The Embers

Fui sin expectativas solo para acompañar a una amiga que era asidua de este lugar en su infancia y tenía un buen recuerdo. Después de haber ido no puedo decir lo mismo (?)
Eramos 5 amigas y elegimos ir al sector al aire libre porque adentro había un poco de olor a comida y el ambiente era bastante ruidoso. Al sentarnos vimos que en toda una esquina de la mesa había caca de paloma (ok, ok, no es culpa del lugar). Cuando la moza vino a atendernos ni se dio cuenta y le tuve que avisar yo que por favor nos limpie la mesa.
El precio de la comida es normal de una hamburguesería PERO con el detalle de que vienen sin guarnición, a menos que pidas la hamburguesa en combo que viene con papas y bebida pero que trae solo lechuga y tomate. Y acá está el otro detalle importante, podés agregarle todos los ingredientes que vos quieras pero te salen entre $ 10 y $ 20, y si querés algo completo terminás pagando bastante.
La moza nos empezó a tomar el pedido sin anotar y a la mitad se dio cuenta de que no se iba a acordar todo (shocking) y se tuvo que ir a buscar un papel y volver.
Pasaron 40 minutos hasta que nos trajeron las bebidas y 15 minutos más para la comida. A dos de las hamburguesas le faltaba huevo, yo ya estaba masticando las servilletas del hambre y tuve que esperar 10 minutos más por el error del pedido.
FINALMENTE cuando empiezo a comer busco la sal y había desaparecido y yo recordaba que había estado en la mesa, la voy a buscar a la moza y cuando le pregunto si ella se había llevado la sal me contesta: «ah, no sabía que la estaban usando».
puntos suspensivos
más puntos suspensivos
En fin, la hamburguesa estaba rica pero entre el fastidio de tener que hacer malabares con el menú para tener una comida completa y no gastar $ 250, la espera y la mala atención ni la disfruté y dudo volver algún día.

Muy bien ambientado en el estilo americano. Rico y abundante. Atención súper rápida. Ideal para el mediodía!

Restaurant Americano clasico. Fue el primer restaurant de este tipo en Argentina. Las hamburguesas son de lo mejor. Evitar los platos novedosos como ribs y demas que agregaron despues para competir. Aca se come hamburguesa o hot dogs.

El viernes pasado era feriado y salimos a pasear en auto, le dije a mi novio, «agarrá Libertador derecho», sin rumbo certero terminamos almorzando en The Embers. Cuando era chiquita siempre íbamos a comer con mis viejos ahí, y terminábamos con un helado de postre de Via Flamminia. Me encantaba que antes te servían los platos con banderitas clavadas, lamentablemente ya no lo hacen. Además, mis papás cuando eran novios solían salir a comer allí. Ahora volvimos y el local, que existe desde 1961, esta completamente refaccionado, siguiendo la estética de bar yanki de los años 50. La comida sigue siendo muy rica. Sobrevivieron a la llegada de los tanques de Fast Food y siguen sirviendo una gran variedad de platos «fast», sandwiches, panchos y muchas cosas fritas. Las papas rejilla son una cosa de locos. Los panchos son muy sabrosos y la papa horneada The Embers es excelente. Ojo que los platos son grandes, no pidan de más porque sino no les va a quedar lugar para el helado de Vía Flamminia. Los precios no son demasiado baratos, y para todos los que no consiguen lugar en el Burguer 54 que está a dos cuadras, esta es una excelente opción.

Me habían hablado maravillas de este lugar y estaba con bastante expectativa. Fuí a almorzar y pedí un Pork Champ, y la verdad que lamentablemente no me voló la cabeza como esperaba que lo hiciera un lugar que hace más de 50 años funciona en Buenos Aires.
La atención muy buena, no hubo que esperar mucho por suerte pero lamentablemente la comida no me mató. Lo que sí son porciones zarpadas.
Si bien es un «must» de los fanáticos de las hamburguesas, yo no sé si lo recomendaría con tanta fuerza como me lo recomendaron a mi.

Me encantó este lugar, la onda es tipo estadounidense: hay mesas o sillones tipo diner, tambien tiene una terracita afuera si está lindo el dia.
Las hamburguesas son caserísimas, con carne supre magra y además son enoooooormes. Y muy ricas! Pedi el combo clásico de hamburguesa con lechuga, tomate y cebolla + papas y gaseosa (que, obvio, cambié por una pinta de cerveza) y no lo pude terminar.
Está todo limpio, los baños impecables, La atención es muy buena y atenta. Aunque cuando hay mucha gente es medio ruidoso y hace un poco de calor.
Volvería una y mil veces.
Burger 54, andá a buscarla al ángulo.

The Embers, legendario restaurant de comidas rápidas estilo americano, de los 80’s aunque tengo entendido que inauguró en los 70’s, lo que lo convierte en el primero del estilo en Baires, clásico de los clásicos. El estilo de este restaurant es único !! En la actualidad solo quedan 3, recomendados… Con alma de dogor toda la carta… jaja
pollo frito en canasta, aros de cebolla, sus clásicas hamburguesas, papa The Embers viene con queso crema, panceta y ciboulette, hot dogs gigantes, los postres: waffles, panqueques y lemon pie, sin olvidar el ice cream soda ni los milkshak

Comida tipo americana ! Ricas hamburguesas y lo mejor del local para mi los wafles !!! Con dulce de leche y crema excelentes !!! Ideal para ir con niños y adolescentes.
Los fines de semana hay mucha gente.

Hamburguesas con gusto de parrilla, takadas de bacon gruesas y crocantes, pan tostado en su punto justo, papas rejillas espectaculares y aros de cebollas crocantes, sin comparacion con la sucursal de nordelta.
José, que trabaja desde hace 44 años y te saluda con cariño, que te puedo decir… Hamacarse hasta re-​encontrarte con el niño que fuiste y disfrutAr nuevamente ese panqueque y esperar a la banderita que te tocara en suerte hoy, sorber la crema de tu icecream eterno.

Tremendas hamburguesas, pidan el menú para compartir, 2 hamburguesas completas con un plato enorme con papas fritas y aros de cebolla. Lo mejor de todo, es que sale más barato que dos menú en algunas de las conocidas cadenas de hamburguesas. Atención personalizada y un ambiente inigualable. 10 Yaninas le doy.

Viste cuando tenes muchas ganas de comer hamburguesas buenas? Bueno, Asi!!!
Las hamburguesas son fantásticas, las papas riquisimas, tanto fritas como rellenas!
La atención es buena, el único problema es q es demasiado familiar, lo q implica q hay muchisiml barullo y nenes gritando!
Super recomiendo pasar x aca!
Si está lindo tiene mesas afuera!

Apenas me senté, me pareció estar en un típico restaurant familiar estadounidense. Ojo, eso no quiere decir que nos rodeamos de familias con muchos chicos, sino que era algo que transmitíà la decoración del lugar. Ordenado, limpio, con colores y diseños de un restaurante americano. Hay mesas tanto dentro como afuera, y una zona con desnivel donde decidimos comer para alejarnos de todos y analizar nuestra comida sin ningún tipo de molestia. Hablando en serio, la atmósfera te hace sentir cómodo.
Eramos tres personas, pero a pesar de ello, nos sirvieron rápido. Fue complicado elegir entre las opciones pero me decidí por la hamburguesa de champignones. Esta opción se veía prometedora, ya que el menú especificaba que todas las hamburguesas venían con queso, lechuga, tomate y pepinos.
Una historia diferente fue recibir mi pedido: no estaba dicho en ningún lado que esta hamburguesa era al plato. Tampoco tenía el queso, lechuga y demás ingredientes que nombraron en el menú. Quizás yo entendí mal, pero me sorprendió cuando la recibí. Como ven en la foto, el pan de abajo estaba sumergido en la salsa barbacoa, con los champignones cortados dentro de la misma. La salsa estaba muy deliciosa, mientras que a la carne si bien le faltaba un golpecito de cocción, sabia bastante sabrosa y tierna. Acompañé con un muy rico jugo de naranja, otro punto alto en el plato.
No se pierdan por favor el plato de aros de cebolla, que están para entrarle un buen rato.
El lugar cumple y la atención es muy buena, buen lugar para comer con amigos y pasarla bien.

Mi hamburgueseria favorita junto con Burguer 54!!!
Fue la primera en llegar a Argentina, y sigue manteniendo su reinado con el paso del tiempo. Hace aproximadamente tres años, el local se prendió fuego perdiendo su diseño original, pero por suerte… Volvieron a abrir sus puertas con una versión renovada de nuestro amado The Embbers!
Mas iluminación, decoraciones cancheras, algunos cambios en la cocina pero siempre respetando los platos favoritos de su fiel audiencia.
Lo que siempre me llama la atención es el postre de coca cola y helado. Muy recomendable para todos los golosos!
Seguro que ya la mayoría conoce, el que no… Nose que hace que todavía no fue!
Es familiar, para ir con tu novio, amigos, para cualquier ocasión es ideal!

Hace un tiempo este local se incendió y muchos pensamos que iba a ser complicado volver a ambientarlo como estaba antes, con sus sillas tipo hamaca de caña o con su estilo diner años 50. Por suerte fue todo lo contrario: no sólo estaba el espíritu que lo caracteriza sino que el lugar mejoró notablemente ampliando espacios y renovando otros.
La comida es notable. Las hamburguesas son grandes, jugosas y en el punto justo. Pedir postre es casi un obligado aunque estemos satisfechos ya que las porciones son generosas y los sabores cumplen (aunque del cheesecake le critico la gelatina en lugar de mermelada).
Los precios están bien para el tamaño de los platos y la zona donde está ubicado te hace sentir de vacaciones así que vayan a conocerlo. Y si se pueden sentar en las sillas hamaca, mejor!

Fui al local que tienen en el aeropuerto de Ezeiza. La comida es mala. Las hamburguesas salen aprox $ 100 y vienen SIN papas! El pan es el fargo que compras en el super, la carne muy pasada. Pedimos, aparte unas papas rejilla con chili, las papas mucha aceite, el chili muy malo, de chilli no tiene nada. Es carne picada con tomate. Manteles de papel, servilletas de papel y aderezos en sobrecito.
Muy caro y muy mala la calidad de la comida. No lo recomiendo.

Mis visitas a Zona Norte son contadas con los dedos de la mano de un manco, pero de pronto me encontré yendo dos veces en una semana a visitar a mi compañero Tomas Garcia y explorando hamburgueserías del lugar.
Nuestro plan original incluía visitar al famoso puesto de Fabio, pero por falta de investigación previa nos encontramos con la desilusión de que Fabio se queda en la casa tomando Mate y probablemente jugando a la play durante la semana.
Si bien el puesto no estaba, nuestro hambre si así que tras unas vueltas nos decidimos ir a The Embers, otra de los lugares en la lista.
Tom recordaba haber ido a este lugar hace mucho, antes del famoso incendio que lo destruyó pero no recordaba su sabor, así que podría ser una experiencia nueva para ambos, algo que esperábamos con ansias.
Entramos y nos sentamos rápidamente, el mozo se nos acercó y tomó nuestro pedido.
Tomás pidió una clásica Bacon Cheese Burger y yo pedí una que venia con huevo. Para acompañar pedimos unas de las famosas papas The Embers, qué con el nombre de lugar, prometían ser excelentes.
Había pasado un tiempo considerable hasta que finalmente vino la comida. La primer sorpresa estuvo cuando notamos que habían traído mal la hamburguesa de Tomás. Dos patys iguales estaban frente a nosotros. Dos con huevo. Lo meditamos un ratito y decidimos no pedir el cambio porque con lo que había tardado en llegar íbamos a terminar comiendo desparejos.
Como de costumbre empecé por las papas. En este caso no tengo NADA bueno que decir. Las papas The Embers vienen con queso blanco, parmesano, verdeo y panceta. Nunca probé unas papas tan desabridas en mi vida. Y lo peor: el bacon sabía a nada.
Esto me preocupaba, por que mi hamburguesa traía panceta y no quería llevarme una sorpresa. Adivinen qué: Me la llevé.
Mientras estaba ahí no podía evitar pensar, con un poco de morbo tal vez, lo siguiente: ¿Qué tal si el incendio fue una indirecta — bastante directa– del destino de que probablemente la cocina americana no son lo suyo chicos?
La hamburguesa, como las papas, dejaban mucho que desear. Principalmente ese bacon sin sabor pero también acompañaban una hamburguesa poco condimentada y un pan frio. De la presentación ni hablar, ya que frente mío tenía una hamburguesa abierta con un huevo al revés que demostraba las pocas ganas del cocinar. Todo esto hizo de la experiencia en The Embers algo triste. Porque la verdad, ese día, fue un día triste para los patys.
The Embers, en Zona Norte, es como el Ave Fenix. Y no porque resurgió de sus cenizas, sino porque así como el pajarraco de fuego lo grandioso de sus hamburguesas es solo un mito.
THE EMBERS
QUE ONDA: Local de comida americana clásico de Zona Norte
LO BUENO: Nada de lo probado
LO MALO: Bacon sin sabor, papas desabridas, hamburguesa mediocre.
PUNTAJE: ³⁄₁₀

¡El ave fénix de las hamburguesas!
Después del incendio, del que ya todos hablaron, tuvieron una etapa en la que no volvieron al 100% pero por suerte desde hace un tiempo parecen estar otra vez como antes.
Las hamburguesas siguen siendo las se siempre: caseras, ricas, y podes pedir que te las calcinen si te gustan bien cocidas (sí, yo, hola). Desde hace poquito cambiaron el pan y ahora tienen uno más blandito con sésamo que a me gusta más.
Tienen algo que rescato mucho. Nunca el producto va a diferir mucho de la foto de promoción. ¡Siempre cumplen con lo que prometen!
Mi experiencia con los mozos ha sido fluctuante, algunos más buena onda que otros, pero en todos los casos son «a la antigua» y se acuerdan de todo lo que les pedís sin anotar. Puntos por eso.
Si vas esperando que sea el mismo The Embers de los 70, y, sí, te vas a decepcionar un poquito. Pero no está mal, y cumple con lo que promete. Al fin de cuentas ¿quién quiere algo que sea exactamente igual que hace 40 años?

Tener antojo de hamburguesa hace imposible seguir adelante con la vida. Y bueno, tuvimos que elegir a dónde ir. Con la mayoría de las BA top burgers ya probadas y sin ganas de ir al Centro, enfilamos para Acasusso para probar las de The Embers, lugar famoso de la zona.
Primero amagamos a sentarnos en el salón interior, pero huímos despavoridos por los gritos de niños y papis que lo tomaban de plaza de juegos. Así que decidimos sentarnos en la vereda, más tranquilo a pesar del tránsito (justo antes de irnos vimos que tienen una terraza, hubiera sido ideal…).
La carta tiene hamburguesas, panchos, carnes, sopas, sandwiches. Pedimos hamburguesa –era lo que buscábamos, vamos– con queso (no cheddar) y panceta. Todas vienen, de base, con cebolla, lechuga, tomate y pepino. Estaba rica, sí, pero nada wow: cumplidora, contundente, buen punto de cocción, pero no memorable.
Nos tocó un mozo old style, de esos que no anotan, atienden rapidísimo, no se olvidan nada y preguntan «cómo fue».

Si sos de esos que además de recibir una buena comida también mira muy atentamente el servicio que se ofrece, entonces no vayas. La atención deja mucho que desear y por los precios obtenés algo muy rico, pero caro y no en gran cantidad.
Sin dudas The Embers es un clásico de zona norte. Incluso después de estar cerrado por varios meses debido a un incendio, supo volver y llenar el lugar todos los fines de semana.
Las hamburguesas son riquísimas, y el combo clásico pedilo con papas rejilla, son geniales. Una lástima que ya no ofrezcan como en algún otro momento el ketchup Heinz.
Si te quedas con hambre, pedite unos panqueques con dulce de leche y después si, te recomiendo ir a caminar por el río.

Si estas por zona norte y andas con ganas de alguna hamburguesa y si además, cuando pensas en banderitas en los platos se te cae una lagrima, tenés que ir a The Embers.
Como ya se dijo por acá, el punto fuerte son las hamburguesas, caseras, gruesas, y con variedades de presentación, con aderezos, combos, etc. Además, en la carta hay más opciones de platos, que la verdad es que parecen muy tentadores pero no todavía no probé.
Las papas para acompañar son muy ricas, en particular, las papas rejillas son de las más ricas que probé, bien crocantes, se comen en un suspiro.
Si bien no es el postre emblema del lugar, probé unos waffles y estaban muy ricos, aún así, los clásicos del lugar son el sundae y el banana split –para compartir, a menos que seas muy valiente.
Los mozos también forman parte de la tradición del lugar y son muy eficientes.
Para mí, los precios son acordes a la comida y el lugar.