L’Arnadi Casa Yolanda

Me gustan estos bares de barrio, me encantan. Veníamos a disfrutar de una cena de amigos Unilocalers y éramos como unos 17. Nos pusieron en la zona de atrás del todo, lugar al que casi no llegaron algunas visitas de lo disimulado que está y es que el sitio engaña. ¡Es enorme! y más que perfecto para cenas de grupo de esas pre salida nocturna, comidas familiares de fin de semana o menú diario a un precio razonable con una calidad y un trato excelentes.
La chica que nos tocó de camarera (luego nos enteramos que les había fallado un camarero y que estaban bajo mínimos), nos trató de lujo. Repetía opciones de menú (que hay varias para cenas), sonreía, repetía opciones de bocatas, sonreía, repetía tapas, sonreía, todo en medio de un griterío considerable por parte nuestra, que tendemos a hablar cada vez más fuerte cuando somos más de tres. Pues nada, ella sonriendo. Al final nos decidimos por un menú que consistía en un bocata y varias tapas al centro, a un precio muy bueno con la bebida incluida (¿12 euros?, ay no me matéis pero se me ha ido la pinza), pero lo recuerdo barato. Para beber sangría y cerveza a tutiplén, no faltó de na.
En cuanto a las tapas, con la primera alucinamos bastante y es que al ser día de la plantá de Fallas (15 de marzo) nos sacaron alubias con mayonesa y nos dijeron que era lo típico de esa noche, la mitad de la mesa se escandalizó y ni las probó ¡pero estaban muy ricas! El resto ya eran conocidos: calamares, patatas bravas, ensaladilla rusa… destacaríà la ensaladilla, que me pareció muy buena de sabor y textura.
En cuanto a los bocatas, podías elegir de una lista pero yo quise tortilla francea con tomate natural y no me pusieron ninguna pega ¡estaba muy rico! Con el pan tostadito y hecho en plancha, me encantó pero no me lo pude acabar, creo que por la bebida ingerida que me ocupaba ya bastante hueco en la barriga. Para acabar un postre que no probé (tipo tarta helada), que no tenía una pinta muy allá, unos cafeses (alguno que otro tocadito para alegrarlo) y chupitos de mistelita la casa, genial.
Al final de la cena, la señora Yolanda, que da nombre al lugar. Salió a saludar y todos le aplaudimos, creo que un poco animados por las jarritas que la amable camarera no había dejado de sacar en toda la noche, y ella nos dijo que habían estado con una persona menos ¡pero no se nota NADA! Todo salió rápido y en su momento perfecto, sin contar que tuvieron que hacer bocatas esa noche para toda la Falla del barrio, ¡muy cracks!
Para mí estos lugares merecen todos mis respetos, se lo curran, sacan adelante comidas y cenas caseras por un precio más que razonable y te tratan de lujo ¿qué más quieres? Pues que ojalá Yolanda estuviera más cerca de mi casa. Gracias a Laura V, Mayte P y Jon P por traernos a este sitio. ¡Espero volver pronto!

Tanto tiempo bajando y todavía no he comentado nada sobre el bar al que soy muy asiduo. Para mi son como una familia de lo bien que me tratan. Mi comentario no va a ser muy extenso ya que yo cosas malas de este sitio no tengo, ya sea por afinidad o por el trato que tengo con este sitio. Ha sido un bar mítico en el barrio de Malilla desde hace muchos años antes de pasar a llamarse Bar Arnadi y de regentarlo Yolanda y Fernando. Antiguamente se llamaba Bar Ideal y era el típico bar de copa y puro y partida de cartas y dominó. Hoy en día aigue siendo un bar de menús y de variados esquemas para poder cenar con diferentes estructuras de menú. Es una cocina casera guiada por su dueña y cocinera Yolanda. Burgalesa y a la cual sabe y tiene un gusto por la cocina típico de la gente del norte. Los ingredientes que suele emplear son de primera calidad y en sus carnes suele utilizar ternera gallega. Poco mas puedo decir de mi bar por exceléncia. Solamente acabar diciendo que podemos catalogarlo de un bar lowcost ya que sus precios son bastante asequibles.

Lo que más me gusta de L’Arnadi es su gente: maja, maja, maja. Siempre atentos a lo que puedas necesitar.
Menús, tapas, bocadillos, montaditos… Todo a muy buen precio.
Echo de menos las cokes en botella de cristal tamaño americano.

Un bar de los de siempre con productos de calidad, con una amplia carta, con una estupenda terraza en una zona peatonal y con un trato más que excelente.
Tiene menú del día, una gran cantidad de tapas, menús especiales para grupos o parejas, y con una particularidad: están especializados en arroces.