Paso habitualmente por Palomares del Río y este D3 es uno de mis lugares habituales. Se trata de un bar de estos que intentan ser algo entre pub, tasca, discoteca y cafetería, todo a la vez, pero sin llegar a ser nada de eso. Lo cierto es que los camareros son atentos y aquí puedes desde tomar unos gintonics hasta un café con pasteles, pasando por bocadillos o cervezas internacionales. Todo ello mientras tienen la radio con reggetón a toda pastilla o el partido correspondiente, todo a volúmenes que molestarían hasta al mas sordo. Sin embargo, y pese a lo que pueda parecer, la experiencia no es mala y acabo repitiendo. No hay WiFi, y es un gran problema para los que, como yo, trabajamos con Internet todo el día.