Tuvimos que esperar 20 minutos para que nos sentaran(estando el local medio vacío) Cuando lo hicieron, nos pusieron en una mesa pequeñísima, y al pedir el cambio nos dijeron que no podíamos. Pedimos dos hamburguesas(para el que no lo sepa, vienen sin patatas ni ná de ná) y dos bebidas, y salimos a 18 €. Me parece caro para el tiempo que perdimos y el trato del personal(las camareras cada vez llevan la bata más corta) Lo único que nos motivó a estar allí es que a mitad de cena un chico y una chica vestidos al estilo Grease se pusieron por todo el restaurante a hacer un baile/actuación muy entretenido(aunque un poco incómodo) No repetiré, ni en este ni en ningún Tommy.