Villa de Avilés

Fuimos a comer un cachopo, y lo cierto es que no defraudó nada.
El local agradable, el servicio correcto, el precio adecuado sin ser en absoluto elevado (~18 € el cachopo), las cantidades abundantes y la comida muy rica.
No se podía pedir más.

Quizás fuera porque era ya tarde y era lo que les sobraba, pero le voy a dar un aprobado por los pelos.
Primero, pedimos unas tostas de solomillo con cebolla caramelizada y, aunque he de decir que lo de «tosta» está más bien de adorno, ya que el pan estaba bastante blando, está rica, la carne en su punto y la cebolla caramelizada le da un toque dulce muy bueno.
Del segundo no puedo decir lo mismo (escalopines con salsa de roquefort y papas fritas), a pesar de que la salsa estaba muy buena, la carne de los espalopines estaba bastante dura y las papas fritas MUY, MUY saladas, tanto que ni entre mi acompañante y yo pudimos terminárnoslas. Eso, unido a que las bebidas eran de 20cl, hizo que preferiéramos dejar de intentarlo.
Por último, la ración de pan que pedimos estaba tan dura que parecía que te estabas comiendo un paquete de maíz frito. Como entretenimiento, ¡estaba genial!
Como una compañera tiene devoción por ese restaurante y me ha hablado tan bien de él, habrá que darles una segunda oportunidad probando el cachopo a la hora del almuerzo, a ver si suben la nota.

Cachopo! Cachopo! Cachopo y más cachopo! Si pudiera comeria cachopo a toda a hora! Descubri el sitio en una despedida de un companero asturiano y desde entonces volvimos a cenar y todo esta riquissimo! El cachopo, las croquetas … Y la cidra por supuesto! Lo recomiendo!

Fui a comer Cachopo y cachopo fue lo come comí. Es un sitio que descubrí una vez a una fiesta de despedida de un compañero asturiano que quiso celebrar su promoción a Singapur con comida de su tierra. Allí descubrí el cachopo y desde entonces sueño con con ese placer prohibido. Esta riquísimo y creo que si viviéramos en un mundo perfecto lo tomaría por desayuno comida y cena.

Que 4 Asturianas te lleven a un restaurante Asturiano estando en Madrid ya es una buena carta de presentación. Nada más entrar ya se siente diferente. Lo regenta un matrimonio. Ella atiende al público y él cocina. Te trasladas directamente a Asturias. Pero no al típico restaurante Asturiano en Madrid que te pegan un palo tremendo y nada tiene que ver ni con el ambiente i con la comida. En la Villa de Avilés, te trasladas al típico bar de Avilés por ambiente, atención y sin duda alguna, por la comida. Comenzamos pidiendo unas sidras en la barra y con ello nos trajeron de aperitivo una empanada de Compango exquisita, tanto la masa como el relleno, unas patatas fritas inglesas que nos informaron que las hacen allí y unas croquetas de cabrales de aplauso.
Nos sentamos a comer y pedimos para 5 personas: Chorizos a la sidra, patatas al cabrales y cachopo de queso de cabra y cecina (la «sábana» para poder compartir) que acompañan con más patatas al cabrales. Hay que decir que hay una buena variedad de cachopos para elegir así que preparaos para volver varias veces porque tienen todos una pinta fantástica.
Normalmente no puedo remediar mirar a otras mesas para ver qué han pedido y el aspecto que tiene. He de decir que a mi alrededor en la mayoría de las mesas reinaban los cachopos, la fabada y el pote asturiano. Pinta: Excelente. Vamos que la próxima vez no me voy sin probar la fabada o el pote
La calidad de la materia prima es excepcional, traída de Asturias y con un cocinero de la tierra el tipo de cocina asturiano de verdad.
En cuanto a los postres, pedimos un poco de cada tarta casera: Hojaldre de nata y fresas, tarta de bizcocho y chocolate que quizá la que menos me gusto por excesivamente densa y otros dos tipos. Destacaríà la de hojaldre, nata y fresas.
Si todo a todo esto le añadimos que fácilmente bebimos unas 6 botellas de sidra y pagamos 18 euros por barba, creo que podemos decir que el sitio tiene una relación calidad precio realmente destacable. RECOMENDADISIMO si quieres hacer un viaje a Asturias desde el corazón de Madrid.
Por cierto! También tienen tostas, menú diario y los miércoles…la fiesta de la sidra. También me pareció un lugar perfecto para tapear por diferente, divertido y calidad precio.

Taberna asturiana de barrio donde la comida es abundante y sabrosa y el trato cercano.
Recomiendo el chorizo a la sidra y los cachopos de ternera.

He probado dos cachopos, el de solomillo y el de cabrales. Ambos impresionantes y nada grasientos. El de cabrales lo aconsejo para dos personas… ¡Muy sabroso y contundente! Ambiente popular y precio correcto.

El fin de semana pasado reunión de familia. Genial empezamos con unos culines de sidra y sus tapas, luego subimos al comedor y tomamos el menu festivo, arroz caldoso, fabada. Cualquier plato a destacar. Recomiendo reservar siempre esta lleno los fines de semana. Ahora estan promocionando la Espicha Asturiana para los 3er sabados de cada mes: Huevos duros, calamares, patatas al cabrales, frixuelo, croquetas cabrales, empanadas y mucha sidra todo por 15 € por barba.

Si César G. recomienda un sitio, ya estás tardando en ir… Verdaderamente es un crack, y en cuanto a comida se refiere, da en el clavo. Íbamos a ir a por un «Armando» a La Ancha, pero está de reformas hasta finales de agosto, y no queríamos quedarnos con el antojo…
¿Dónde vamos?. Dadme un segundo que voy a Unilocal a mirar la lista de César. Ya está. Cachopo.
Llegamos al Villa de Avilés, y al salón de arriba directos. Lo teníamos claro. Encontramos en la carta dos cachopos: el de solomillo y el «sábana». Íbamos cuatro, así que los dos. Para compartir, eso sí.
Pedimos un chorizo a la sidra y media de croquetas de jamón (riquísimas) y otra media de cabrales (consistentes y sabrosas).
Respecto a los cachopos: los dos estaban por encima de las expectativas. Muy bien hechos y de calidad. Los demás fliparon con el de solomillo de ternera, pero los dos están estupendos.
Volveremos a probar el resto de la carta, aunque será difícil, ya que el cachopo no permite muchas más cosas de la misma sentada, y está tan rico…
El servicio genial: atento y servicial.
Chapó!.