Han cambiado de dueños y de menú. El local mantiene la frescura y es bonito, además de la envidiable terraza que siempre ha tenido, pero ahora ofrecen ostras. ¡Ostras! ¿ostras? la verdad es que no soy nada fan de este molusco marino, y por eso no me sedujo al principio cuando vi el menú, pero había opciones sin ostras, así que bueno, nos quedamos. El servicio me pareció amable pero no especialmente rápido. Pedí un salmorejo, solomillo de cerdo y helado de vainilla de postre. Estaba correcto, bien, sin echar cohetes. Un detalle, el solomillo estaba muy crudo para mi gusto y le comenté que me lo pasara más; tardaron tanto que se me fue el hambre y cuando me lo sirvieron ¡seguía rosa por dentro! Creo que fue un fallo pedirme la carne, soy un poco especial cuando los trozos son tan gordos y me da mucha rabia porque ¡nunca se hacen por dentro! El caso es que bien, no está mal, pero no me pareció ni mucho menos un sitio especial. Creo que a lo mejor se están adaptando al cambio y están viendo la respuesta de los clientes al tema de las ostras. La verdad es que eso me parece original y a quien le gusten ¡genial! pero me parece un poco arriesgado, ya que es muy específico, y caro. El menú de ostras salía a 17,50 euros por 6 ostras y dos copas de cava. Si me he de quedar con algo fue el brownie de chocolate, la verdad es que estaba muy bueno y casero 100 por cien ¡enhorabuena! Como no llevaba helado de vainilla(algo que yo no concibo), lo pedimos aparte y se lo añadimos, jiji.
Juan O.
Place rating: 4 Valencia
Tengo un cliente cerca de Mancini. Y un día que fui a su oficina, me paré allí a tomar un café. Desde entonces soy un incondicional de sus cafés, para mí unos de los mejores de Valencia. Además, la decoración pop es original y agradable. Y disfruta de una estupenda terraza en calle peatonal. Tiene también diversas combinaciones de platos del día y menús muy simples a base de pasta que no he probado porque no me convencen las propuestas. Para mí sigue siendo un lugar de peregrinaje cafetero.
Carlos M.
Place rating: 4 Valencia
Tiene la combinación de elementos que busco en un garito/bar/restaurante/cafetería: lo primero, puedes comer, desayunar y tomarte cualquier cosa a cualquier hora. Segundo: la selección musical es exquisita, porque es la adecuada al local y es variada; pocas veces he escuchado lo mismo. Los camareros son unos auténticos melómanos, y cuando les he preguntado qué era lo que sonaba, me han informado y recomendado cosas por el estilo. La atención, por cierto, es genial. Además, el precio no está mal; pese a no ser un sitio barato(está en la calle Moratín), se nota que últimamente se han ajustado bastante: el tercio de Amstel vale 1,50 €, y hay varias ofertas de cerveza + montadito. Además, se está muy cómodo: los sillones acolchados junto a las ventanas, la terraza en las calles peatonales… Muchas veces me he quedado más tiempo del que pretendía, lo cual ya dice mucho de un local. Sólo le pondría un defecto: cierra a las 20 h de la tarde. No sé por qué razón, pero creo que turnando al personal, tendría mucho éxito en la franja de la tarde noche, y más por el lugar privilegiado en el que está.
Salvador M.
Place rating: 4 Almàssera, Valencia
Este restaurante y cafetería de aspecto y filosofía juvenil y desenfadado es uno de los grandes desconocidos de los vecinos del centro de la ciudad, que a mi juicio no aprovechan su extraordinaria RCP(relación calidad precio) ni su tranquila terraza. El local es chulo, «fashion», dicen ahora. Minimalismo, blancos y negros, cuadros«pop» y musica moderna, y aunque la cocina también es moderna, no por ello es desustanciada. De hecho, ofrecen tres fórmulas de menú bastante variados y a tres precios diferentes, todos por debajo de los 10 €. En mi opinión, si añadimos que los chavales al frente son muy simpáticos y profesionales, es que es un sitio que aún está por explotar.
Nacho D.
Place rating: 5 Valencia
Es sobrio y tiene todo lo bueno que se le puede sacar a esto; todo lo poquito que tiene en adornos y florituras hace que quede lo imprescindible, lo esencial. Ese es, para mi, el auténtico espíritu de este mágico lugar en el que, como digo, no esperes grandes cosas ni alardes. Son sencillos, es humilde y es, por eso, genial. Es bastante amplio, y si además abren la terraza, hay sitio de sobra. Te puedo decir que vayas en cualquier momento, pero para mí, los ventanales que tienen mesa y silla para sentarse, en un día en que puedas ver llover desde dentro, no tiene precio. No te digo que mires la meteorología para entrar, pero es muy chulo esos rinconcitos mientras ves la lluvia caer. Puedes beber bastantes cosas e incluso comer también y está en pleno centro, algo retirado de las principales calles repletas de gente. El ambiente es algo moderno e intelectual; entendiendo que puede haber gente con gafas de pasta, aunque eso, a estas alturas de la vida, es algo ya de andar por casa. Que no te asustes los estereotipos; pásate por el Mancini en cuanto tengas ocasión.
María P.
Place rating: 4 Valencia
Fui por primera vez a este sitio a principio de verano y me pareció un lugar muy agradable. Buscando un poco de información vi que, lo que creía una cafetería, tiene un estupendo servicio de menús a mediodía, que van actualizando a primera hora en su página de Facebook y oscilan entre los 5 y los 10 €. Una vez tuve la oportunidad de probar uno de estos menús que ofrecen. Sinceramente, no me pareció para tirar cohetes, pero igual no acerté la elección… y sólo el hecho de que ofrezcan combinaciones muy amantes de cualquier bolsillo, ya les honra. Lo que más me llama la atención es la tranquilidad que se respira. Teniendo en cuenta que está justo detrás de la Plaça de l’Ajuntament, no está en absoluto lleno. Tanto la terraza, en una calle peatonal, como el interior son casi relajantes. Tiene wi-fi gratis, hay cinco tipos de cerveza y todo el café que quieras, y los chicos que lo llevan son lo más majo del universo. No, en serio: lo MÁS. La decoración también es muy llamativa, unas paredes lisas pintadas en blanco y verde le dan un aspecto moderno y clásico a la vez. La última vez que fui, al entrar al baño, descubrí una auténtica sorpresa: al fondo, cuenta con una sala reservada para fumadores, con enchufes y sofás que es una maravilla. Todo el diseño está cuidadísimo. Su verdadero inconveniente es que a las 19:00 recoge la terraza y a las 20:00 cierra, pero ir a tomar un café o una caña a media tarde es mi recomendación.