Hola, amigos. ¡No estaba mueeeerta, estaba de mudaaaanza! Tras este patético instante musical de rima asonante vengo a hablaros de un lugar que hace meses ni me habría planteado reseñar, pues lo más cerca que había estado era el karaōke de enfrente, pero precisamente por este paso hacia la vida viejuna puedo hoy comentaros. Esta alargada tienda de electrodomésticos grandes y pequeños –tienen desde neveras combi hasta radiadores casi de bolsillo– se presenta como escaparate de repesca, o lo que viene a ser lo mismo, catálogo de productos rebajados debido a algún desperfecto que impide su venta al uso. No penséis que se trata de grandes catástrofes que afectan a la estética y mucho menos al funcionamiento de los artículos, pero ya sabéis lo exigente que es el mercado, a pesar de que, doy fe, a muchos de ellos cuesta encontrarles la imperfección. El nombre de la tienda no miente. Mi experiencia personal se enmarca en la búsqueda de una nevera donde cupieran todas mis cervezas sin peligro de no dejar espacio para la comida, y mucho menos para el respiro del bolsillo, así que recomendadas por una conocida vinimos a parar aquí. Una mujer nos atendió con mucha simpatía y en pocos minutos estábamos saliendo de allí con el resguardo de nuestra nueva compañera de comedor –porque nuestra casa es tan mágica que no cabe la nevera en la cocina-. Que, por cierto, no es que tuviera el trastazo difícil de encontrar sino que ni siquiera lo tenía: algunos de los productos que venden son simplemente marcas más baratas que complementan el surtido de la casa. No sólo la atención en la tienda fue muy agradable, sino que el reparto es ultrarrápido y en menos de 24 horas puedes tenerlo en casa. En nuestro caso, como fuimos a comprar casi al cierre de mediodía, no encontramos ya hueco para el camión de esa misma tarde, pero al día siguiente lo tuvimos a primera hora. Los repartidores que vinieron contaban una media de 20 chistes malos por minuto, pero nos subieron una nevera de dos metros de alto a un cuarto piso por la escalera –y el coste adicional es tan sólo de 6 € por altura del 2º piso en adelante– así que les hubiéramos permitido hasta esperarse a que el aparato refrescase su primera cerveza y compartir ese momento inaugural.
Nacho D.
Place rating: 3 Valencia
Cuando entramos a vivir en el piso del que recientemente me acabo de marchar, tuvimos que enfrentarnos a la ardua tarea de buscas frigorífico bajo un presupuesto limitado que nos daba la casera. Lo que se nos vino a la cabeza rápidamente son estas tiendas que, como el Golpecito, te ofrecen electrodoméstico de todo tipo con algún ligero, o no tan ligero, defectillo. Para mi lo de menos es eso si funciona bien y el precio es razonable. De las tiendas visitadas, esta, es la que más variedad tiene en frigoríficos y lavadoras; también tiene microondas y cocinas de las que van separadas de la encimera. En menor cuantía también hay hornos y restos de electrodomésticos. Sin duda, vuelvo a decir, que de este tipo de tiendas, esta sea de la que más calidad y en mejor condiciones están los electrodomésticos pero, por otro lado, no podría decir que fueran especialmente baratos ni que, así a priori, encontráramos la gran ganga. Dimos un par de vueltas y vistazos y pedimos presupuesto que no nos convenció del todo. Quizá es que el presupuesto que nos dieron era limitado y no se le pueden pedir peras al olmo
Vicente B.
Place rating: 3 Valencia
A las cosas hay que llamarlas por su nombre, y «el Golpecito» es un perfecto botón de muestra. Yo no sé cómo será la vida con un electrodoméstico grande(frigorífico, lavadora, horno) de segunda mano, pero con un electrodoméstico pequeño(como el microondas como el que me llevé) es genial. Te ahorras pasta, funciona igual de bien(porque los dueños aseguran un control de calidad) y compras en un sitio divertido. A mí, todo me parecen ventajas…