consultan donde ir a comer parrilla siempre digo el Mosquito (lo interesante seria entender por que le consultan a una no carnívora declarada donde comer carne, pero les juro que me sucede).
El tema es que es el típico bodegón que se sostiene a lo largo del tiempo. Y como la gente lo sabe, encontras familias, parejas, amigos y muchas personas esperando por un lugar en la puerta (por lo que es recomendable ir temprano).
Lo interesante es pedir parrilla libre porque lo que pagues lo va a valer. Para arrancar empanada de carne frita. Achuras, provoleta y todo tipo de carne en sus variantes de cortes las veces que quieras y en el tiempo que quieras, mas papas fritas libres (papa papa) que la moza te repone sin que las pidas incluso. Si queres ensalada deberás pagarla aparte. Y si vas con alguno que no entiende que la onda es atorarte de carnes, pueden pedir a la carta tranquilamente y tenes variedad de pastas y platos elaborados. Que mas? Porque si no fuera suficiente buena onda lo barato + lo libre te dan la opción de pedir gaseosa de litro.
Por último, sé que dependiendo con quien esté, voy a tener que pedir postre porque tanto el volcán como la mousse de chocolate son buenos (aceptables para mí porque hubiese preferido seguir picoteando las papas probablemente).
El lugar es amplio y además cuenta con una ampliación que al final deleita a los padres con un pelotero. Yo no se si es este ultimo condimento o la cantidad de gente que colma el lugar, con grupos de amigos gritones o padres que retan a los niños, pero cuando salis te das cuenta que estabas gritando para hablar con el que se sentó frente a vos y que algunas cosas quizás ni le escuchaste. Este es el gran punto en contra.

Para llenarse. La carne no es buena. Todo es medio grasoso, no siempre muy rico. Si la idea es atiborrarse de achuras yo lo sigo prefiriendo, auque hace mucho que no voy. Suele haber espera considerable los fines de semana. Tienen pelotero. La panera no esta nada mal. No es caro. Buena atención.

TODO BIEN ESTÁ EN ESTA PARRILLA. Bueno, me calmo. Fuimos con mi novia porque nos queda MUY cerca y siempre le pasábamos por adelante diciendo «Acá tendríamos que venir», hasta que un día fuimos.
Para mi sorpresa no había mucha gente, primera cosa a favor. La papa del lugar obviamente es la parrilla libre, si pedís a la carta mas vale que tengas plata encima. Todo es muy rico, realmente, y las porciones son GIGANTES.
La atención no es nada del otro mundo, incluso podría decir que se toman su tiempo para llevar las cosas. Ideal para mesas numerosas.
Vayan.

Que no se dijo de El Mosquito…
Es un gran lugar para juntarse a comer con amigos cualquier día de la semana.
Hace mas de 6 años que voy frecuentemente ya que vivo cerca, y siempre conserva la calidad de sus carnes y su atención en general.
Es uno de los pocos lugares con Parrilla libre que su calidad es buena y no te tratan de encajar cortes malos.
Pero no por eso deja de ser la gran avivada de que cada uno de los comensales pide un corte distinto de carne y viene una porción ínfima de ella.
Por eso recomiendo que siempre que quieran algo se pongan de acuerdo y no pidan mas de 2 cortes distintos para que venga abundante cantidad de cada uno.
También está la trampa de las papas fritas que te las renuevan constantemente y que si te llenas de papas te perdes de probar las carnes.
Un dato muy importante es que podes ir y pedir para llevar, y cada porcion o media porción son realmente abundantes y generalmente una porción vale lo mismo que vale la parrilla libre.
Para los que no son tan carnívoros pueden pedir pastas, que son muy buenas. Y si les gustan los postres, tienen un muy buen Volcán de Chocolate.
Es un lugar muy concurrido, por lo cual siempre hay gente esperando ingresar por horas, y generalmente son las 23 hs, y sigue habiendo larga espera. No por mala atención sinó por cantidad de gente que va.
Algo importante es que los fines de semana abren al mediodía y eso también es una ventaja sobre los horarios nocturnos.
También hay que destacar que son uno de los pocos lugares que sirven gaseosas grandes para compartir, son de 1.5 litros.
No se pierdan este lugar porque realmente vale la pena la calidad de carne que se come.

Recuerdo que mi viejo de chica me contaba que cuando era joven siempre iba.
Hoy en día es un clásico para nosotros.
La atención es muy buena, el lugar es grande y el ambiente es familiar y bastante friendly para esos niños que son hiperactivos ya que tienen un sector con juegos.
Las papas fritas son buenisimas y los precios geniales.
Lo malo es que siempre esta lleno.

El Mosquito es una clásica parrilla libre del barrio de Almagro. El ambiente está bien y es medianamente amplio, aunque es un lugar que siempre se llena, más que nada porque los precios son accesibles, onda que tenes parrilla libre variada + papas fritas por tan solo $ 119.
A priori, parecería que todo está bueno en este restaurant, pero no tanto. La atención y los precios están muy bien, pero falla un poco en lo más importante que es la comida. Con esto no quiero decir que la carne sea mala, pero para los exigentes hay que decir que este lugar tiene tanta salida que muchas veces lo que podría ser una gran porción de bondiola o de vacío puede llegar un tanto pasada o –como imagino– recalentada.
En conclusión, si quieren ir a comer bocha de parrilla –también incluye lechón, provoleta, carré de cerdo– a un precio accesible, éste es el lugar, en cambio si son muy quisquillosos con la calidad de la carne tendrían que pensarlo un poco.

Esta es una antiquísima parrilla que está en el límite entre Almagro y Caballito, a una cuadra del parque Centenario, que apareció originalmente como una pulpería en la década de 1880 y después se transformó en el negocio que conocemos hoy día.
Tiene un amplio salón e incluye un sector con juegos para niños. Lo que está bien si llevás chicos, pero caso contrario te recomiendo que (si es posible) te ubiques lejos de ese sector para que puedas hablar tranquilo.
El lugar se llena SIEMPRE, por lo que es necesario tener paciencia o en su defecto ir un día de semana, como fue mi caso: fui con unos amigos un lunes a la noche.
Pedimos parrilla libre para los cuatro. Ésta comienza con una empanada frita de carne y luego te traen lo que vos quieras, cuantas veces quieras (o sea que si querés comer 20 veces provoleta, lo podés pedir sin problema).
Entonces, las provoletas te las traen con chorizos pequeños y morcillas (son chicas, pero me parece que así está bien para que puedas aprovechar lo que sigue), luego siguen las achuras (chinchulines, etc.) y la carne. Ésta incluye los cortes ultraconocidos, además de cerdo y pollo.
Siempre te traen para acompañar un plato de papas fritas. Sin embargo, la ensalada no está incluida en el menú. Se incluye una gaseosa de 1L y medio. Y el vino, obviamente, se paga aparte.
Si querés comer hasta reventar, claramente la opción a elegir es la parrilla libre. Tal vez muchos pensarán que este tipo de menú incluye productos de dudosa calidad pero, por suerte, éste no es el caso. La carne es muy buena (para mí, de todo lo que nos trajeron, el mejor corte fue el vacío).
Por supuesto, tenés la opción de pedir menú a la carta para aquellas ocasiones que no sean «comer como un animal».
Las únicas cosas en contra que noté fueron: que el menú libre no incluya aunque sea una ensalada mixta (ojo, adoro las papas fritas, pero llega un punto que satura) y el hecho de que no acepten tarjetas de débito ni de crédito (pagar una parrilla en efectivo en el contexto actual suena un poco delirante).
En fin, se trata de una muy buena parrilla que ofrece un producto de gran calidad. Es ideal para ir con amigos, con tu pareja, con tu familia o en grupos grandes.

No le pongo 5 estrellas porque muchas veces por no haber lugar, me mandaron al «salón» donde están los juegos para niños, y mientras comía corrian los nenes entre las mesas…
En cuanto a la comida, 10 puntos.
ELIJAN PARRILLA LIBRE! Podés pedir 20 veces que te traigan provoleta o achuras, y el asado es riquísimo.
La sal justa, y viene con papas fritas sí o sí la parrilla libre.
Gaseosa de 1.5 lts se puede pedir.
Si reservan antes, la van a pasar genial.
Por ahora no cambio esta parrilla por ninguna!!!
OTRO PUNTO NEGATIVO: SOLO EFECTIVO!!!

Fuimos Domingo al Mediodía. LLeno. Vayan con reserva. Hay varias formas de pedir, a la carta, Parrilla Libre que inlcuye Fritas libre $ 118. O si van en grupo tienen la opcion de Parrilla libre, Ensaladas y papas libres, Bebida no alcholica libre por 2 horas y vinos especificios. eso $ 195.
Muy buena opción de parrilla. Mucha variedad. vacio, asado, chorizo, morcilla, chinchu, matambrito, pechito de cerdo, bondiola, de todo!!! Y todo muy rico. Las gaseosas son de litro y medio.
La atención de Johanna (Es venezolana) excelente!!! No así de la moza joven, rubia y alta que atiende a desgano y de mala manera. Tiene sector de juegos para chicos. Vayan!!!

Esta parrilla me la recomendó un amigo del trabajo, me habló muy bien del lugar y fui con altas expectativas, no solo fueron cumplidas, sino superadas.
El lugar es bastante cálido, la atención es casi inmediata y los precios son muy accesibles. Está ubicado en Almagro, en un cruce entre Perón, Lambaré y Río de Janeiro. Lo van a ver apenas pasen por ahí.
Una de las cosas que más me gustó es que tienen un sector ‘child friendly’ para la gente que va con sus hijos, el ruido de los niños queda en ese sector, mientras que los demás ni nos damos cuenta de su presencia (no tengo nada en contra de los pequeños, pero si me dan a elegir, prefiero un lugar sin grititos agudos constantes para ir a cenar).
La variedad de carnes es amplia, tienen todas las achuras, res, cerdo, pollo, provoleta, papas fritas, ensalada, bebidas con y sin alcohol. Ideal para llevar a alguien recién llegado al país a comer un buen asado sin gastar fortunas.
Pueden pedir la opción de parrilla libre por persona, incluye toda la carta de parrilla y papas fritas. Las ensaladas y las bebidas se pagan aparte (consulten si tienen la opción de pagar un adicional por tener bebidas libres también).