Ardi Pizza

Ardi es uno de los clásicos de la post-​fiesta valenciana. Ubicado en una zona céntrica y bastante conocida, es la sede de todas aquellas personas que después de una noche de pubs optan por comer algo consistente y bien cargado de calorías para poder volver a casa de una pieza.
El local es un lúgubre bajo donde no puedes sentarte a tomar, todo está rodeado del mostrador donde se expone el porqué de la visita obligada a Ardi: su pizza. El sabor obviamente no es el mejor, pero para ser las horas que serán, es un auténtico manjar. Las porciones son generosas y los ingredientes se añaden con cierta soltura. En general por 3 € te llevas una buena pieza. También puedes optar por pedir calzone, que no es más que dos pizzas juntas.
Dicen que en la variedad está el gusto pero con solo cinco tipos de pizza este hombre te arregla la noche. A parte puedes probar por 4 € la «croqueta». Esto es arroz blanco con carne, todo esto encerrado en puré de patata y a su vez rebozado. Una buena dosis de hidratos para terminar la noche (que muy bueno no es, pero después de todo lo que has bebido ¿¡de qué te quejas!?)
Evidentemente su horario es de noches, abre a las 19:00 y puede llegar a cerrar a las 7 de la mañana. Todo un campeón.
Si estás por la zona de fiesta y te apetece algo de papeo no lo dudes, deja de comerte las uñas y acércate a Ardi.

Abierta en los horarios más intempestivos, Ardi es un must-​have si vuelves de fiesta con hambre. Las porciones de pizza llenan mucho y están bien surtidas de ingredientes. Con 5 o 6 € por cabeza te haces con 3 o 4 porciones que te dejan más que satisfecho aunque no son especialmente sabrosas.
También tienen unas bolas de arroz con carne y una especie de calzone (más bien una pizza sobre otra pizza formando una especie de bocadillo) muy interesante.
Los pedidos son siempre para llevar ya que allí tiene poco más que una barra.

Cuando el hambre se hace escuchar durante o después de una noche de fiesta, requiere cantidad y requiere guarrería.
En Ardi Pizza se aseguran de saciar ambos instintos con gordotas pizzas (a menos de dos euros la porción, posiblemente de los mejores precios que puedes encontrar en alimentación golfa) y con arancini, bolas de pasta de arroz rellenas de carne y rebozadas que son el sueño de los mejores borrachos.
Eso sí, varios casos conozco en que la visita a Ardi se ha saldado, haciendo honor al nombre, con ardores… A veces, el hambre no es buena consejera.