Un sitio muy«apañao» para tomarte una cerveza o un copazo y escuchar(también puedes bailar) música de los 80 y alguna cosilla más que se le escapa a su dueña-DJ-camarera, ¡vale pa´tó! ;) El local no es muy grande y la gente que se pasa por allí con sus cuerpos humanos pues es variada, al menos eso me pareció el día que fuimos. Nosotros éramos como 15 y cada uno de su padre y de su madre también. Al fondo, al fondo, ¡tira para el fondo que me ha parecido ver un futbolín! Y es que me encanta jugar al futbolín y también hacer trampas, me río mucho, pero oye, que fui campeona de mi barrio en no sé qué año… ;) Supongo que por el día que fuimos y por la compañía, me lo pasé pipa de verdad en este local, así que lo más seguro es que vuelva, pero ni se te ocurra preguntarme si voy mucho por allí ;PPP
Lolo R.
Place rating: 3 Madrid
Recuerdo que la primera vez que vine a La Ochenta fue hace muchos años, en plenas fiestas de San Lorenzo, hasta arriba de limonada(ay, ¡qué rica la limonada, pero qué borracheras perpetra). Mis amigos me trajeron aquí, y recuerdo que me lo pasé fenomenal. Recordaba la música muy bien, las copas muy bien puestas y un buen rollo bastante alucinante. El otro día estábamos de paseo por Lavapiés, y después de salir del Travelling, nos pareció que el sitio natural al que acercarnos era este. Así que pusimos rumbo a La Ochenta, a escuchar clásicos de ayer, hoy y siempre, y a bebernos una copichuela. La verdad es que el ambiente difería un poco de lo que yo recordaba: aquello estaba lleno de gente trajeada(¡y no era ni época de cenas de empresa!), y no se parecía mucho a lo que yo traía en mente, pero daba igual, porque la gente tenía pinta de ser bastante agradable. En la barra no había nadie, tan solo había una persona haciendo las veces de DJ y camarera, lo que me pareció un tanto dificultoso a la hora de mantener la cosa a flote al principio, pero luego vi que la tipa se apañaba bien. No me gustó tanto que pusiera mala cara cuando le fuimos a pagar las copas por separado, y más mala cara aún cuando alguien le dio una tarjeta, que le dijo algo así como«no me hagas esto». Vamos a ver: o coges tarjetas o no coges tarjetas, pero lo de cogerlas a medias nunca lo he entendido. La música, no obstante, había empeorado bastante. Yo recordaba clásicos de esos de toda la vida de los 80, y música petarda sin fin, y sin embargo todo me pareció más un refrito de cosas que suenan por la zona de Huertas. Cuando llegó el momento de cerrar, a un amigo le quitaron la copa, sin derecho a réplica, sin dejarle que se la terminase y sin ofrecerle siquiera un vaso de plástico. ¡Que la habíamos pagado!
Maricarmen G.
Place rating: 5 Madrid
Aprovechando estas fechas(las del orgullo, claro!), me decido a reseñar este sitio. Su dj y dueña, Geles, pincha buena música no solo de los ochenta en castellano e inglés, sino los últimos éxitos que suenan en la radio, es un placer verla disfrutando de cada canción, mientras Fernanda a «ocho manos»(sí ocho!), se encarga de servir las copas! Tiene buenos precios y si te apetece hasta puedes jugar una partida de futbolín! Si tienes suerte y te asomas por encima de la barra puedes ver a Luca, una perra muy educada musicalmente y que ni se inmuta con lo que sucede a su alrededor! Sin duda un lugar para conocer en el corazón de Lavapies. La única pega? Es que cierra a las 3!
Elena R.
Place rating: 4 Madrid
A mí este sitio me encanta! Está bastante escondidillo, en una calle pequeña y algo solitaria. Vamos, que si no sabes la dirección exacta es bastante probable que pases de largo por delante de él… Pero una vez que lo encuentres, si te gusta el ambiente del Madrid de hace 20 años, seguro que vuelves! Aunque, como dice César D., puede que te pongan Raphael o Mocedades, nadie se libra de echarse unos buenos y divertidos bailes. Si eres de los que no les gusta irse a una macrofiesta en Nochevieja, ahora que se acerca la fecha ésta puede ser una divertida opción. Esa noche abren hasta el amanecer!
César D.
Place rating: 4 Madrid
Bar de ambiente(más lésbico que gay) con música ochentera pero internacional y petarda en general(no esperes a Radio Futura o Los Secretos, más bien Raphael). Sitio ideal para bailar, con ambiente relajado(no es de modernas) y un público de 30 para arriba. Lo han renovado hace poco, y aunque preferíà la antigua decoración el espacio está ahora mejor. Las copas son buenas, y están a unos 8 euros. Y si quieres darte un lujo, marcas premium algo más caras. Lo malo es que cierra a las 3:30. Lo bueno, es que a pesar de ser de los pocos lugares donde se puede bailar en Lavapiés, no suele estar hasta arriba.
Carlos H.
Place rating: 3 Madrid
Si te gusta la música ochentera este es tu local. Quien no ha bailado alguna vez canciones míticas de Alaska, Depeche mode y otros tantos. El garito es de ambiente, pero hay gente de todo tipo. Puedes pasar una buena noche y si además lo que quieres es tomarte una copa para acompañar la velada tienen precios más asequibles que en otros garitos de Madrid, por unos 6 euros te tomas tu copichuela tranquilamente. Yo he ido solo un par de veces pero porque esa música acaba cansándome a la primera de cambio. Prefiero esperar unos meses y volver a ir.
Ana L.
Place rating: 4 Madrid
Quién iba a imaginarse que en pleno Lavapies habría un local de ambiente discotequero de los que marcan época… en este caso, evidentemente, los ochenta. La bola de espejos que corona el garito es fiel testigo de que lo que digo es cierto y de que es uno de los mejores lugares para sacar al bailongo que todos llevamos dentro al rítmo de los clásicos más entrañables de Depeche Mode, Alaska o Tina Turner. La clientela es bastante variadita y, por primera vez en mucho tiempo, no me he sentido la más viejuna del lugar, aunque pareciera que estábamos en un sitio donde se ponen música de mi época, rodeada de jóvenes imberbes que mueven la cabeza al rítmo de los sones que ya en mi generación estaban pasados. Las copas a un precio aceptable para ser Madrid en horario nocturno, 6 €, el local cuidado y en pleno Lavapiés. Lo malo, el horario, cierra a las 03:30 y cuando se acaba la fiesta hay que peregrinar hasta el lugar más cercano, probablemente El Candela, con el corte de rollo que supone eso…