La Vaca Picada

Sinceramente me parece un sitio bastante mejorable. La carne para mi gusto es lo peor de la hamburguesa, con trozos grandes y duros. Si precisamente se llaman La Vaca Picada no pueden fallar en lo más básico!
Recomiendo mejor ir a otras opciones hamburgueseras de la zona como Beefious o Mayes’ Bistró.

Después de haber probado tanta calidad hamburguesil en los últimos tiempos, el listón está muy alto y, aunque La Vaca Picada pareciera una maravilla hace dos años, ahora se encuentra en una posición media en la lista.
Lo que más valoro en este plato es el gusto de la carne y, en este caso, no estaba mal, pero tampoco me pareció espectacular. El resto de comida que probé (alitas de pollo, aros de cebolla, postre y las patatas fritas que acompañan al sandwich de carne) tampoco destacaron por nada en especial.
Te atienden rápido, son amables y el local está limpio. El baño es algo estrecho y sólo hay uno, pero tampoco es un local tan grande como para que te toque una larga espera.

Una pequeña cadena de restaurante en el que ponen hamburguesas un poco pintonas y parece ser, que eso a la gente les hace creer que es síntoma de calidad o vanguardia. Pero en fin, haré la crítica de lo que he visto y probado.
Comí un menú de brocheta de verduras, con hamburguesa VP (vaca picada).
No pudimos compartir «al centro» los entrantes, porque te ponen todo en una bandeja/​plato de casi pizarra (modernismo pasado de rosca).
La brocheta bañada en algún tipo de aceite vegetal, aparte del agua que soltó los vegetales bastante insípidos y que se quedo allí al lado de los demás alimentos.
La hamburguesa tenía un pan dulzón, brillaba como un roscón de reyes. El pan inferior se reblandeció hasta quedarse plano. La carne estaba picada y hecha como les pedí, al punto, normal de sabor pero poco jugosa. Alguna mezcla de salsas que mataba a otros elementos y patatas refritas o precongeladas.
El postre del menú, nada que no puedas hacer en casa por menos de 1 €.
La cantidad, la justa y necesaria, aunque la sociedad española, suele pedir más por 12 € de menú, a no ser que tenga mucha mejor calidad.
El servicio, el mismo que el del Vips pero en un local más pequeño. No es un sitio en el que haya titulados de la escuela de gastronomía.
En resumen: Un local más, que se agarra al carro de «innovadores» tras una máscara de restaurante franquicia, low-​cost. 10 € me hubiera parecido más justo.
Aceptan tickets restaurant.
Cuando salí de allí, había olvidado lo que saboree. Le doy 3 estrellas, porque no hay 2 y media. Ojo! Que no hubo nada incorrecto y no nos trataron mal. Sólo que no me gustan que vendan humo, aunque sabía a donde me llevaban mis acompañantes.

De las mejores hamburguesas que he probado nunca, y eso que era de menú del día. El de Las Tablas es pequeño pero bien organizado, y los camareros trabajan con una efectividad que se agradece. La zona está llenita de grandes empresas y suele estar lleno, por lo que es conveniente ir pronto o tarde, nunca en hora punta. Aún así tienen un servicio rápido, y una carne de buenísima calidad. Repetiré seguro.

Las hamburguesas están muy buenas, no son las mejores de Madrid como he leído por ahí pero sin duda merece la pena probarlas. Mucha variedad y se puede elegir el peso de la carne. El menú de medio día está muy bien, entra una hamburguesa de las más económicas del menú (pero muy buenas igualmente) acompañada de ricas patatas fritas caseras, un entrante y la bebida por 14 euros. Para pedir a la carta me pareció caro para comer hamburguesa.
El local me resultó bastante desangelado pero el servicio es bueno.

No sabes lo que es una hamburguesa hasta que has probado «La vaca picada». Estamos en el momento de fiebre de las hamburgeserias de gourmet, hay cientos de locales, y tras probar muchos de ellos, te das cuenta que solo uno hace realidad los sueños de los amantes de la carne. La carne es de una calidad impresionante, practicamente te estas comiendo un steak tartare vuelta y vuelta… no es bacon es panceta de la buena… etc. etc… además si eres como yo, de buen comer, puedes elegir el tamaño, hasta 600gr! Solo puedo decir una cosa, si alguien va a ir, que me avise que me apunto.

Una hamburguesa en condiciones. Todo un lujo para auténticos gourmet!
Fuimos un grupo del trabajo a comer un día y la verdad que fue difícil volver después de meternos esas mega hamburguesas, de esas de película que no te caben en la boca de lo grandes que son.
Puedes elegir el tamaño que quieras para la carne, desde 160 gr. hasta la bestialidad de 660gr!!! Tienen más de 15 hamburguesas diferentes, entre ellas Hamburguesa de rabo de toro, increíble.
Además ofrecen la posibilidad de pedirlas Take Away, pero es una pena dejar que una hamburguesa de esa calidad, con carne de lomo de cebón del norte, se enfríe…
Sin duda, una de las mejores hamburguesas del norte de Madrid.
Para los que os pille lejos o no tengáis coche, creo que también tienen restaurantes en Diego de León y Concha Espina, así que ya no hay excusa para ir a «pastar» y «mugir» a LA VACA PICADA!

Acudimos en una comida de empresa a este sitio por casualidad, y nos quedamos encantados con las hamburguesas.
Comimos el menú del día. Los primeros la verdad es que no fueron para tirar cohetes, todo bueno pero sin destacar. Fueron los segundos cuando descubrimos lo bueno.
Todos pedimos como 2do una hamburguesa, y creo que es la mejor hamburguesa que he comido en Madrid. Lógicamente con el menú, el tamaño de las hamburguesas no podía ser muy grande, pero con sus patatas, el primero y el postre nos quedamos ampliamente satisfechos.
Tal fue la impresión que nos causó, que hemos dicho que tenemos que volver para comer únicamente una hamburguesa, y de un tamaño considerable.
He estado en el Alfredos, que tiene fama de ser el mejor sitio de Madrid, pero me gustaron más éstas.
Mi recomendación es que si todavía no las habéis probado tenéis que ir. Las mejores hamburguesas de Madrid.

Probablemente la mejor hamburguesa del norte de Madrid. Trato excelente, relación calidad/​precio perfecta.

perfecto! ha sido una comida super agradable y muy rica. ha superado las expectativas ampliamente.
tomamos de entrantes los nachos (podrían ser más caseros, pero no están mal), tiras de pollo marinadas (muy ricas y sabrosas) y ensalada de queso de cabra con piones y nueces. Muy rica!
de segundo todos nos decantamos por las hamburguesas de 250 gr. Puedes pedirlas de hasta 660 gr!!! qué burrada!!! (por supuesto para compartir, a no ser que quieras acabar en la UCI por sobredosis de carnaza).
he puesto fotos de las hamburguesas, para que veáis la pinta. el pan me ha recordado al mismo que venden en Hamburguesa Nostra: tipo medianoche pero más grande, of course!
los postres estaban riquísimos. Yo pedí la tarta de la abuela, de mousse de chocolate y galleta. también probé el marronuez, que es como un gofre pero más «ligero» con mucha nuez.
el personal es muy agradable.
lo único que cambiaría del sitio es la calefacción. me pareció que hacía bastante calor. ya en primavera, las calefacciones a mediodía sobran! :)
salimos a 23 € por cabeza, y bebimos unas tres cervecitas por barba, así que me pareció muy razonable!

Cada día soy más fan de las hamburguesas en condiciones. Hace poco le pregunté a un amigo si realmente él pensaba que había mucho margen de mejora en este sector. Y lo hice después de estar en la vaca picada.
Hay que reconocer que ir a las tablas a tomarse una hamburguesa parece a priori descabellado pero, a mí me mereció la pena. El entorno urbanístico neutro facilita el aparcamiento inmediato y tuvimos la suerte de encontrar mesa con la misma rapidez.
Lo que interesa: para picar algo y con la cautela que merecían las hamburguesas pedimos unos fingers de pollo bien marinados y con un rebozado crujiente. Venían acompañados de una salsa agria nada típica que a mí particularmente me encantó. Yo pedí una hamburguesa con cebolla crujiente y queso philadelphia. Poco hecha, cosa que respetaron. Estaba increíble. No por los adornos sino por la carne: roja intensa. Ahí entendí que se había alcanzado un nuevo hito en el concepto de hamburguesa.
Para acabar una tarta de queso con frambuesa con galleta, como debe ser, claro. Que la acompañaran de fresas naturales nos gustó.
Además el servicio fue rápido y amable: el camarero tenía un acento especialmente entrañable.