Felisano

Pionero entre los locales chinos de la calle Pelayo y adyacentes al lado de la céntrica Estación del Norte, Felisano fue una oferta muy atractiva en su día, ya que abría un nuevo horizonte en lo que hasta la fecha conocíamos por «comida china».
Un local algo cutre (ha mejorado con el tiempo), pero en el que podíamos degustar platos riquísimos y autentiquísimos por un precio irrisorio. Destacan el arroz al vapor con carne picada, algas, churro chino, mini gambas y algo de caldo (y puede que algo más) y los panes rellenos al vapor ‘bao zi’. También muy ricas las empanadillas a la plancha, casi las mejores que se pueden probar en la zona, a pesar de que pierden mucho dependiendo de si están hechas al momento o ya preparadas (y sin temperatura).
Felisano sigue siendo un sitio rico, barato y sencillo en el que disfrutar por muy poco dinero si estamos en el centro y nos apetece comida china de este estilo. Sin embargo, los locales que le han seguido como competencia y algunos sitios algo más ‘formales’ con más variedad a un precio no mucho más alto hacen que no sea una opción tan prominente como lo era hace años. Aun así, un rincón que merece la pena conocer.

Hay veces en las que un sitio asiático es un poco extraño por fuera pero sin embargo ofrece un producto más que decente a unos precios muy buenos, es el caso del Felisano. Por fuera parece un sitio más bien cutre pero sus precios, variedad y calidad elevan la nota después de la primera impresión.
Del Felisano puedes salir comido por 3 – 4 €, pero hasta arriba, ¿eh? Olvídate de cosas gourmet y presentaciones creativas, esto es un sitio donde tienen sus 10 – 12 productos que venden a un precio inmejorable (la mayoría de ellos, otros no tanto). Su catálogo va desde los típico tallarines o arroz chino (chino de restaurante chino Gran Muralla, es decir, lo que a los occidentales nos han vendido como chino) pero también incluye algunas cosas que yo no había visto nunca como empanadillas con distintos rellenos, algunos platos con ingredientes más o menos exóticos… En general todo es bastante aceitoso, no esperes «comer sano» aquí, pero sí puedes esperar comer bien.
Además, muchas de las cosas son geniales para comerlas por la calle en plan take-​away mientras estas de compras por el centro. Nosotros lo tenemos cerca de la oficina por lo que hacernos con tres o cuatro cosas a 1 o 2 € nos supone gastar 4 € para una comida que nos mantiene llenos hasta la hora de la cena. Un lujo, vamos.
Además, si queremos sentarnos en el Felisano hay unas cuantas mesas, no mas de 10 – 12, lo cual está muy bien si no quieres llevartelo a casa.

I am an «Asian food addict» and I have to say that even though the prices are extremely cheap in comparison to the size of the portions (you have a full meal for 4 €), if I feel like I want to eat some good chinese food I’d rather spend more.
The food isn’t bad but it really doesn’t have the flavour and delicious taste it should have at all, the non-​fried sesame buns with red beans are good though. The place has really poor hygiene, there was a dead bug in the bathroom in the dryer and it’s really hot in there.
The workers are very nice, smiling and answering to questions.
Anyway, if you want to order there, I advise you to get it «to go».

¿Por qué no 5 estrellas? Porque la fama hace que, cuando yo voy, ciertas cosas se les han acabado y eso es mal. No, ahora en serio, porque equivocarse es de humanos, pero cuando llevas unos cuantos pedidos a tus espaldas, todos buenos, y, en algún que otro al llegar a casa descubres que se han equivocado, bien en el precio, bien en ponerte otra cosa, … Paciencia
Por lo demás ya está reseñado: el local no es algo que atraiga, pero los tallarines o noodles están de muerte. Unas veces tienen más verduras que otras, pero nunca me han defraudado. Hemos probado casi de todo: bolas de sésamo, cosas al vapor (¿dim-​sum? soy negada con los nombres), mini rollitos de primavera, brochetas de pollo (cachis, solo las hacen por la mañana), …
Por supuesto hemos comprado ramen instantáneo, sobre todo al principio, porque ahora hemos descubierto otro supermercado por la zona con los mismos paquetitos de ramen, pero más económicos, y la pela es la pela.
A destacar desde luego, cuando te toca el dependiente que habla perfectamente español, pero aún así, el trato suele ser bueno. Así que un lugar más que recomendable. ¡Y a buen precio!

Si eres delicado… este no es tu sitio pero si por el contrario eres una persona que le gusta probarlo todo y te gusta la comida china… tienes que ir!!!
Es el típico sitio cutre y nada fino que llegas hasta la puerta y no sabes si entrar o salir corriendo, yo te recomiendo que entres, es lo que hice yo gracias a las recomendaciones Unilocaleras… Tanto leer que estaba todo tan bueno, tenía que probarlo!!!
Lo primero que diré es que comimos dos personas por tan solo 7 euros. Os cuento menú :
Fideos chinos un plato enorme X 2’50 euros
Pizza rellena de carne X 1 euro
Pizza de hojas de mostaza X 1 euro
Ración triángulos de curry X 1 euros
Botella de 1’5 litros de agua X 1’5 euros
Los fideos están buenísimos, la pizza rellena de carne es como el pan baoci pero con el pan frito (esto es lo que a mi más me ha gustado), los triángulos buenos de sabor pero no estaban ni calientes ni crujientes y la pizza de hojas de mostaza es algo un poco raro pero cada vez que pegas un bocado te va gustando más.
También tienen a la venta montones de ramen para hacer en casa o lo puedes coger y te lo preparan en un momento y te lo llevas.
En resumen… Un sitio distinto para comer buena comida china a un precio mínimo.
Volveremos a probar otras cosas

Este local al parecer es muy popular a pesar de ser pequeño y un poco cutre (el adjetivo más común que recibe), la comida está muy bien, y el precio alucinante, al llegar estaba lleno de gente, solo habían un par de sitios libres frente al mostrador pedimos fideos y pan Baozi y además un pan relleno de vegetales, los fideos me gustaron mucho estaban bien de sabor y comí un montón, por otro lado el pan Baozi me encanto, es lo más parecido que he visto a un plato que comí una vez en Perú.
Disfrute la comida y nos atendieron muy bien, pero lo mejor fue el precio, fui con mi pareja comimos fideos pan Baozi y pan con vegetales más dos coca colas y la cuenta no llego a los 10 euros.
En general me parece una buena opción para ir a comer o pedir para llevar, la comida esta buena y es muy barata, he salido de allí con mi estómago y mi billetera felices.

Gracias Nore y Mario, por la recomendación… Muy buena la comida, el pan baozi… Lo amé, había probado algo parecido en Perú y llevábamos tiempo buscándolo y aquí lo encontramos, ese pan de arroz hecho al vapor relleno de carne de res es fantástico; luego probamos una variedad rellena de pollo que no fue tan especial como el baozi pero estaba rico también… Los fideos me encantaron, estaban muy ricos, queríamos probar mas pero nos liamos y pedimos solamente eso. La atención es verdad que no es muy buena, de hecho muy apresurada la sra, y es que claro con la cola que se le hace en la puerta como para no ponerse borde, aunque una sonrisita es gratis. El local es bastante pequeño, si pides para comer ahí puedes ser presa de la ansiedad, entre la gente pidiendo, lo pequeño del local, la cantidad de gente, nosotros comimos en la barra porque en las mesitas que tiene detrás no había espacio, el local algo cutrillo pero lo compensa su comida y el PRECIO… QUE BARATO!!! comimos mucho y solo pagamos 11 € con las bebidas y todo, puedes pedir para llevar.
En conclusión ya tenemos un sitio para ir a comer rico, económico, y tipo oriental que a mi la comida asiática me encanta… Aun nos faltaron cosas para probar que iré comentando al regresar jejejejeje porque para allí de que volvemos, volvemos.

Es el mejor sitio de comida china para llevar. Esta de moda entre las tribus urbanas, que se reunen cerca del Felisano (Estacion del Norte, Parque MUVIM, FNAC, Ayuntamiento…), lo que lo ha convertido en local «de culto» para todo amante de la comida asiática en general. Su mayor exito es el pan baozi. Es lo que mas toma la gente, sobretodo como merienda.

No dejes que su apariencia cutre a más no poder sea un factor por huir de este sitio. Tienen comida china sencilla, sin ninguna pretensión y extremadamente barata. Puedes comer a abarrotar por menos de 5 €. Aparte de empanadillas, «pizza» chinas, y otras delicias siempre tienen tallarines con verdura o pollo pero ojo, con un plato tienes bastante para dos. También puedes comprar ramen instantáneos para hacer en casa o para que te los preparen en el local. Recomiendo el baozi (bollo de pan relleno de carne picada hecho al vapor) por 60 céntimos.

Esto que me han hecho Diego y Ana es un pecado y de los gordos, nos han llevado a este cutresillo pero delicioso local, desconocido hasta la fecha y ahora no podemos parar.
El plato estrella son los noodles (que no he podido probar) pero ya caerán, además cuenta con gran variedad de bocaditos y platos chinos que son una delicia. Lo mejor son las raciones y el precio por muy poco pueden comer 2 y hasta reventar.
El local como ya dije es un poco cutre, pero olvidaros de la facha y la decoración, solo concéntrense en la comida y verán como tu paladar te lo agradecerá. De igual forma podéis comer ahí o pedir para llevar…
¿Volver? ¡SIEMPRE!

Hace ya cuatro años más o menos que conocimos el famoso Felisano y se ha convertido en imprescindible cada vez que vamos al centro pasar por allí a comer algo.
Para mi lo mejor es sin duda el enorme pan baozi, una masa tierna de pan al vapor rellena de carne que me hace salivar cada vez que me lo ponen delante.
Otro imprescindible son las empanadillas, tiernas, pero con un lado crujiente.
El sitio es cutre a más no poder, tiene dos bancos y taburetes para que te sientes si quieres comer allí, y los propietarios no son demasiado amables ni demasiado simpaticos, pero a pesar se esto, siempre tienen una cola larguísima en la puerta, lo que te hace pensar que a pesar de lo cutre del sitio vas a comer como una reina por un módico precio.
Nosotros la última vez que fuimos comimos, un pan baozi para cada uno, tallarines, una ración de empanadillas y una pizza para los dos además de la bebida y pagamos unos 12 euros. Estupendo para llenarte la barriga por un precio estupendo.

Ha este sitio normalmente vas si te lleva alguien, ya que lo ves por fuera… y precisamente no te llama la atención como para entrar, salvo por que casi siempre esta lleno de gente.
Nada más entrar en la parte izquierda tienes todo tipo de ramen instantáneo, eliges uno para comer y luego pasas a la parte derecha y tienes un escaparate donde te sirven cualquier cosa que pidas de las que tienen en los mostradores, y te preparan el ramen que has elegido. ¡Ah! no te apures si no sabes lo que es algo, las chicas que estan allí te lo explican y le ponen un nombre para que lo entiendas jejeje (pizza china, etc así por lo menos puedes pronunciarlo y no decir esto, esto y eso ;))
Por precio está muy bien y está la comida bastante buena, el único problema es que se llena hasta los topes, es un sitio para ir muy pronto a comer o para elegir un sitio con anterioridad para comer (si hace buen tiempo el cesped de la biblio es un buen sitio) para ir luego con la comida.

«Hola me llamo Ana María y soy adicta a los noodles» así de facilito te lo digo. No hay restaurante chino y/​o/​u oriental en general por el que pase y no pruebe su plato de tallarines o noodles. Hay muchos restaurantes en los que los hacen increíbles, y en mi cocina nunca falta la bolsita de Sopa Ramen o la española Yatekomo, pero en ningún sitio había encontrado la variedad de productos (una pared entera de bolsas de noodles instantáneos y sopitas orientales) además de bocaditos chinos fritos y al vapor, y cómo no, noodles caseros, como en el Felisano.
Los noodles instantáneos ya los he probado de todas las marcas y sabores, por lo que al visitar este local tan altamente recomendado por otros Unilocalers elite, fui directa a por los noodles caseros y los bocaditos chinos.
Las raciones están genial de precio, por muy poco puedes montarte el menú degustación personalizado, tanto para comer en el local como para llevar. Hay que tener suerte para poder pillar un asiento libre, el local es pequeño y siempre está a tope, y según la hora a la que vayas a lo mejor te quedas sin noodles preparados!!! (Tragedia).
Venden también juegos de palillos chinos, los más caros (2,50 € al momento de esta reseña) son BUENÍSIMOS, buena madera, bonita presentación y tienen la forma justa para un agarre cómodo. Los reconocí a la legua y además el muchacho que me atendió me los recomendó.
Noodles aparte, recomiendo de los bocaditos chinos, una bola de pan rellena de carne de cerdo y cebollines (no recuerdo el nombre exacto en chino) lo hacen muy bueno!!!

Tallarines!!!
Uno de los locales que conocí gracias a Unilocal.Desde luego si no fuera por las recomendaciones yo no entraba. Y es que la estética de este local digamos que «no invita» a entrar. El cartel en chino la estancia un poco «cutre» y la escasez de sonrisa no ayudan.
Pero, cuando vences el recelo y haces caso a los comentarios descubres que no iban desencaminados. Puedes comprar para llevar o tomártelo en alguna de las mesas destartaladas que tiene. De todos los platos que hay yo me quedo con los tallarines. Bestiales, insuperables. No he probado ninguno tan sabroso. El resto de platos ni fu ni fa. Que queréis que os diga. Sí, están buenos, alguno más que otros, pero para mí no destacan como los tallarines. De verdad, valen la pena. De hecho, alguna que otra vez me he esperado a que los sacaran. Así aproveche para probar la cerveza china que tienen en la nevera. No esta mala.
También disponen de una gran variedad de noodles a un precio muy apetecible 0,60 € para llevar. Te los puedes tomar en el mismo local, te los preparan y listo, pero son más caros, claro. Siempre que voy me llevo unos cuantos, sobre todo los de pollo, a mi hijo le encantan.
Además ahora ya nos van conociendo y la sonrisa ya aparece más a menudo. Es un básico para esas comidas o cenas que te pillan sin nada en casa. Recomendable 100%.

Un self-​service chino pequeñito y resultón, pero sobre todo muy barato. Estoy hablando de que por menos de 10 € pueden cenar dos personas, porque las raciones no son pequeñas y la mayoría rondan los ²⁄₃ €.
Compras lo que quieras en la barra y te lo ponen para llevar o para tomar en el local, cosa que yo rara vez hago, porque es minúsculo.
Lo mejor son los tallarines, que puedes comprar para preparar en casa o pedir los que ya tienen hechos allí. Buenísimos. Pero además tienen una gran variedad de dim sum, panes chinos rellenos de diferentes tipos y muchas cosas fritas con nombres extraños que no sabría explicar, pero que están muy buenas también. Yo suelo ir y probar algo distinto cada vez. Eso sí, los tallarines que no falten.
Mientras que esperas a que te sirvan, puedes entretenerte mirando los carteles que tienen el nombre de los platos y la explicación de lo que son en «español». Y si averiguas lo que son los huevos de alambre, me lo cuentas.

Auténtica comida china (de chinos para chinos, olvidaos del pollo al limón o el cerdo agridulce) orientada principalmente a un bocado rápido. Pan baozi, dim sum, «pizzas» de carne o verduras, tallarines, ramen instantáneo, etc. Un auténtico fast food made in china. Muy recomendado el «arroz con algas» o las bebidas que ellos mismos preparan.
Comida para tomar de pie o para llevar.
Local medianamente limpio para todo el trasiego de gente que pasa por sus inmediaciones. Normalmente está lleno.
Eso si, no penséis en un lugar relajado. La sensación a ambiente de McDonald’s repleto de jóvenes ruidosos podría asustaros (o no)

¡Decir que me encanta este sitio es poco! Es el chino donde mejor como y también el más barato (y con menos espacio para sentarse, todo sea dicho).
Desde el día que me lo descubrieron intento ir siempre que puedo. ¿Por qué es tan bueno? Porque todo está absolutamente delicioso, como por ejemplo, su típica sopa de ramen, los tallarines (increíbles) y sus bolas empanadas al estilo croquetas (lo siento, pero no sé cómo se llaman. Sólo sé que me recuerdan a las comidas de loa dibujos animados asiáticos).
Pero el verdadero encanto de este rincón oriental situado en la calle Pelayo de Valencia está en sus precios (puedes comer por 2 euros y pico pidiendo un plato de tallarines y bebida) y, sobre todo, en lo pequeño que es, la cantidad de gente que hay siempre y que, a pesar de todo, acabas encontrando un huequecillo para comer.
Y si eres un friki de la comida china, no dudes en llevarte un paquete de ramen u otras delicias para hacerlo en casa, ya que también existe esa posibilidad.

Si vas por el centro y quieres merendar muuuy barato este sitio es ideal, ya que con 0,70cent. ya meriendas (por lo menos yo)
Tiene de mogollón de aperitivos, el pan baozi es de lo mas famoso de la tienda.
También tiene muchas variedades de ramen que te lo pueden hacer allí por un precio muy bajo, tienen muchos tipos de comida que la mayoría no sabemos ni lo que es XD aunque al tiempo acabas preguntando.
El local es un poco pequeño ya que en fin de semana se llena muchísimo y es imposible sentarte en una de las mesas.
Lo recomiendo por la gran variedad y sobre todo por el precio ;)

Soy más fan que todas las cosas del barrio chino de Valencia –y eso que «oficialmente» no es ésta zona la que responde a este nombre, sino otra algo menos apetecible al paseo en ciertas horas. Otra de las mil y una paradas recomendadas de este cruce de calles junto a la Estació del Nord es el Felisano.
¿Te imaginas ir al mercado, comprar un paquete de arroz y arreglo, y que en el momento te sacasen una paella al precio de coste de sus ingredientes? Bueno, pues esto –salvando las kilométricas distancias– es lo que ocurre en esta tienda: no sólo puedes comprar tus ingredientes, aliños y bebidas chinas favoritas, sino que si te apetece tomarlas en el momento, ahí mismo que te lo preparan. Ejemplo: comer un bol de fideos chinos recién preparado te cuesta los 0,60 € del paquete. Que también te lo puedes llevar a casa, pero ellos mejor que nadie sabrán el tiempo en que el resultado queda en su punto y, además, te lo sirven en la vajilla de porcelana típica.
Tampoco pienses que esto es un gran salón donde traer a tus amigos de cena, no olvides que sigue siendo más un badulaque que otra cosa, así que la parte más ancha –por decir algo– es la enorme vitrina donde tienen expuesta la otra parte del negocio: rollitos, croquetas, bolitas de carne, dim sum, panes, ¡churros!, de todo recién salido de la plancha o el vapor, directo a tu plato por también pocos euros y normalmente con precios fijados por conjuntos de varias unidades perfectos para compartir como acompañamiento a vuestras sopas o arroces.
La zona de tomar-​en-​local es al fondo a la izquierda, donde dos mesas alargadas con taburetes bajos hacen de merendero exprés: la gente va rotando de una forma fugaz y compartiendo espacio con numerosos desconocidos, una cosa como muy de otro país.

Me ha hecho mucha gracia encontrarme el Felisano por aquí, pero bueno, pensándolo mejor, tampoco tanto, porque el boca oido de este sitio es increible. Me lo descubrieron hace ya 3 años. Al principio solo iba o a comprar ramen o me lo compraba y me lo hacían ahí. Luego descubrí las delicias que tienen por precios irrisorios y voy más aún. Los tallarines son de otro mundo… Te ponen una ración que bien podría ser para 2 personas por 2 euros, el pan de bam, bú de verduras está muy bien hecho y es un buen aperitivo.
Tiene unas mesitas y tú lo coges, lo pagas y t sientas. No os penséis que es un sitio cuco con mucha higiene porque no, así q absteneros los más delicados. Eso sí, os estaréis perdiendo algunos de los platos estrella chinos.

Ni Calatrava ni Norman Foster; ningún barrio valenciano te da tanta sensación de andar por una cosmopolita ciudad extranjera como el Chinatown que se ha creado en los aledaños de la Estación del Norte.
Entre tanta tienda de alimentos exóticos y letreros con alfabeto chino, el Felisano ha sabido encontrar el puntito de diseño moderno –en verde ácido– para atraerte a su interior.
Allí coges tu bebida, algún tarro de noodles precocinados para que te lo calienten, pides algo de wan tun o dim sum (pastas finas rellenas de carne y verduras, fritas o al vapor) de su mostrador, y te lo llevas o lo tomas en una de sus mesitas. ¿Cuánto te habrás gastado? Pues sobre tres euros. Y te lo puedes montar por menos. No creerás lo barato que es.
Ya aparecerán sitios mejores y nos daremos cuenta de lo cutrillos que son el Felisano y su comida, supongo. De momento, esto es Nueva York.