En este parque siempre hay gente. No importa la hora que sea pero siempre hay alguien. Dependiendo del horario pues hay un tipo u otro. — Comenzaré hablando del primer turno de la mañana: En este turno, el parque es aprovechado básicamente por abuelos, abuelas y gente adulta para pasear al perro y tomar las primeras horas de luz del día. — El segundo turno de la mañana: Este se compone por una mayor asistencia de jóvenes en paro, aunque estos se entremezclan con gente que está haciendo papeleos y disfruta de una parada para almorzar en las terrazas que dan a esta plaza, como por ejemplo la de la cafetería-heladería Brasil o el bar Fenix. — El turno de tardes: De nuevo es para la tercera edad, al menos hasta que llega la hora de salir del colegio. Es en este momento cuando el parque de Roma acoge a su público más joven y se convierte en un parque 100% para niños. — El segundo turno de tardes y primeras horas de la madrugada: Aquí el aspecto del parque cambia, dejando a un lado los recuerdos de los ancianos y las risas de los niños para dar paso al humo de los canutos, la cerveza y las carcajadas. Los rincones y bancos del parque se llenan de jóvenes, y no tan jóvenes, que acaban de trabajar y quiere pasar un rato con sus amigos –los que están en paro– que repiten estancia en el parque doblando turno y consumo. Este es el horario, afluencia y personas que asisten al Parque de Roma, pero también hay hueco entre estos turnos para nuestro grupo de amigos, que a diferencia de la gente que para a almorzar, nosotros lo hacemos para merendar y hablar durante toda la tarde, ajenos al los jóvenes que vienen del trabajo.
Iván R.
Place rating: 4 Valencia
El Parque de Roma ha pasado muchas épocas, según la gente que lo haya frecuentado, pero hay algunos aspectos que son invariables… Como tantos otros, un día fue un parque arenoso y cargado de columpios, pero poco a poco lo fueron cementando hasta darle el aspecto actual; que lejos de ser un parque con una amplia zona verde, es un gigante de asfalto y adoquines sin ninguna otra belleza que la de la gente que lo invade. Muy recientemente, el parque se ha convertido en un bastión para el 15-M Olivereta, dándole sus vecinos un punto de encuentro crítico y participativo para el barrio, además de ser el foco de un mercado de trueque montado e ideado por ellos mismos. Por lo demás, en nada se distingue de otros parques cercanos a la zona. Hay niños, hay adolescentes, adultos pendientes de sus hijos, gente de tercera edad… En cada esquina hay una historia distinta, y cada historia es una pizca más de vida para este parque, de por sí, inerte de vida vegetal.