No todos los espumosos son iguales, y esté, que es de los más nuevos es uno de los que merece la pena visitar a tomar unas tapas, aunque le he encontrado algunos defectillos en mi última visita. El local es muy amplio, y además de la parte de arriba, cuenta con un comedor en la planta baja, así que difícil que no tengas un hueco si algún día decides pasarte. Además de las típicas tapas y banderillas a mi me gusta mucho una que tienen de berenjena rebozada con bacon y queso, riquísima y diferente. Lo malo son los precios, un agua con gas y esa tapa que tanto me gusta me costaron casi 5 € el otro día… más de 2 € cada cosa, es el mayor inconveniente que le veo, eso, y que pase muchísimo frío; no estaba en las mesas más cercanas a la puerta, sino casi al fondo, aún así no hacía nada de calor, no sé si sería algo puntual, porque otras veces no lo recuerdo tan frío, pero no era la única, casi todo el bar estaba con abrigo o con cara de frío… Por lo demás las tapas son buenas y el trato normal, no especialmente simpáticos, pero tampoco para quejarme, se puede visitar, sin más.
Julio Cesar E.
Place rating: 4 Zaragoza
Lugar elegante y con buen diseño, aunque tienen muchos clientes es un dificil andar por los pasillo. Menu con variedad de mariscos con muy buen sazon, la comida estuvo muy sabrosa. Lo visite con compañeros de trabajo y fue in excelente lugar para conversar y disfrutar de la cena. Atencion amable y cortez, aunque no bilingue.
César R.
Place rating: 4 Zaragoza
Recuerdo y mucho ir de pequeño con mis padres a los Espumosos de la calle Sagasta, aunque también recuerdo la máquina recreativa de coches con volante que me tenía loco, pero eso es otra historia. Estuve bastantes años sin volver, pero desde la apertura de diferentes locales, he visitado en 4 – 5 ocasiones el situado en la calle Cinco de Marzo. Este local consta de dos plantas, es bastante grande y espacioso, pero de normal está repleto de gente, sobre todo en fin de semana. Que puedo decir, un bocata de calamares ahí es lo más de lo más. Recomendaciones… su ensaladilla, fantástica, aunque las papas bravas no se quedan atrás. Algo que me llamó la atención es que entre la ración de papas sencilla y la doble la diferencia es más que notoria, tanto en cantidad como en tipo de plato, sin embargo, en lo referente a los calamares no es tan evidente. Hablo con conocimiento de causa ya que pedimos una sencilla de calamares, nos trajeron una doble, y realmente el plato era sólo un poquito más grande. Nos percatamos de que era doble a la hora de pagar, sin embargo nos cobraron la sencilla como habíamos pedido. Aunque he de decir que en algún momento dudamos si era sencilla, no lo teníamos del todo claro. Servicio rápido y educado. Sin duda, si estás por el centro de Zaragoza y quieres hacer una parada y recuperar fuerzas, no puedes dejar de visitar los Espumosos, un clásico entre los clásicos. Una de calamares!
Verónica G.
Place rating: 4 Zaragoza
Terminar una mañana con un aperitivo en los Espumosos es de lo mejorcito. La cervecería del Paseo Sagasta es muy conocida y desde hace poco cuenta con varias franquicias en Zaragoza(C/Cadiz, Plaza Utrillas…). Son locales amplios y luminosos, que nada tienen que ver con la antigua cervecería. En todos se pueden encontrar bastante variedad de raciones,(huevos rotos, curados, gambas al ajillo, chipirones a la plancha, gambas, etc) aunque la verdad, siempre que voy me decanto por«sus especialidades». Los calamares, las patatas bravas y la ensaladilla rusa son la especialidad de la casa. Y realmente están espectaculares. Las raciones están en tres tamaños. Y si la idea es probar un poco de todo, con el tamaño pequeño es más que suficiente.
Patricia S.
Place rating: 4 Zaragoza
¿Qué maño no tiene recuerdos de esas tardes de frío por el centro en que tus padres decían «vamos a calentarnos y a tomar algo a Los Espumosos»? Recuerdo como era en aquel entonces: los muebles antiguos, el olor, esas mesas atestadas de «señoras bien» con un rollo algo«casposete» tomando sus cañas con limón(«Espumosos») con sus raciones de calamares… Nada de eso queda ya. Ahora es un espacio moderno, luminoso, con una barra atestado de tapas clásicas que creo que busca imitar un poco, el rollo entre señorial y modernista que debía tener allá por su fundación en los años 20 del siglo pasado. Actualmente funciona en sistema de franquicias y he visitado varias con el fin de poder encontrar las 7 diferencias, y siendo honesta, no las he encontrado: el servicio es igual de bueno, la decoración calcada y las tapas saben exactamente igual. Con frecuencia suelo visitar la de la Calle 5 de Marzo, aunque también suelo visitar la de la Calle Cádiz. De entre los clásicos de los clásicos que no puedes dejar de probar, están los bocatas de calamares y la ensaladilla rusa. Los bocatas de calamares, desde mi humilde impresión, son los mejores de Zaragoza con diferencia(seguro que en algún bar, tienen unos bocatas cojonuttis de calamares pero como no los conozco, no los he podido incluir en el «ranquin». de los bocatas de calamares más deseados). Pan de verdad y no mierder chiclosa, calamares y no goma de braga inmasticable y buena salsa y no esa cremilla blanca inclasificable que ponen en otros sitios. Respecto a la ensaladilla… está cercana a la perfección. Contiene una proporción ideal entre ingredientes y mayonesa. Sólo un pero. Lo mejor es coger varias raciones individuales aunque vayáis muchos y traguéis más que Carpanta, porque si pides la ración grande te colocan en medio un huevo duro y te privan de toda la cantidad de ensaladilla que ocuparía ese hueco. Para mí, uno de los clásicos zaragozanos.