Morka II

Si te digo que en ese bar por comer vas a salir a una media de 20 euros, primero pensarás que estoy loco y segundo que no vas a entrar nunca a ese bareto de barrio en el que pretenden estafarte. Es verdad que el aspecto del restaurante no hace justicia a lo bien que te atienden y se come dentro. Tienen muy buen género y eso al final, estés en el restaurante que estés, queda reflejado en la cuenta. A pesar de la primera impresión me atrevería a decir que su comida no tiene nada que envidiar a otros restaurantes de aspecto quizá más sofisticado pero cuya calidad en la comida, que al final es lo realmente importante, deja bastante que desear.
Me gusta ver en la barra la clásica vitrina con los productos frescos del día que han traído para deleitar a sus comensales. La atención es muy correcta y tienen también menú del día.

Este restaurante/​cervecería lo descubrí éste verano gracias a un amigo. Un amigo cocinero y claro, como buen cocinero que és suele llevarnos a sitios muy buenos.
Repetí unas cuantas veces, ¿Por qué? Porque se come (perdonad por la expresión) de puta madre.
Cuando entras en el restaurante, todo está muy mirado, desde la presentación en la mesa, el género fresco que tienen en el mostrador y la atención al comensal.
Cada vez que voy, es mandado pedir una bandeja de verduras a la plancha, muy rica y en su punto; también están para chuparse los dedos los calamares encebollados y la carrillada, todo esto junto con una cesta de pan con aceite y jamón hacen de la cena una noche distendida y agradable.
De beber solemos tomar cerveza pero tienen carta de vinos.
Durante el buen tiempo, tienen puesta la terraza donde se cena «a la fresca», en invierno debes limitarte al restaurante en sí.
Los precios los veo altos pero bueno, vale la pena darse un capricho… como bien digo y considero uno de mis lemas: el dinero me gusta comérmelo y bebérmelo.