Cosmos – Sacha

Madre mía, qué antro. No soy mucho de salir por el ambiente, básicamente porque no soy mucho de salir por discotecas. Ni me gusta el pop de los 40 Principales, ni el reggaeton ni el chunda chunda que parece ser lo único conocido en música electrónica. Pero me convencieron con la cantinela del «tendrás que conocerlo, que anda que no haber salido nunca por el ambiente, que si patatín, que si patatán».
Cuando llegamos estaba vacío, así que procedimos a tomarnos una Heineken carísima esperando a que llegara gente. Y de repente aparecieron. Una horda de adolescentes o gente que por edad ya no le toca pero sigue siendo adolescente esperando escuchar algo de Lady Gaga. Mucha miradita, mucho «mira, ese es noséquién, esa es la de más allá», mucha gente mirando qué hace el resto. Aún así me lo pasé bien, por la compañía más que por el sitio.
La cosa se torció cuando volvimos a recoger nuestras cosas del sofá donde las habíamos dejado. Ya sabéis, el montón de ropa que todo el mundo del local deja en el mismo sitio. Todo el mundo confía en la bondad de los extraños en ese momento, ¿no? Pues yo no debí hacerlo. Cuando cogí el bolso no tenía ni cartera ni móvil. Lo gracioso es que en la cartera sólo llevaba 10 € y el móvil era como para llevarlo al chatarrero, pero ¿y el coraje que me dio que se llevaran la documentación?
Me dio tanta rabia el fin de fiesta que no he vuelto a ir, y no creo que lo haga.

Son muchos los que critican que los heterosexuales frecuenten locales de ambiente. He tenido experiencias por el estilo, pero siempre que mis amigos deciden ir a estos sitios –muchos son gays– no pongo el más mínimo inconveniente.
Recuerdo que el primer día que pisé una fue con dieciocho años; iba un poco expectante. Sacha estaba en aquel momento en Torneo. Me lo pasé genial. Estoy seguro que fue esa noche la que hace que me encante esta dico-​gay. No he visto nunca tanta gente bailando el «I will survive» junta. Luego con los años la cambiaron de lugar y pusieron la terraza de verano al lado del Auditorio Rocío Jurado.
Ahora está por Nervión. Guarda su esencia, pero me gustaba más el toque deTorneo. No sé quizás la gente ahora va demasiado peripuesta y parecen que están constantemente posando en lugar de ser más natural. La música está un poco más cambiada. Ahora se decantan mucho por música un poco más electrónica y antes era más de pop.
Las instalaciones nuevas están geniales en cuanto al espacio, tienes más movilidad y más espacio. La zona de sofás ha sido todo un acierto. Está bien cuando quieres tomar un break, siempre y cuando no esté ocupado –ya sabes…-.

discoteca de ambiente. la musica es demasiado electronica (para mi gusto) y esta casi siempre extremadamente llena. casi no puedes ni moverte.