Café del Duende

Había oído hablar mucho del Café El Duende y como soy amigo de todo tipo de música les propuse a unos amigos ir a ver un espectáculo un sábado noche. El local no es demasiado grande pero da sensación de amplitud porque no tiene columnas y la barra ocupa una pared a lo largo.
Llegamos 5 minutos tarde y el espectáculo ya había comenzado, lo que indica que empiezan con puntualidad suiza y no te hacen esperar para que consumas más.
La entrada nos costó 10 euros e incluye una consumición tipo refresco, cerveza o vaso de sangría (cosa que al hacer check-​in me di cuenta que regalan uno).
El local estaba lleno, no había sitio para sentarse pero se podía ver el espectáculo perfectamente desde cualquier sitio al no haber columnas y estar en escenario un poco elevado.
La decoración es sencilla pero agradable y por lo visto los artistas van cambiando y así se puede ver en su página web.
El servicio fue rápido y el espectáculo duró una hora, como está indicado en la web.

Recordar de llegar prontito para coger mesa y disfrutar en primera fila. Las puertas las abren viernes y sabados a las 22 horas y domingo a las 19

Disfrutar de música flamenca. Grandes artistas. Ambiente agradable e íntimo. Se vive el flamenco de cerca.

Local de visita obligada para turistas, si eres local también deberías probarlo alguna vez. Los viernes y sábados por la noche claro, en las sesiones flamencas.
Yo confieso que no soy gran amante de este género y soy de los primeros en reivindicar que España es mucho más que flamenco, paella y siestas. Pero esto no quiere decir que no sea un patrimonio espectacular del que podemos estar orgullosos (incluida la siesta). Para quienes no hayan visto nunca a un cantaor o cantaora en directo, bailaores, guitarristas… os diré que vale la pena, que como tantas cosas en la vida, en vivo es mucho mejor, y en el Café del Duende encontraréis a artistas como la copa de un pino, que no desmerecen en ningún tablao andaluz.
Además tendréis un vaso de sangría al hacer check-​in con Unilocal.Que más pedir?

Sitio chulo, buenas presentaciones de flamenco y buen ambiente. Los espectáculos son puntuales! Hay que llegar temprano para coger buen sitio.

a MUST see — if you are a flamenco lover — as this place gets top acts — the second time I have been (Sunday, get there no later than 7, for decent seat, if any — programme starts at 8). fabulous atmosphere — though the place is small and can get crowded. and surely would be ¾ times as expensive in other cities in N Europe — Not sure if there is anything to eat — you are given crisps etc and one drink included in the price — but just go there for the wonderful cante-​toque-​baile-​and palmas GREAT !!

This was the highlight of our trip to Valencia! This hidden gem was extremely hard to find! Because its a small and quaint area, i felt very much part of the show! It gets extremely packed, so go early!

Para disfrutar del flamenco.

Estuve hace poco más de un mes un domingo viendo el espectáculo «Sangre de cebolla». Nunca antes había asistido a un espectáculo flamenco en directo. Ahora que ya lo he hecho he de decir que es una de esas cosas que hay que hacer antes de morir.
El espectáculo duró casi dos horas, a lo largo de las cuales experimentas una serie de sentimientos espectaculares: ríes, flipas y te emocionas (a mi hubo un momento en el que casi se me saltan las lágrimas, O_​O).
La entrada cuesta 8 euros e incluye una consumición que puede ser cerveza, refresco, sangría o vermut, señor vermut en realidad.
El trato es súper agradable. No sirven cenas pero durante el descanso puedes salir fuera a por alguna cosa de los locales de alrededor, que son muchos y muy variados, y entrarlo sin problema.
¡Ah! y es recomendable ir con tiempo si se quiere coger buen sitio.

This night has opened my eyes. Never before have Ive known more about who I am or where I come from. This Flamenco show would sell out arenas in Los Angeles.

A todos aquellos que se les ponga la piel de gallina cuando escuchan flamenco, no pueden dejar de visitar El Duende. Nombre peculiar para un lugar donde el talento se refleja en todos los rincones del local.
Un escenario reducido donde los asientos están próximos tanto que podrías sentirte parte del espectáculo.
Luz tenue y silencio donde el arte del baile y cante flamenco tradicional se unen en armonía.
7 € por entrada con derecho a copa, música en vivo, arte y buena compañía. Qué más se puede pedir…

Cuesta un poco obviar esta propuesta en Valencia (bastante céntrica, además) cuando uno ya está cansado de los repetitivos circuitos de ocio nocturno que no proponen nada nuevo. El Café del Duende es una opción si buscas algo distinto y sabes acercarte a los palos del flamenco sin demasiado prejuicio, sabiendo que vas a ver algo auténtico y, a veces, en realidad nada manido del género (las exhibiciones de cante son una pasada).
Con una ambientación algo en blanco y negro (pero se agradece que no sea ni demasiado racial ni turística), puedes aposentarte cómodamente (hay algún turista demasiado entusiasta de vez en cuando) entre los que ya son habituales. El espacio propicia que, lejos de quedarse en el flamenco, haya de tanto en tanto (en plan café teatro y peculiares contacuentos) otro tipos de espectáculo (las puestas en escena son un poco rudimentarias), pero las veces que he estado me reí mucho y el público en general estaba bastante contagiado.
En las paredes exponen de tanto en tanto obra pictórica y fotográfica sobre el género y hay mucha información sobre el escaso circuito en la ciudad en torno al tema.

Ay mi flamenco, flamenquito, farandulero…
Antes de irme a vivir casi 4 años a Sevilla, jamás pisé este local, no tenía ningún interés para mí, y eso que un gran amigo, vivía justo arriba, y eso que miles de noches me quedé a dormir en su casa, por precaución, porque coger el coche bebido es toda una temeridad… y yo respeto la vida, sobre todo si es mi vida.
El caso, es nunca antes de mi marcha pisé El duende… el flamenco y yo no nos llevábamos bien, sabía de su existencia, pero poco más…
Y entonces llegó una rubia despampanante a mi vida, una mujer andaluza de ojos claros, una sevillana con más arte y salero que miles de valencianas juntas, un amor de mujer, de la cual me enamoré y por ella salí de Valencia, para ir a vivir al sur.
Luego la historia se torció y volví a Valencia. Pero en ese camino andando, gracias al trabajo que allí tenía, era guionista para una productora de tv, que realizó un documental sobre el flamenco, tuve que presenciar multitudes de representaciones, de artistas, con carácter, de etnia, de raza, de coraje, de valor, de sangre hirviendo por sus venas, de voces que se desgarran en la «madrugá más profunda», de guitarras españolas, que sonaban a otra cosa, de lo que suenan habitualmente por estos lares…
Lo mejor de vivir allí, fue enamorarme del flamenco, lo peor el final de mi idilio.
Ya de vuelta, intentando olvidar mi presente, salía una noche de una academia de teatro y pasé por la puerta del Duende, y miré a la ventana de arriba, donde vivía mi amigo, y recordé viejas historias, y sin pensarlo mucho más entré en El Duende, me pedí una cervecita y disfruté de todo el duende que tiene este arte, porque el flamenco es arte, y si vienen incluso desde Japón para aprender a bailarlo, a cantarlo, a sentirlo, será que es importante… y lo es, y tanto que lo es.
Lo que pasa es que Valencia, en Valencia, nos gustan otras cosas, mayoritariamente, y entonces no le prestamos demasiada atención… Pero por suerte, hay excepciones, y desde luego El Duende lo es.
He ido varias veces para disfrutar de su sonido, y no he visto nada tan bueno como en aquellas noches de Sevilla, pero es que, amigo mío, aquello fue épico, una historia dentro de mi propia historia. Por suerte El duende está aquí, y pienso visitarlo muchas más veces…
Sí señor, o señora… claro.

Con muchas dudas entré en este local. Guiados por un amigo farandulero, llegamos al único sitio de flamenco en Valencia (al menos eso dice en su publicidad). No soy para nada aficionado al flamenco, pero no me sentí a disgusto dentro.
La noche que fui había gente muy variopinta, de diferentes edades pero casi todos con la misma afición al flamenco. Casi siempre puedes ver algún concierto en directo, lo cual es muy interesante culturalmente.
El sitio está decorado todo con motivos flamencos y es bastante acogedor. Aunque no te guste el flamenco, puede resultar muy productivo visitar este local.

Se trata de un pub céntrico, pequeño, de buen ambiente y agradable.
Se caracteriza por su programa de actividades como cuentacuentos y actuaciones en directo de formaciones de flamenco los jueves y viernes por la noche en un reducido espacio con cante, toque y en ocasiones baile.
La entrada para las actuaciones cuesta unos 7 € incluyendo una consumición.
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