Café Biot

Lo cierto es que el café biot ya forma parte de mi vida. Es un local tan cálido y su trato al cliente tan cercano que para mi y mis amigos es el sitio ideal para quedar una tarde y tomar algo. Lo que más me gusta del lugar es su atmósfera cálida, su decoración, sus montaditos, su té americano con espumita!!! Y sobre todo el trato. Juan, el dueño, hace que te sientas como en casa. Mi hermana cumplía años y debió escucharnos porque de repente se apagaron las luces y apareció él con un par de cartones con chocolate y una velita en un plato donde ponía felicidades!!! Todo un detallazo. Y no ha sido ese el único, más de una vez nos ha invitado a un montadito o nos ha hecho oferta vino+montadito en fin de semana cuando esta oferta solo está entre semana. Y es que este tipo de cosas hacen que te enamores de un lugar y no dudes en volver ni un segundo. Puede que a nivel de refrescos o cervezas en comparación con el resto de locales de la zona sea algo más caro, pero esto deja de importar cuando te ves recompensado con todo esto.
Ni que decir tiene que sus montaditos y pinchos están de lujo. También tienen bollería si os apetece algo más goloso.
Para los amantes de la pintura, sus paredes están repletas de cuadros que puedes comprar e incluso exponer, solo has de hablar con la suegra de juan.
No he comido nunca pero también hacen platos combinados.
El local ha ido tan bien que han abierto otro en Juan Xxiii cuya terraza triplica la del biot original. En este nuevo lo que sí te puedes encontrar es con una variedad de zumos naturales espectacular.
Poco más puedo añadir :) para mi un sitio de encuentro para pasar la tarde tranquilamente con mis amigos y sentirte como en casa.

L’accueil est impeccable, le service des fois longs parce que c’est une affaire familiale où le chef c’est une dame extrêmement charmante.
La carte variée et très sympa.

Este café es un sitio especial en Valencia. No es el típico bar al que estamos acostumbrados, sobre todo en cuanto a decoración. Es un sitio muy bonito y acogedor, y además, como la dueña es pintora, cuelga sus cuadros en las paredes del café, y ahí los pone a la venta. A mí me gustan bastante, pero en mi casa no hay ese rollito que tiene el Biot y no creo que le pegara mucho.
Además de poder tomarte un café, para los más golosos como yo es un sitio genial porque también tienen una selección de batidos italianos y muchos tipos de chocolates calientes diferentes. Yo, como soy fan de la Nocilla suelo pedirme el que lleva avellana, pero los demás tienen una pintaza tremenda también. Aunque para mí es un café más bien de invierno, por su interior acogedor, también tiene una terracita muy mona, donde te puedes tomar un té helado, del que también tienen muchas variedades, o siguiendo mi tendencia a hacer el gordo, un chocolate granizado, que por cierto no he visto en más sitios.
Y si lo que tienes es hambre, hambre de masticar como digo yo, también puedes tomarte un bocata o incluso un plato combinado. Un sitio muy completo.

«Cierra los ojos. Déjate llevar por la gravedad. Ve tomando consciencia de tu cuerpo mientras respiras lenta, profunda y silenciosamente… «
Como sabemos, hay muchas formas de relajarse y de encontrar tranquilidad. Cada cual usa sus técnicas y lo hace a su manera. Pero, a mí me gusta encontrar esa tranquilidad en el Café Biot.
Concretamente, me gusta encontrarla en la hora del desayuno. Bajar, sentarte (en la terraza o en el interior) pedirte un café calentito con unas tostadas con mantequilla y mermelada o un zumo natural (de naranja por supuesto) con un croissant.
Relajarte pensando en tu día y en lo bien que comienza sin chillidos, gritos, estrés… simplemente con la amabilidad de los camareros.
Y pedirte un café «solo» o acompañado. Y mantener una conversación cordial y tranquila.
Si no eres muy cafetero siempre puedes pedirte un chocolatito caliente o un refresco y, si me apuras y hace mejor tiempo, una horchatita y unos fartons (caseros). Porque como en casa, en ningún sitio.

Cuando hace un día de frío y lluvia en Valencia, no hay un sitio mejor para ir a tomar algo calentito que a Café Biot.
Y, cuando digo algo calentito, me refiero a un chocolate de los más de 40 sabores de los que disponen, o a un té de los más de 100 tipos que tienen.
Me encanta como sirven el té, en una tetera para que este infusione bien, o pedir un chocolate con avellana los días que me siento más traviesa, o de naranja.
En este local puedes encontrar un sitio de reunión tranquila con tus amigos ya sea en invierno como en verano, no os perdais los fartons caseros, con un enorme batido.
En el Café Biot además de disfrutar de lo que sirven, puedes disfrutar de una serie de muestras de pinturas, siempre de jóvenes artistas expuestas y a la venta.
El trato con el cliente siempre es de lo más cálido; recuerdo una de las muchas veces que he ido, un día ya a punto de cerrar fuí con mi pareja y pedimos sendos chocolates, pues bien, el camarero muy amablemente por su parte nos obsequió con una pieza de bollería. Lo cual nos dejó muy gratamente sorprendidos, puesto que no sólo significó una muestra de amabilidad, sino que nos confirmó algo que no suelen hacer todas las cafeterías de ese tipo, que nunca dejan nada de bollería de un día para otro, que siempre es fresca del día.Esto es, sin duda, un punto de confianza muy grande a la hora de pedirse algo.