SVPAP

La SVPAP, Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas, es una ONG, sin ánimo de lucro que se encarga de recaudar fondos para ayudar y proteger a todos esos animales y mascotas que son abandonados a lo largo del año, no sólo en vacaciones como pensamos.
La sociedad tiene un refugio en San Antonio de Benageber, en el que recoge a todos los animales que necesitan un hogar, y trata de motivar e incentivar la adopción de todos los que han ido a parar allí, en ocasiones después de haber sufrido incluso malos tratos.
Se autogestionan a través de la cuota de sus socios (36 € al año para quien le interese) y de los ingresos de su clínica veterinaria. Pero también hay otras formas de ayudar y participar si estás interesado. Organizan actividades de vez en cuando en pro de los derechos de los animales. También recaudan fondos a través de recursos como venta de lotería o donativos, algún concierto benéfico…
En la misma sede tienen una tienda solidaria, con camisetas, gorras, llaveros, chapas, calendarios y un montón de cosas con los que, si haces una pequeña compra, aportarás también tu granito de arena.
Mi amiga Bárbara (Bárbaras tengo varias) está muy implicada en este tema. El año pasado nos pidió mantas en invierno para poder llevarlas al refugio y que los animales estuvieran más calentitos.
Si lo piensas bien, hay un montón de cosas que hacer, y si no puedes pensarlo, contacta con la asociación y te lo explicarán.

En sus primeras semanas en casa, Eleanor (una linda siamesita) se ganó el nombre de Hija del Demonio, arisca y agresiva; fueron tiempos de macetas rotas y pieles arañadas. Además, una extraña herida en su espalda (aparentemente, el motivo de que la pobre gata hubiera sido abandonada) amenazaba con entrar en erupción y expulsar un alien en cualquier momento; el mote no exageraba.
La Sociedad no se limitó a rescatar y cuidar de Eleanor hasta que la adoptamos en mi piso, sino que desde entonces ha sido su clínica veterinaria. Se trata de gente ecologista (se respira allí ambiente zen y buen rollito), y eso se traduce en dos cosas: servicios médicos impecables (de precio notablemente inferior a la media) y un trato muy cariñoso hacia el animal. Eleanor ha hecho muchas visitas a la clínica y le gusta: se mete en el transportín en cuanto lo ve. Para ella, es una excursión al spa.
Lo más importante es que en la Sociedad le operaron el quiste de la espalda y se lo curaron durante semanas hasta que la piel selló perfectamente (hoy la cubre una bonita mancha de pelo negro); ahí cambió el carácter de Eleanor, que ya no es Hija del Demonio sino santa. El carácter diabólico le vendría de la molestia de la herida y de quién sabe qué traumas le dejaran los anteriores dueños. Sólo necesitaba cariño y medicina, y sólo podía encontrarlos a través de la Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas.

Mi gata Lola, que ahora mismo está tostándose en el balcón, vino a casa procedente de esta protectora de animales. Aunque tiene su sede social en Valencia, el refugio está en San Antonio de Benagéber. Allí un montón de perros y gatos esperan una familia que les adopte.
Lola llegó a la sociedad protectora porque algún desalmado la atropello y se piró dejándola herida en la calzada. Una chica que vio el atropello, la recogió y la llevó al refugio. A los días nosotros, buscando un gato, la vimos y nos la trajimos a casa. Lo primero que tuvimos que hacer es llevarla al veterinario para operarla porque teníà la cadera mal del golpe. Ahora tiene un andar un poco raro o, como digo yo, tiene un estilo personal al andar… pero corre, juega y tiene una vida normal.
La verdad es que el refugio es un lugar en el que se te cae el alma a los pies porque te llevarías a todos los animalitos a tu casa para darles amor y cariño. Pero he de decir que están muy bien cuidados. Las instalaciones son algo viejas y un poco decadentes, las jaulas quizás demasiado pequeñas (cualquier jaula me parece demasiado pequeña), pero hacen todo lo posible con los escasos recursos con los que cuenta. Y es que mantener la sociedad es un pozo sin fondo: muchos gastos y pocos ingresos. Cuando adoptas te piden que hagas una donación, y sé que tienen socios que pagan cuotas y también donaciones puntuales, pero aún así, el trabajo les desborda.
Si alguien está pensando en tener una mascota, que se pesen por ahí. Normalmente tienen de todo, desde cachorritos hasta adultos. Me contaron una historia de una familia que fue a la protectora buscando un cachorro, no lo encontraron y en su lugar decidieron quedarse con un perro viejito que llevaba un montón de tiempo en la protectora y nadie lo quería. Me pareció una historia muy tierna.
A veces, como en nuestro caso, el animal requiere de un tratamiento, una operación o tiene alguna clase de hándicap. En ese caso, los chicos de la protectora te lo dirán.
Decir también que funciona mayoritariamente a base de personas voluntarias, volcadas en su trabajo. Incluso visitan a las familias de adopción para asegurase que el animal en cuestión está en perfectas condiciones.
¡¡¡Desde luego la Sociedad Protectora se merece las cinco estrellas! Y su personal… también.

Protectora de Valencia, he estado algun tiempo trabajando de voluntaria y la verdad, esta bien organizado, tienen mucho recinto y los animales estan perfectamente atendidos. Esta algo sucio, pero con tanto perro y gato no se puede esperar mucho mas.